Andr¨¦s Zald¨ªvar: "Deseo que la democracia cristiana espa?ola se unifique en un solo partido pol¨ªtico"
Pregunta. ?Son ambiciosos los proyectos pol¨ªticos de Andr¨¦s Zald¨ªvar para la Internacional Dem¨®crata Cristiana?Respuesta. Si. Quiero dinamizarla profundamente. Voy a ser un presidente itinerante. Pese a que no contamos con grandes medios, estimular¨¦ todo lo que pueda el trato directo con todas las organizaciones de la Internacional. Deseo implementar la colaboraci¨®n con las Internacionales Socialista y Liberal.
Ahora en el Consejo Pol¨ªtico van a estar representados todos los partidos nacionales, 58 en total, de Am¨¦rica, Europa, Asia y Africa, continentes ¨¦stos dos en los que la Democracia Cristiana inicia un auge evidente. Camer¨²n, Uganda e isla Mauricio son los tres nuevos miembros de nuestra organizaci¨®n.
P. Algunos temen que usted se convierta en un presidente m¨¢s atento a sus correligionario s de Am¨¦rica Latina que a los de Europa u otros continentes.
R. Quiero ser el presidente de todos.
P. ?Significa su designaci¨®n que los partidos de la DC de Alemania Occidental y de Italia, el eje BonnRoma, va a perder su tradicional y decisiva influencia en la Internacional Dem¨®crata Cristiana?
R. Nadie puede minusvalorar la importancia ni el tonelaje de alemanes e italianos, pero ellos van a tener en mi un portavoz del Tercer Mundo dentro de su casa. Mi designaci¨®n es una muestra inteligente de apertura en este sentido. Desde luego, el liderazgo pol¨ªtico de los pa¨ªses desarrollados se va a mantener en la nueva etapa, pero con el contrapeso de que la conducci¨®n del conjunto estar¨¢ en manos de un hombre del Tercer Mundo.
P. En Espa?a, y dentro de los numerosos sectores democristianos, ?qu¨¦ grupo va a ser homologado por su Internacional, el de Fernando Alvarez de Miranda o el de Oscar Alzaga?
R. En Espa?a s¨®lo estaban homologados el Partido Nacionalista Vasco y la Uni¨® Democr¨¢tica de Catalu?a, a nivel de partidos de comunidades aut¨®nomas, pero no hab¨ªa ninguno a nivel estatal.
La fundaci¨®n que encabeza Fernando Alvarez de Miranda tiene su presencia en la IDC, como tal fundaci¨®n. La Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico no es un partido democristiano, si bien en su interior exist¨ªa una importante corriente de pensamiento de tales caracter¨ªsticas.
P. ?Conoce usted la crisis centrista en nuestro pa¨ªs y las diferentes posiciones de los sectores de la DC espa?ola?
R. S¨ª. Conozco la crisis sufrida por el partido centrista en Espa?a y en base a ella no quisiera pronunciarme ni en un sentido ni en otro por considerarlo una falta de cortes¨ªa hacia la hospitalidad que Espa?a me ha dado, ya que aqu¨ª vivo exiliado y aqu¨ª pienso seguir viviendo. S¨ª puedo decir, sin embargo, que ser¨¢ homologado el partido que tenga la condici¨®n de ser un partido estrictamente dem¨®crata cristiano. Como quiera que hay varios sectores diferenciados, yo espero que se produzca una convergencia, una fusi¨®n en una ¨²nica organizaci¨®n pol¨ªtica. En mi opini¨®n Espa?a necesita de un partido con posiciones de centro progresista, democr¨¢tico, humanista y cristiano.
