"La historia de la m¨²sica depende de los archivos", seg¨²n Antonio Mart¨ªn Moreno
El music¨®logo andaluz Antonio Mart¨ªn Moreno, catedr¨¢tico de Historia de la M¨²sica del conservatorio malague?o y director de la c¨¢tedra de M¨²sica Rafael Mitjana de la Universidad de M¨¢laga, investiga actualmente en el Archivo de la catedral de M¨¢laga, donde se encuentran ejemplares de Francisco Guerrero, polifonista del siglo XVI, y de Jos¨¦ de Torres, el impresor del XVIII. En esta entrevista declara que "la historia de la m¨²sica y la cultura musical dependen de una serie de fondos que son los archivos".
El profesor Mart¨ªn Moreno manifiesta que "¨²ltimamente ha habido una gran demanda de informaci¨®n musical y quiero subrayar que la historia de la m¨²sica y la cultura musical dependen, como las dem¨¢s disciplinas, de una serie de fondos, en este caso, escritos, que son los archivos. Por eso es bueno recalcar que estamos ante un patrimonio de primer orden, a partir del cual debemos elaborar la propia historia de la m¨²sica. Y destaco esto porque incluso los estamentos oficiales, cuando hablan del patrimonio art¨ªstico, siempre olvidan lo musical, pues generalmente se piensa que la m¨²sica es aquello que suena, cuando en realidad el sonido es resultado de un proceso muy largo".En torno a la conservaci¨®n de los materiales musicales en la catedral de M¨¢laga, se?ala que "la Iglesia ha prestado gran atenci¨®n a los documentos escritos -en este caso, las partituras- desde tiempos remotos. Desde los primeros momentos de la catedral de M¨¢laga, a fines del siglo XV y comienzos del XVI, hay una gran preocupaci¨®n en atender al culto, a su ornato, con una relevante participaci¨®n musical. Un compositor navarro, que estuvo en M¨¢laga mucho tiempo y del cual conservamos miles de obras, Franc¨¦s de Iribarren, hizo en el siglo XVIII un primer intento serio, un cat¨¢logo que se conserva e incluso se ha publicado. En el siglo XIX, tambi¨¦n algunos maestros de capilla se ocuparon del tema, y en el XX nos encontramos desde hace ya algunos a?os con otro trabajo: es el del profesor Miguel Querol, que pas¨® por aqu¨ª y orden¨®, en una primera fase, el archivo. Ahora ha sido una preocupaci¨®n del cabildo actual, sobre todo a partir de la gesti¨®n del can¨®nigo arcediano don Juan C¨®mitre, muy preocupado por el tema. Me hizo part¨ªcipe de su inter¨¦s, y desde que llegu¨¦ a M¨¢laga y durante los cuatro a?os que llevo aqu¨ª me he hecho cargo de la catalogaci¨®n e inventario del archivo, cosa que espero terminar este a?o".
"Cuando llegamos aqu¨ª", a?ade, "hab¨ªa muchos papeles sueltos para cada obra musical y todos estaban mezclados, cada uno por su lado. Era un problema de ordenaci¨®n de papeles, y eso ha sido muy lento. Por otra parte, y eso hay que decirlo, no tenemos subvenci¨®n alguna; es decir, estamos haciendo un servicio a la cultura musical totalmente desinteresado, por un sentimiento vocacional profundo. Porque mientras este archivo y otros muchos como este no se conozcan, no podremos hablar con propiedad de la historia de la m¨²sica espa?ola, ni m¨¢s ni menos".
Manuscritos ¨²nicos
En la catedral de M¨¢laga hay manuscritos ¨²nicos cuya desaparici¨®n supondr¨ªa la de las obras que soportan. "Lo que pasa es que el sistema de trabajo de los maestros de capilla les llevaba a buscar los sitios mejor remunerados. Era como ir subiendo en el escalaf¨®n. M¨¢laga era un buen lugar en este sentido y, adem¨¢s, tiene tan favorable condici¨®n clim¨¢tica como para hacer del puesto de maestro de capilla un cargo muy apetecible para los m¨²sicos de cierta edad. Pero, por supuesto, hay obras de autores muy importantes representadas casi en exclusiva en este archivo. Por ejemplo, Franc¨¦s de Iribarren, al cual hemos citado antes, tiene aqu¨ª el ciento por ciento de su producci¨®n: unas tres mil y pico obras. Otros autores -Jos¨¦ Barrera, Esteban Redondo- tienen aqu¨ª casi el 90% de sus obras. Pero, como son autores de gran importancia, no ser¨ªa extra?o que apareciesen piezas suyas en otros archivos. El problema es que la imprenta musical no ha funcionado en Espa?a con la misma facilidad que en otros pa¨ªses europeos y, claro, los manuscritos tienen m¨¢s riesgo porque son documentos ¨²nicos, y ¨¦se es el peligro m¨¢s grave que tenemos y por el cual es conveniente difundir el estado actual de los archivos musicales".Adem¨¢s de m¨²sica religiosa tambi¨¦n se conserva m¨²sica instrumental. "Esto es una prueba que desmiente aquello tan repetido de que en la Espa?a del barroco apenas hab¨ªa m¨²sica instrumental, ni en el XVII, ni en el XVIII. Esto es falso. Aqu¨ª han aparecido una serie de conciertos para ¨®rgano y orquesta de Jos¨¦ Barrera, Esteban Redondo, Tadeo Murguia -ya de la segunda mitad del siglo XVIII-, que coinciden con el estreno de estos dos ¨®rganos maravillosos de Juli¨¢n de la Orden. Seg¨²n vemos en las actas capitulares, el cabildo obligaba a sus compositores a crear estas piezas instrumentales para lucimiento del ¨®rgano". O sea, una vez m¨¢s comprobamos, desde el punto de vista sociol¨®gico, c¨®mo la m¨²sica depende de muchos factores externos. En este caso, la existencia de los mencionados conciertos surgi¨® gracias a haberse instalado dos ¨®rganos extraordinarios".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.