Los democristianos
El otro d¨ªa hemos ensayado aqu¨ª un estudio anat¨®mico / pol¨ªtico de Fraga y su AP. La Historia, bajo la forma callejera del presente, acostumbra a damos la raz¨®n (entre otras cosas, porque la historia de cada d¨ªa la escribimos nosotros, los periodistas), y he aqu¨ª que los democristianos bucanerizados por Fraga ya empiezan a levantar bandera vaticana, bandera de la Internacional Democristiana propiamente dicha y bandera de partido, que don Manuel se la hab¨ªa arrinconado en el cuarto de banderas.Los democristianos (s¨®lo es un ensayo general sin nada) se van por una puerta, y los ucediarios de Mart¨ªn Villa entran por otra, de pantal¨®n corto y cantando Monta?as nevadas, cuya letra se disputan ahora varias se?oras bien de las que uno frecuenta. Los que prefieren el bosque animado y galaico de Fern¨¢ndez-Fl¨®rez o la Galicia hiperb¨®rea de Alvaro Canqueiro a la nieve de las monta?as falangistas, ya est¨¢n en un pazo de cinco tenedores, calle Orense, fundando una tertulia gallegui?a que con el tiempo puede ser tertulia parlamentaria de voz y voto, si Ros¨®n / P¨ªo, que van mucho al cine juntos, llegan a perfilar la pel¨ªcula. De modo que el jefe de la muy leal y muy comprensiva oposici¨®n lo tiene crud¨ªsimo.
Jorge Herralde dice que me encuentra m¨¢s relajado. Es el peso que se quita uno de encima despu¨¦s de haber votado, que la papeleta llega a pesar como una losa en el bolsillo. Alfonso Guerra le est¨¢ dando a Paco Ord¨®?ez un trato "de castigo", como el de Fraga al PDP. O sea, que ya empezamos. Carmela Garc¨ªa Moreno me pide que hable en la Universidad de "los marginales". Evitar¨¦ hablar de los marginales de Fraga (democristianos un suponer).
Ha llegado a Espa?a, por fin hombre, ese producto farmac¨¦utico que se usa en las c¨¢rceles para suprimir hematomas de urgencia cuando hay que presentar el reo al juez inesperadamente. El invento llega tarde, pues que en Espa?a, con el psocialismo, ya no se va a madurar presos mediante los l¨®bregos afinadores de pianos al efecto. Tierno se qued¨® solo en la misa de la Almudena, que los democristianos, hombre, andan muy liados con la controversia de Fraga, y hasta se les pasa la misa. A mediados de mes, sigo esperando el cheque de Barcelona. Incluso en las colaboraciones de Par¨ªs tiene uno que hacer concesiones, que el franco anda hecho una braga. ?No quer¨ªamos socialismo? Pues a comerse los codos. (Este oto?o / invierno vienen forrados de cuero, deportivamente, pero es para que no nos los comamos.) Si el psocialismo / mitterrandismo falla, a lo mejor vuelve a ser v¨¢lida la alternativa democristiana.
El papa Wojtyla ha hecho una grandiosa campa?a democristiana en nuestro pa¨ªs, y es lo que ning¨²n cometarista dice. Se?alan sus contradicciones, pero todas quedan resueltas y unificadas a la luz de esa palabra: ?qu¨¦ va a ser este Papa, sino democristiano? Ha dejado una estela de cristianodem¨®cratas que nos vamos a enterar. No ha beatificado a Teresita Gonz¨¢lez Quevedo, como era mi esperanza, pero el PDP est¨¢ mucho m¨¢s puesto tras el paso del Papa, si ustedes se fijan. El centenario de Teresa de Jes¨²s sigue a toda aspirina con Jos¨¦ Gerardo Manrique de Lara. Un grupo marginal nos ha ofrecido De vita beata. Espa?a, don Manuel (Aza?a), no ha dejado de ser cat¨®lica. Fraga hizo soluble el partido democristiano en AP durante las elecciones, pero el catolicismo sociol¨®gico es una opci¨®n pol¨ªtica real que, quiz¨¢, ha necesitado pasar por la catarsis / Fraga para purificarse y empezar a dar m¨¢rtires.
El catolicismo de AP es todav¨ªa nacionalcatolicismo. La democracia cristiana, en cambio, tiene un toque europeo de distinci¨®n que no ha perdido del todo y que perfuma las lilas de la tumba de Adenauer. La democracia cristiana no s¨¦ si es m¨¢s cristiana que Fraga. Pero puede ser m¨¢s democr¨¢tica.
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