El Parlamento polaco estudia la suspensi¨®n de la ley marcial y pero los militares mantienen numerosas medidas represivas
ENVIADO ESPECIAL, En dos proyectos de ley presentados ayer al Parlamento polaco (Sejm), en Varsovia, se prev¨¦ la suspensi¨®n del estado de guerra, pero las autoridades militares se reservan un extenso n¨²mero de normas legales que les permiten, en cualquier momento, ejercer medidas represivas.
El anuncio que el general Wojciech Jaruzelski hizo el domingo, en la televisi¨®n, de que se suspender¨ªa la ley marcial en Polonia se concret¨® ayer con dos proyectos de ley presentados en el SEJM por el presidente del Consejo de Estado, Henryk Jablonski. Cuatro minutos antes de las once de la ma?ana hizo su entrada en el edificio del SEJM el presidente del Consejo Militar, general Jaruzelski, que con gesto envarado atraves¨® un pasillo humano formado por las c¨¢maras de las televisiones de varios pa¨ªses.En la sesi¨®n del SEJM habl¨® durante algo m¨¢s de media hora el presidente del Consejo de Estado el jefe del Estado polaco, Henryk Jablonski, que record¨® c¨®mo era la situaci¨®n hace un a?o, cuando se implant¨® la ley marcial.
Normalizaci¨®n
Jablonski habl¨® varias veces de nueva etapa en Polonia, de normalizaci¨®n, y expuso los grandes rasgos de las leyes que se someten a la aprobaci¨®n del SEJM sobre la suspensi¨®n del estado de guerra.
Los proyectos de ley prev¨¦n la suspensi¨®n -no la abolici¨®n- del estado de guerra. La abolici¨®n definitiva se har¨¢ -seg¨²n los discursos de Jaruzelski, el domingo, y de Jablonski, ayer- "en el momento en que las circunstancias lo permitan", lo antes posible".
Las autoridades polacas conservan las manos libres para reimplantar o abolir la ley marcial, seg¨²n las necesidades. El Consejo de Estado ser¨¢ el organismo encargado de tomar las medidas de abolici¨®n definitiva o de restablecimiento, a propuesta del Consejo de Ministros.
El primer proyecto de ley, "sobre los cambios de la ley de Regulaciones Jur¨ªdicas Especiales durante el per¨ªodo del estado de guerra", establece la suspensi¨®n de una serie de medidas implantadas el 13,de diciembre de 1981.
Este proyecto de ley prev¨¦ la supresi¨®n del internamiento, libertad de movimientos, libertad de organizar reuniones, fin de la censura de Correos y tel¨¦fonos, derecho de huelga, suspensi¨®n de la prohibici¨®n de hacer fotos, filmar, etc¨¦tera.
Todas estas medidas liberalizadoras quedan reducidas por el segundo proyecto de ley "sobre las regulaciones jur¨ªdicas especiales durante el per¨ªodo de suspensi¨®n del estado de guerra". Este segundo proyecto contiene una serie de normas especiales para el per¨ªodo de suspensi¨®n de la ley marcial que pr¨¢cticamente deja las manos libres a las autoridades cuando necesiten o crean necesario recurrir a las medidas represivas.
Contrato laboral
En las empresas ahora desmilitarizadas no se podr¨¢ denunciar el contrato laboral unilateralmente, sino de mutuo acuerdo con la direcci¨®n. El director de la empresa puede, seg¨²n las necesidades, obligar a trabajar hasta 46 horas semanales.
Las organizaciones suspendidas podr¨¢n ser autorizadas de nuevo por el organismo que las suspendi¨® en un plazo m¨¢ximo de seis meses. Las que han sido disueltas definitivamente (la de periodistas, actores o el sindicato Solidaridad) no resucitar¨¢n.
Las personas f¨ªsicas no podr¨¢n todav¨ªa disponer de sus cuentas en divisas, bloqueadas hace un a?o. Si un trabajador participa en una protesta o acci¨®n ilegal podr¨¢ ser despedido sin previo aviso, y lo mismo se aplicar¨¢ a los estudiantes, que podr¨¢n ser expulsados de la universidad, por esos mismos motivos, sin necesidad de expediente disciplinario.
Una de las disposiciones especialmente ambiguas, que deja gran margen de actuaci¨®n represiva, es una reforma del C¨®digo Penal sobre la propaganda ilegal. El nuevo art¨ªculo dice que "quien, con intenci¨®n de distribuirlo, produce, guarda, lleva consigo o env¨ªa escritos, impresos, grabaciones, pel¨ªculas u otros objetos podr¨¢ ser condenado a penas entre seis meses y cinco a?os". Otra norma de gran ambig¨¹edad establece que "quien act¨²a para provocar des¨®rdenes p¨²blicos y excesos podr¨¢ ser condenado hasta tres a?os". Otra norma establece que despu¨¦s de iniciado un procedimiento judicial, el tribunal y el fiscal podr¨¢n ordenar que toda la correspondencia y el tel¨¦fono del acusado sean controlados durante el tiempo necesario sin que sea necesario advertirle.
Con todas estas disposiciones legales, que el SEJM aprobar¨¢ con seguridad el pr¨®ximo d¨ªa 18, la suspensi¨®n de la ley marcial se cumple formalmente, pero las autoridades se reservan una serie de mecanismos que pr¨¢cticamente reducen a una operaci¨®n cosm¨¦tica el anunciado fin del estado de guerra. El r¨¦gimen polaco no parece decidido a una persecuci¨®n implacable de la oposici¨®n. Con las medidas anunciadas ayer deja abierta la puerta a un retorno a la legalidad a los que hoy d¨ªa act¨²an en la clandestinidad, pero, al mismo tiempo, ha dejado claro que no est¨¢ dispuesto a consentir la vuelta a la actividad sindical independiente en la forma que intenta la oposici¨®n.
El portavoz del Gobierno polaco, Jerzy Urban, anunci¨® categ¨®ricamente el fin del internamiento y, la puesta en libertad de los internados casi con seguridad antes de las Navidades. Urban dijo que actualmente el n¨²mero de internados es de unos doscientos, pero tambi¨¦n a?adi¨® que hay abiertos procesos y algunos pueden pasar de internados a presos casi autom¨¢ticamente. No hubo forma de que el portavoz precisase qui¨¦nes se quedar¨¢n en la c¨¢rcel, y se limit¨® a mencionar a los miembros del Comit¨¦ de Autodefensa Social (KOR), que ya tienen abierto un proceso que se espera se celebre el pr¨®ximo enero.
Displicencia para Walesa
Urban coment¨® con displicencia la carta que el presidente del sindicato disuelto Solidaridad dirigi¨® a JaruzeIski. Urban dijo que Walesa es una persona privada y que como tal puede escribir una carta cuando quiera a Jaruzelski. Urban declar¨® que en la presidencia del Consejo de Ministros hay un departamento encargado de despachar la correspondencia, y en su d¨ªa se responder¨¢ a la carta del se?or Walesa, el "ex presidente de un sindicato que ya no existe".
Urban ironiz¨® sobre el hecho de que la carta se hiciese p¨²blica en los medios de comunicaci¨®n occidentales y dijo que supon¨ªa que Jaruzelski la habr¨ªa recibido, "porque conf¨ªo en que el correo polaco funcione".
El portavoz gubernamental asegur¨® que no sabe si hay alguna petici¨®n para celebrar un acto el pr¨®ximo d¨ªa 16 en Gdansk, con motivo del aniversario de los muertos de diciembre de 1970.
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