Las conversaciones sobre la joven poes¨ªa llenan las salas del Ateneo madrile?o
Un ¨¦xito poco com¨²n, en lo que se refiere a p¨²blico e inter¨¦s de los debates en este tipo de temas, est¨¢n consiguiendo las III Conversaciones sobre Joven Poes¨ªa que se celebran en el Ateneo de Madrid, con el patrocinio de la Fundaci¨®n Pablo Iglesias, el Ayuntamiento madrile?o y el Ministerio de Cultura y organizados por Antonio Bestard.Una asistencia de 350 personas con gente de pie en el sal¨®n de actos del Ateneo de Madrid no es com¨²n cuando se trata de poes¨ªa. Y tampoco es com¨²n que la gente se divierta, que discuta temas considerados tan abstrusos y que siga asistiendo incluidos los d¨ªas de fiesta, como el martes pasado, en que el ciclo no fue interrumpido.
Tres intervenciones en los ¨²ltimos d¨ªas han contribuido poderosamente a este ¨¦xito: la lectura de Ram¨®n Irigoyen, el poeta navarro que presentaba su libro Los abanicos del caudillo; la ponencia de Luis Antonio de Villena sobre la posible vuelta a los cl¨¢sicos de la joven generaci¨®n, ya no tan joven, y el texto de Alvaro Pombo acerca del erotismo en la poes¨ªa m¨¢s joven.
Por empezar por el que consiguiera el r¨¦cord de asistencias hasta el momento, Ram¨®n Irigoyen llegaba con el aura del cierto esc¨¢ndalo, una beca del Ministerio de Cultura que le fuera quitada en medio del plazo de trabajo y de la pol¨¦mica y el propio t¨ªtulo del libro, Los abanicos del caudillo. Su actuaci¨®n -porque eso fue, una actuaci¨®n- se iba ganando, a base de iconoclastia y descaro, de simpat¨ªa y de tablas, a un p¨²blico m¨¢s que otra cosa curioso, cuando ya las primeras bromas levantaron a los m¨¢s circunspectos de los asistentes. Un p¨²blico no siempre joven y no siempre af¨ªn, pero combativo y preocupado por temas po¨¦ticos y de los otros.
La ponencia de Luis Antonio de Villena, sobre el uso de la cultura cl¨¢sica en la poes¨ªa joven, pas¨® de ah¨ª para convertirse en un credo generacional, si bien negando, como es de rigor, la existencia de una est¨¦tica com¨²n como no sea residual. La funci¨®n de esta utilizaci¨®n de los cl¨¢sicos, no precisamente sacralizadora, fue ilustrada con la lectura de sus propios poemas in¨¦ditos, acogidos con calor por todos y especialmente por los m¨¢s j¨®venes -aqu¨ª hay que hablar de adolescentes-, que cuando ya cerca de las once de la noche terminaba el coloquio hac¨ªan cola para que el joven maestro firmara los libros aportados al efecto.
Por fin, el jueves ocurri¨® uno de los n¨²meros fuertes de las conversaciones: la actuaci¨®n del novelista, ensayista y tambi¨¦n poeta Alvaro Pombo. Teatral ¨¦l mismo, se hab¨ªa hecho preceder por un paquete lacrado con todos sus libros y tres claveles y destinado, un poco a la antigua, al director de las jornadas, Antonio Bestard. Y con ¨¦l hab¨ªa llevado tambi¨¦n una inmensa bibliograf¨ªa, con la que lleno la mesa magistral, al tiempo que sobrevolaba su imagen de buho bondadoso por encima de los papeles. Cierta imagen de dispersi¨®n y despiste, junto a los arranqu¨¦s de genialidad e inteligencia poco com¨²n, divirtieron much¨ªsimo al p¨²blico, que se fue enterando de lo que es el erotismo en un grupo de poetas posnov¨ªsimos: Salvador L¨®pez Becerra, Luis Antonio de Villena, Luis Mart¨ªnez de Merlo, Luis Alberto de Cuenca, Jos¨¦ Guti¨¦rrez y Jos¨¦ Lupi¨¢?ez.
En fin, que las conversaciones siguen, como un ment¨ªs al supuesto desinter¨¦s del p¨²blico hacia estos temas. Y la semaila que viene ser¨¢ la intervenci¨®n de F¨¦lix de Az¨²a y Vicente Molina Foix, el lunes 15; LeQpoldo Mar¨ªa Panero y Joaqu¨ªn Arn¨¢iz, el martes 16; Marcos Ricardo Barnat¨¢n y Jos¨¦ Mar¨ªa Bermejo, el mi¨¦rcoles 17; Alejandro Amusco y Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Mart¨ªn, el jueves 18, y ya el viernes 19 se clausuran las conversaciones con una ¨²ltima lectura, la de Jos¨¦ Guti¨¦rrez, y la mesa redonda final, con la participaci¨®n de todos los poetas y ponentes.
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