?No ser¨¢ desigual vuestra igualdad?
Contestaci¨®n a Aina Moll. Me veo en la obligaci¨®n moral de expresar mis inquietudes ante la presentaci¨®n del proyecto de ley de normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica de Catalu?a,Pasa a la p¨¢gina 12
Viene de la p¨¢gina 11
aparecido en EL PAIS del d¨ªa 21 de noviembre de 1982 y apoyado por un art¨ªculo de Aina Moll, con planteamientos, a mi juicio, correctos y otros posiblemente discutibles.
Como gallego y emigrante, no s¨¦ si voluntario, comprendo lo que significa la lengua para mantener la identidad de un pueblo, sin olvidar la importancia del paisaje, el habitat rural y urbano, las tradiciones, el clima, el tipo de alimentaci¨®n y un sinfin de factores. Los catalanes se han sentido discriminados y ofendidos hist¨®ricamente. Los restantes habitantes peninsulares, y a¨²n m¨¢s los que hemos sufrido el centralismo sin paliativos de ning¨²n tipo, hemos reconocido esa situaci¨®n y consideramos que una educaci¨®n biling¨¹e es un derecho b¨¢sico del pueblo catal¨¢n, y que, en modo alguno, un catal¨¢n puede ser discriminado en funci¨®n de la utilizaci¨®n de su lengua.
La utilizaci¨®n del catal¨¢n parece obligada en los niveles educativos b¨¢sicos para los nacidos en Catalu?a. Sin embargo, de la posible aplicaci¨®n del proyecto podr¨ªan derivar consecuencias preocupantes y desear¨ªa comentar brevemente aquellas que afectar¨ªan al nivel profesional. Si el proyecto se aplica en los t¨¦rminos en que se expresa Aina Moll, se deduce la pr¨¢ctica obligaci¨®n del dominio del catal¨¢n para poder ejercer cualquier profesi¨®n en Catalu?a.
Aina Moll, en el contexto de un nivel cultural bajo (entendiendo por nivel cultural la capacidad de comprensi¨®n del mundo en que vivimos, con sus condicionantes pasados y sus perspectivas futuras), intenta convencemos de que las fronteras que ellos tuvieron debemos aceptarlas ahora los dem¨¢s, sin pararse a pensar que los ciudadanos no catalanes somos tambi¨¦n hombres amantes de nuestra libertad y que ¨¦sta se recorta brutalmente cuando se constituyen fronteras ling¨¹¨ªsticas, sutiles pero terriblemente poderosas. Si el proyecto de ley (que defiende, a mi juicio, el castigo ling¨¹¨ªstico a los no catalanes m¨¢s que lo que puede significar una lengua para la esencia de un pa¨ªs) sigue adelante, plantear¨ªa incluso m¨¢s dificultades trasladarse a Catalu?a para cualquier profesional que a Filadelfia, Berl¨ªn o Tokio.
Con las restricciones a la libertad de movimiento que suponen proyectos como el presentado, caminamos abiertamente de nuevo hacia el fascismo, y, lo que es m¨¢s lamentable, utilizando las instituciones democr¨¢ticas. La tergiversaci¨®n de realidades obvias fue una constante caracter¨ªstica de los hombres pol¨ªticos del r¨¦gimen anterior. Aina Moll es, tr¨¢gicamente, su vivo recuerdo. /
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.