P. Empero, ese proyecto, dada la actual divisi¨®n entre unas familias pol¨ªticas de la DC y otras, parece improbable.
R. La Democracia Cristiana, contrariamente a lo que algunos creen, no es una fuerza conservadora, sino que es una fuerza pol¨ªtica que est¨¢ por el cambio, por el progreso, sin perjuicio de que se puedan buscar alianzas coyunturales o a m¨¢s largo plazo con la derecha o con la izquierda. La homologaci¨®n espa?ola deber¨¢ hacerla, no obstante, el. Consejo Pol¨ªtico de la Internacional Dem¨®crata Cristiana. Creo que todav¨ªa es prematuro pronunciarse sobre ello.
P. ?No cree que ese proceso de convergencia puede ser demasiado espinoso como para ser posible?
R. Hay que esperar un decantamiento. No olvide que tambi¨¦n hay dem¨®cratas cristianos sueltos, no vinculados a ninguno de los grupos. La internacional democristiana lo ¨²nico que puede hacer es contribuir para que no haya m¨¢s divisiones, para favorecer la coalici¨®n.
P. ?Es usted optimista respecto al proyecto acariciado por algunos de convertir la, UCD en una suerte de UDC (Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana)?
R. Yo deseo fervientemente la uni¨®n de la DC espa?ola en una sola formaci¨®n pol¨ªtica.
P. A nadie se le oculta el cuidado de la IDC en su pol¨ªtica respecto a Estados Unidos. ?Cu¨¢les van a ser las relaciones entre la organizaci¨®n que usted preside y la Administraci¨®n norteamericana de Ronald Reagan?
R. Estados Unidos es una superpotencia y un pa¨ªs democr¨¢tico, a la vez, con los defectos y virtudes que una cosa y otra implican. Creo que con Washington debemos mantener relaciones normales, positivas y, a la vez, hablar con gran franqueza, negando lo que nosotros consideremos negativo.
En relaci¨®n a Estados Unidos deseamos mantener la tesis de la modificaci¨®n de las relaciones entre el Norte y el Sur, y que su desarrollo no se vea truncado por la confrontaci¨®n Este-Oeste. Somos contrarios a reforzar este enfrentamiento entre los bloques. Respecto a la URSS, creemos que es antidemocr¨¢tica y que conlleva la infracci¨®n permanente de los derechos fundamantales y practica la intervenci¨®n directa en los asuntos de otros Estados. Asimismo, estamos igualmente en contra del intervencionismo directo o indirecto de Estados Unidos o la URSS en Centroam¨¦rica.
P. Sin adoptar posiciones de fuerza y tras los fracasos registrados en Canc¨²n, ?qu¨¦ medios tiene el Sur deprimido de nuestro planeta para hacerse escuchar por el Norte rico y desarrollado?
R. La v¨ªa es la de la integraci¨®n regional, la del cierre de fronteras, la de una suerte de proteccionismo que obligue a la tecnolog¨ªa extranjera a alejarse de all¨¢. Ello, unido a la disminuci¨®n de los gastos de armamento, puede permitir que nuestros Gobiernos puedan trabajar y gobernar sin los agobios que sufren.
R. Esto en boca del presidente de la Internacional Dem¨®crata Cristiana a algunos les podr¨ªa parecer algo subversivo...
P. Yo s¨¦ que vamos a chocar con fuertes intereses en contra Pero no hay otro camino. As¨ª sali¨® Europa, tras la segunda guerra mundial, del estancamiento en el que se hallaba postrada. Adenauer, De Gasperi y Schumann plantearon la integraci¨®n europea Obligaron a Estados Unidos a transferir tecnolog¨ªa y a invertir sus capitales. ?Por qu¨¦ no podemos nosotros lograrlo?
P. Usted habla de la integraci¨®n regional como si fuera una soluci¨®n m¨¢gica, pero mecanismos d este tipo, como el Pacto Andino encaran una situaci¨®n de crisis evidente.
R. El Acuerdo de Cartagena comenz¨® a debilitarse cuando surgieron en nuestro continente los reg¨ªmenes militares dictatoriales. La d¨¦cada de los setenta ha sido en Am¨¦rica Latina la de la no democracia. Cuando se redemocratice el continente, la integraci¨®n ser¨¢ imparable.
