Pi?ero y Ca?izares valoran el car¨¢cter altruista de la Copa del Mundo de Golf
Manuel Pi?ero y Jos¨¦ Mar¨ªa Ca?izares ganaron el domingo la Copa del Mundo de Golf por equipos, que se disput¨® en Acapulco. La victoria tuvo mayor contundencia que la que en 1976 lograron Ballesteros y Pi?ero, y al a?o siguiente, Ballesteros y Garrido. Adem¨¢s, en la clasificaci¨®n individual Pi?ero fue primero, y Ca?izares, segundo. Ambos, en su llegada ayer a Madrid, valoraron el esp¨ªritu de la Copa del Mundo, "competici¨®n que juegan todos los profesionales del mundo sin cobrar nada".
La Copa de] Mundo se instituy¨® en 1953 como Canada Cup y en 1966 pas¨® a tener car¨¢cter oficial. Espa?a ha participado desde la segunda edici¨®n ininterrumpidamente, con clasificaciones muy destacadas. El profesionalismo del golf caus¨® en la Copa del Mundo la misma crisis que atraves¨® la Copa Davis en el tenis: las grandes figuras casi siempre renunciaron a jugar por su pa¨ªs la Copa del Mundo cuando coincid¨ªa con torneos dotados de premios en met¨¢lico muy fuertes. Este a?o, por ejemplo, los profesionales m¨¢s cotizados -Ballesteros entre ellos- jugaron en Sur¨¢frica un torneo que repart¨ªa cien millones de pesetas. Los problemas de la Copa del Mundo llegaron el a?o pasado a su m¨¢ximo grado cuando hubo que suspenderla por falta de patrocinadores.Este a?o M¨¦xico se encarg¨® de sacar adelante la Copa del Mundo. Dispuso poco m¨¢s de ocho millones de pesetas en premios para repartir entre los cuatro primeros equipos y los cuatro primeros jugadores clasificados. Las posibilidades de que resultase rentable econ¨®micamente jugar la Copa del Mundo eran escasas para todos.
Esta es la segunda vez que Manuel Pi?ero contribuye a ganar la Copa del Mundo. La primera vez fue con Ballesteros en 1966; la segunda, con Ca?izares. La ausencia de Ballesteros este a?o, junto con otras primeras figuras, obliga a preguntarse si el resultado hubiera sido el mismo con ¨¦stas en concurso. Pi?ero dice: "En la Copa del Mundo s¨®lo participan dos jugadores por pa¨ªs. En Estados Unidos, como en otros pa¨ªses, hay tal cantidad de excelentes jugadores que nunca se puede saber cu¨¢les son los que est¨¢n en mejor momento. S¨ª se puede asegurar que a los que participan no se les puede juzgar de antemano inferiores a los ausentes".
Tanto Pi?ero como Ca?izares llevan ya cerca de veinte a?os en el golf. Ambos empezaron como caddys. Ahora su compenetraci¨®n es m¨¢xima y en Acapulco estuvo enriquecida por la compa?¨ªa de Jimmy, un caddy ingl¨¦s, ya cuarent¨®n, que lleva seis a?os acompa?ando a Pi?ero por el mundo. No hay nadie como ¨¦l capaz de medir la distancia exacta de cada golpe. Sus consejos sobre c¨®mo jugar algunos tiros resultaron decisivos para alcanzar el triunfo. "L¨¢stima que la figura del caddy est¨¦ desapareciendo porque con ella se va la cantera de este deporte. Sin ellos y sin campos p¨²blicos no puede vislumbrarse el relevo a la media docena de jugadores que somos en Espa?a".
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