Wille Beekman: "La gente debe convencerse de que el dinero no se come"
Wille Beekman, holand¨¦s, 33 a?os, marino mercante y arquitecto, es uno de los 130 activistas con que cuenta Greenpeace. Desde comienzos de 1982 act¨²a como capit¨¢n del Sirius, uno de los barcos que posee esta organizaci¨®n ecol¨®gico-pacifista internacional, cuyos miembros han sido calificados con todo tipo de ep¨ªtetos, desde activistas verdes hasta guerrilleros ecologistas o piratas pacifistas.
Pregunta. ?C¨®mo empez¨® Greenpeace?Respuesta. Har¨¢ poco m¨¢s de diez a?os, en Vancouver, de la mano de un marino canadiense, David McTaggart. Su primera acci¨®n, su primer objetivo, fue evitar la celebraci¨®n de pruebas at¨®micas norteamericanas en territorio canadiense, concretamente las que ten¨ªan como escenario Amchitka (islas Aleutianas). El siguiente objetivo escogido fueron las pruebas francesas realizadas en el Pac¨ªfico, en Mururoa. As¨ª arranc¨® la lucha de Greenpeace por el pacifismo y contra los abusos ecol¨®gicos que est¨¢n destrozando el planeta.
P. ?Con qu¨¦ medios materiales cuenta actualmente para llevar a cabo sus objetivos?
R. Los fundamentales son tres barcos de peque?o calado (Sirius, Rainbow Warrior y Cedarlea) y un velero (Vega), adem¨¢s de varios globos aerost¨¢ticos, algunas lanchas con motor fuera borda y el apoyo de cerca de medio mill¨®n de protectores. Greenpeace est¨¢ radicada en nueve pa¨ªses (Canad¨¢, EE UU, Reino Unido, Francia, Alemania, Holanda, Dinamarca, Nueva Zelanda y Australia), con organizaciones independientes, si bien interrelacionadas a trav¨¦s de un consejo coordinador que tiene su sede en Brighton.
P. Y el dinero, ?de d¨®nde sale?
R. En Holanda, por ejemplo, hay unos 65.000 socios protectores de Greenpeace que aportan un m¨ªnimo de quinientas pesetas anuales al movimiento, aunque en casos puntuales se han recibido donaciones personales de hasta un mill¨®n de pesetas. En Alemania alrededor de 15.000 personas colaboran con una cuota m¨ªnima de 2.500 pesetas por a?o.
Por lo dem¨¢s, cada pa¨ªs se las ha ingeniado a su manera para recaudar fondos suplementarios, por ejemplo a trav¨¦s de la venta de camisetas, bolsas, posters, ch¨¢ndals, chapas, etc¨¦tera. En Holanda se pidi¨® a los ni?os que enviaran dibujos relacionados con las actividades de Greenpeace y algunos de los mejores han sido editados como postales.
P. ?Qu¨¦ sensaci¨®n acerca de su utilidad tienen los militantes de Greenpeace?
R. Cuando, por ejemplo, se emprendieron acciones para salvaguardar las reservas supervivientes de focas, ballenas, quiz¨¢ alguien tuviera la sensaci¨®n de que eran actos meramente publicitarios. Luego, con el paso del tiempo, m¨¢s y m¨¢s gente hizo suyo el problema; se avanzaba en el terreno de la pr¨¢ctica. A finales de julio de este a?o, la comisi¨®n internacional para la caza de ballenas decret¨® una prohibici¨®n total de la misma a partir de 1985, y la Comunidad Econ¨®mica Europea ha prohibido a partir del pr¨®ximo 1 de enero la importaci¨®n de pieles de foca a todos sus miembros. Son logros evidentemente concretos.
P. ?Podr¨ªa resumirse de alg¨²n modo sint¨¦tico la filosof¨ªa que preside las acciones de Greenpeace?
R. En junio de 1981 un par de activistas de Greenpeace se subieron a la gran chimenea que posee la empresa Boehringer en Hamburgo y desplegaron sobre su costado una gran pancarta donde pod¨ªa leerse: "Cuando se haya cortado el ¨²ltimo ¨¢rbol, cuando el ¨²ltimo r¨ªo se halle envenenado, una vez capturado el ¨²ltimo pez, os dar¨¦is cuenta de que no se puede comer dinero". Tal vez eso valga como s¨ªntesis.
P. ?Cu¨¢l es, en este momento, la acci¨®n prioritaria que se plantea la organizaci¨®n?
R. Alertar, sobre los peligros que entra?a un barco, actualmente en estado de pruebas, destinado a trasladar desde Suecia hasta Cherburgo material radiactivo reciclable, y conseguir que jam¨¢s llegue a utilizarse como tal. Justamente acabo de telefonear a Suecia y me han comunicado que el barco embarranc¨® en sus costas durante una traves¨ªa experimental. Si hubiera ido cargado se habr¨ªa producido el desastre. Ellos mismos han contribuido a demostrar que la raz¨®n est¨¢ de nuestro lado.
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