P. Dado el nivel de dependencia y endeudamiento que Am¨¦rica Latina sufre, no parece viable que los intentos integradores vayan a medrar f¨¢cilmente.
R. Yo creo que la deuda externa latinoamericana debe sindicarse conjuntamente, para ser negociada de modo global.
P. Pero, ?piensa usted que los grandes bancos internacionales acreedores van a aceptar una f¨®rmula de este tipo?
R. S¨¦ que se opondr¨¢n, pero esta es la ¨²nica f¨®rmula racional y realista que puede adoptarse tras sentarse todos los interesados alrededor de una misma mesa y teniendo muy claro que los pa¨ªses deben satisfacer los compromisos a los que se obligan.
P. ?Cree usted que la democracia pol¨ªtica trae siempre, en Am¨¦rica, la democracia econ¨®mica?
R. La primera es necesaria, pero no suficiente, para lograr la segunda. Pero sin la presencia de ambas, las dos se hunden velozmente.
P. A la Internacional Socialista y a ustedes, desde una cierta ¨®ptica, se les achaca que en un continente como Am¨¦rica Latina se carece de elementos de transacci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica para lograr acuerdos sociales y pol¨ªticos que hagan viables los diferentes modelos que ambas preconizan. En consecuencia se asegura que s¨®lo es viable la revoluci¨®n. ?Qu¨¦ opina de esto?
R. Los pueblos que son arrastrados a la desesperaci¨®n, se agarran adonde pueden. El totalitarismo sandinista de hoy es el resultado de cuarenta a?os de dictadura infame del dictador Somoza, cuya actividad hace que los pueblos se adhieran a la violencia.
Nosotros no podemos vivir el bipartidismo estable de los europeos, pero Venezuela, por ejemplo, tiene democracia desde los a?os cincuenta, cuando las principales fuerzas pol¨ªticas acordaron el pacto de punto fijo. Y ah¨ª siguen.
P. ?Y en El Salvador? Napole¨®n Duarte intent¨® hacer lo que ustedes preconizan y quien manda hoy en la capital es Roberto D'Aubuisson, la extrema derecha, y en el interior y en la sierra, los guerrilleros.
R. Duarte no fracas¨®. Se comprometi¨® a hacer elecciones y ha cedido el poder a quien gan¨® en las urnas. Esto es una muestra de su talante democr¨¢tico.
P. ?No es acaso un fracaso, y rotundo, que cada semana la extrema derecha gobernante le asesine militantes y dirigentes de la DC?
R. Pag¨® el precio que hay que pagar por ser dem¨®cratas.
P. ?Aceptar¨ªa usted mediar entre Nicaragua y Honduras para evitar la guerra?
R. Hay que impedir cualquier conflicto. A Am¨¦rica Latina hay que llevarle soluciones democr¨¢ticas. A veces nos dejamos llevar por el fatalismo. Creo que no es demasiado tarde a¨²n. Hay mucho que hacer.
P. En el ¨¢mbito global, ?se encuentra la IDC m¨¢s cerca del rearme o del desarme?
R. Indiscutiblemente, estamos por el desarme. Este es un tema al que damos gran prioridad por encima de cualquier otro. Sin embargo s¨¦ que ante esta cuesti¨®n nuestras discusiones pueden ser m¨¢s densas por parte de nuestros compa?eros de Europa Occidental.
P. ?Se refiere Usted en concreto al Gobierno del democristiano Helmut Kohl, de la RFA?
R. No concretamente, sino tambi¨¦n a los franceses, a los brit¨¢nicos, a los alemanes occidentales, etc¨¦tera. Respecto al tema del armamamento, hay m¨¢s sensibilidad en Europa.
El drama de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, sobre todo en las dictaduras militares, es que se dejan atraer por el aparto comercial de las agencias multinacionales del armamento, que han convertido a nuestros pa¨ªses en sus principales clientes y deudores, aumentando enormemente las cantidades adeudadas. Hay que poner coto al sobrearmamentismo.
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