Jose Mar¨ªa Maravall piensa en la posibilidad de una nueva ley de bases de la educaci¨®n

"He rele¨ªdo estos d¨ªas un libro en el que Crosland cuenta sus impresiones ante una situaci¨®n semejante a la que me encuentro yo ahora, y he tenido que abandonarlo porque contribu¨ªa a asustarme todav¨ªa m¨¢s", ha manifestado a EL PAIS Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall, quien sit¨²a en el primer plano de sus preocupaciones m¨¢s inmediatas el prestar la m¨¢xima atenci¨®n a la mejora de la escuela p¨²blica."Usted sabe" dice el nuevo ministro de Educaci¨®n y Ciencia, "la enorme ca¨ªda que experiment¨® el cap¨ªtulo de inversiones a partir de 1978. As¨ª que es absolutamente imprescindible crear oferta p¨²blica, sobre todo en los niveles m¨¢s abandonados". Vincula a esta preocupaci¨®n la que siente por la situaci¨®n del profesorado, del que textualmente afirma que "no puede seguir viviendo como ahora se encuentra, v¨ªctima de una m¨¢s que evidente y grave p¨¦rdida del valor adquisitivo de su salario". Y a?ade: "Me gustar¨ªa hacer algo realmente efectivo en este terreno, aunque naturalmente tendr¨¦ que contar con el punto de vista del equipo econ¨®mico".

En el mismo lugar de prioridades sit¨²a el "establecimiento sobre bases firmes y definitivas de las reglas de juego para las relaciones, entre el sector p¨²blico y el sector privado de la ense?anza, aunque rechaza cualquier hip¨®tesis deliberadamente malintencionada de que los socialistas vayan a entrar en el terreno de la ense?anza privada como "caballo en cacharrer¨ªa", seg¨²n la t¨®pica imagen al uso.

Por otra parte, se muestra dispuesto a "desdramatizar" el tema del Estatuto de Centros, y, aunque no es demasiado expl¨ªcito en cuanto a las v¨ªas concretas para esta de sdramatiz aci¨®n, puesto que el programa electoral inclu¨ªa de forma expl¨ªcita el proyecto de sustituir la ley de Centros por otra, deja entrever diversas y alternativas f¨®rmulas legislativas que podr¨ªan servir a tal empe?o.

Frente a la posibilidad de una ley de bases de la Educaci¨®n, equivalente a una nueva ley general de Educaci¨®n, pero mucho menos pormenorizada que aquella, puesto que "ser¨ªa fundamentalmente una ley marco", existe la alternativa de acometer un programa de legislaci¨®n pormenorizada sobre aspectos parciales que tienen que ver m¨¢s o menos directamente con la ley de Centros, y en el que cabr¨ªa una ley espec¨ªfica para los centros subvencionados.

Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall deja en el aire el enorme interrogante que abren ambas posibilidades, aunque se le ve m¨¢s proclive a la primera de las dos f¨®rmulas apuntadas, puesto que "hay que encontrar una ley b¨¢sica que sirva realmente para el gobierno de cualquiera de las alternativas de poder". Por otra parte, su aparente indefinici¨®n moment¨¢nea parece dar fe de la voluntad de trabajar en equipo, y eso tanto hacia el interior de su departamento cuanto en relaci¨®n con el resto del Gabinete.

Esta es la raz¨®n de que tampoco quiera confirmar ni desmentir si los nombres que el periodista va apunt¨¢ndole como "los que m¨¢s suenan" para ocupar' os principales cargos de su departamento est¨¢n bien fundamentados. "Comprenda", dice, "que esa es, aunque a iniciativa del director de cada departamento, decisi¨®n de todo el Consejo de Ministros y que, adem¨¢s, en muchos casos unos nombres dependen de otros".

Jos¨¦ Torreblanca, subsecretario

S¨®lo confirma el de Jos¨¦ Torreblanca para la subsecretar¨ªa del departamento, pero pone "cara de poker" y no suelta prenda cuando se le menciona el nombre de Carmina Virgil, como probable secretaria de Estado para Universidades; el de Emilio Lamo de Espinosa, como previsible director general de Ordenaci¨®n Universitaria, o el de Joaqu¨ªn Arango como secretario general t¨¦cnico del departamento. As¨ª que el informador acaba por renunciar a seguir con la lista.

La idea de desdramatizar se refiere tambi¨¦n a la tan tra¨ªda y llevada ley de Autonom¨ªa Universitaria, sobre la que es algo m¨¢s expl¨ªcito: "No puede volver a ser una ley de personal", sino que tendr¨¢ que ser un proyecto de ley que sirva de verdad para la reforma de la universidad.