Apertura de una investigaci¨®n jucial contra los dirigentes sindicales italianos de banca

La Magistratura de Roma anunci¨® el pasado martes la apertura de una investigaci¨®n judicial contra los dirigentes sindicales de los 290.000 empleados italianos de banca que se encuentran en huelga casi ininterrumpida desde hace un mes. Este hecho no tiene precedentes, igual que la duraci¨®n de esta acci¨®n reivindicativa de los cuellos blancos de la pen¨ªnsula que se han beneficiado hasta estos ¨²ltimos a?os de una situaci¨®n y de unas condiciones salariales envidiadas por el resto de los trabajadores italianos.

El responsable de las actuaciones judiciales, el sustituto del procurador de la Rep¨²blica, Luciano Infelisi, no es un desconocido para la opini¨®n p¨²blica, y menos a¨²n para el servicio p¨²blico: es el mismo magistrado que puso en prisi¨®n, a principios de a?o, a varios funcionarios en el marco de su gran campa?a contra el absentismo. En el oto?o, Infelisi orden¨® varias inspecciones policiales en los principales hospitales de la capital, donde los m¨¦dicos hab¨ªan emprendido una huelga indefinida para mejorar sus condiciones de trabajo.Haciendo una religi¨®n del servicio del Estado, Luciano Infelisi se apoya en su lucha contra los bancarios sobre una sentencia del tribunal de casaci¨®n que define como un servicio P¨²blico a todos los bancos, no s¨®lamente a los establecientos nacionalizados, sino tambi¨¦n a los centenares de bancos privados de la pen¨ªnsula.

El nuevo ministro italiano de Finanzas, el socialista Francesco Forte, parte del mismo principio, puesto que est¨¢ amenazando impl¨ªcitamente a los empleados de banca con un requerimiento en caso de que las negociaciones sindicales no lleguen a buen fin.

Mientras tanto, la huelga contin¨²a y paraliza poco a poco todas los engranajes de la econom¨ªa italiana: as¨ª, el Gobierno ha tenido que prolongar quince d¨ªas el plazo que hab¨ªa concedido a los defraudadores fiscales para ponerse en regla con la Administraci¨®n.

Delante de las pocas sucursales abiertas en la capital, se forman colas de espera desde las siete de la ma?ana, y en ellas las conversaciones giran en torno a los "privilegiados de cuellos blancos". Se denuncia por todas partes el hecho de que reciben diecis¨¦is mensualidades por a?o, que las ventanillas s¨®lo se abren al p¨²blico desde las 9.00 a las 13.30, y que cierran los s¨¢bados.

En su defensa, los representantes de los sindicatos de empleados de banca han recordado, y el hecho es incontestable, que el sistema de escala m¨®vil salarial, en vigor desde 1975, y actualmente denunciado. por la patronal de la industria, a originado principalmente los descensos salariales.