Aspectos del gran discurso del Rey

( ... ) Junto a la idea central del discurso de la Corona pronunciado por el Rey en la solemne apertura de la segunda legislatura de las Cortes, que gir¨® en torno a la perentoria necesidad de robustecer al Estado en medio de las alternancias y cambios pol¨ªticos que los espa?oles se?alan con su voto y que contribuyen con su misma din¨¢mica a ese robustecimiento, el Rey de Espa?a hizo valoraciones concretas de nuestra situaci¨®n pol¨ªtica que merecen una reflexi¨®n.Y, desde luego, hizo esas valoraciones, no s¨®lo desde el plano neutro y por encima de la lucha pol¨ªtica de partido, que es el propio e institucional de la Corona, pero no por eso dejaron de ser valoraciones muy netas. Claras y di¨¢fanas, sin duda, las relativas al terrorismo y a la misma mec¨¢nica de fuerza bruta que el terrorismo trata de contagiar y suscitar; pero, por eso mismo, igualmente netas en su cr¨ªtica de aquellas posturas que desde grupos sociol¨®gicos o pol¨ªticos extraparlamentarios, o hasta en zonas de grupos parlamentarios, vienen manteniendo la necesidad de una respuesta material que implique la suspensi¨®n o la modificaci¨®n del Estado de derecho. Y era preciso desenga?ar a los espa?oles del espejismo de esa supuesta efectividad, no s¨®lo porque en realidad es un puro espejismo, sino porque el mantenimiento de esas actitudes viene ayudando, como ninguna otra cosa, a la perpetuaci¨®n de un clima de desasosiego y de falta de confianza en la virtualidad del sistema democr¨¢tico, y precisamente es toda la confianza en el sistema y el apoyo total al Estado de derecho y a sus mecanismos de defensa, la que se precisa para la efectividad real de esta defensa y de liquidaci¨®n de la plaga terrorista, sin caer en lo que precisamente ese terror se propone con sus actos criminales. ( ... )

28 de noviembre