La patronal francesa pretende sensibilizar a la opini¨®n p¨²blica sobre la importancia de la libre empresa
La competencia es el ¨²nico regulador en el que confiamos, sentenci¨® ayer el presidente del Consejo Nacional de los Patronos Franceses (CNPF), Yvon Gattaz, en el discurso inaugural de Los estados generales de la empresa, celebrado en las cercan¨ªas de Par¨ªs, en el poblado de Villepinte. Alrededor de 25.000 patronos y jefes de empresa participaron en la m¨¢s imponente manifestaci¨®n de este g¨¦nero celebrada en Francia. Dieciocho meses despu¨¦s de la llegada al poder de los socialistas, la patronal francesa ha criticado al Gobierno. Le ha hecho entrega de un plan de ocho propuestas para resolver los problemas m¨¢s graves y ha querido ilustrar la importancia de la empresa ante la opini¨®n p¨²blica.
La raz¨®n ¨²ltima y profunda de esta manifestaci¨®n sin precedentes en los anales de la historia de Francia es clara: la opini¨®n p¨²blica. En este pa¨ªs, a medida que la crisis se enra¨ªza en cada hogar, empieza a tomar conciencia de la importancia de las realidades econ¨®micas en el funcionamiento de una sociedad. A su vez, el poder socialista, en dieciocho meses de poder, del estado desde el que ped¨ªa la ruptura con el capitalismo, ha evolucionado hacia una plataforma desde la que, de d¨ªa en d¨ªa, acent¨²a m¨¢s su discurso liberal.En esta coyuntura, la patronal francesa ha montado estos estados generales de la empresa para dar a conocer su imagen ante la opini¨®n y para desvirtuar todo intento, por parte del poder, de formar el cambio en el sentido de la radicalizaci¨®n.
Antagonismo hist¨®rico
Desde la primavera pasada, en Francia puede decirse que el protagonista de la vida de cada d¨ªa es la econom¨ªa. Una vez realizadas las reformas que el miterrandismo acometi¨® desde que tuvo acceso al poder, en mayor de 1981, el Gobierno, el aparato productivo y de, manera m¨¢s general, todos los franceses, se encontraron de bruces ante la crisis econ¨®mica. Todo lo dem¨¢s ha pasado a segundo plano.Hasta ese momento, el antagonismo hist¨®rico entre el dinero y el moralismo, cristiano o ideol¨®gico de izquierda, vivi¨® sus ¨²ltimos d¨ªas de gloria.
El muro del dinero, las doscientas familias que lo poseen todo, o casi, en Francia, los enemigos del interior, los saboteadores de la econom¨ªa nacional son los temas antipatronales que resumen la doctrina que prevaleci¨® en los medios oficiales socialistas durante su primer a?o de gesti¨®n.
Oposici¨®n pol¨ªtica
La patronal, por su lado, reemplazando, de hecho, al poder pol¨ªtico de la, oposici¨®n, afront¨® a los socialistas, denunciando sin respiro todas las medidas que, a su entender, "ponen la empresa en peligro".Seg¨²n lema de la reuni¨®n de ayer, la quinta semana de vacaciones pagadas, las 39 horas semanales de trabajo pagadas como cuarenta, algunas de las leyes que ampl¨ªan los derechos de los trabajadores, destinadas a reforzar el antagonismo sindicatos-dirigentes, seg¨²n el vicepresidente del CNPF, Michel Maury Taribiere.
El resultado de estas y otras medidas, contabilizado por los dirigentes de la patronal, es el siguiente: 100.000 millones de francos suplementarios de cargas al a?o, aumento del paro, p¨¦rdida de competitividad de las empresas (Francia pas¨®, seg¨²n esos estudios, del octavo al decimoquinto puesto), crecimiento del 14,30% del coste unitario de la mano de obra, frenazo sensible de la pensi¨®n en general y en el plano industrial m¨¢s particularmente.
El pulso a muerte entre el Gobierno socialista y la patronal cedi¨® cuando el cambio de pol¨ªtica econ¨®mica el verano pasado, al decretar una estrategia de austeridad. Su discurso econ¨®mico gir¨® tambi¨¦n 180 grados. El presidente de la Rep¨²blica Francesa, Fran?ois Mitterrand, y el primer ministro, Pierre Mauroy, aprovechan ahora todas las ocasiones para resaltar la importancia del buen funcionamiento de las empresas como respuesta primera a la crisis.
El ministro de Econom¨ªa, Jacques Delors, en v¨ªsperas de la reuni¨®n de los empresarios, formul¨® la necesidad de un compromiso social para terminar definitivamente con las teor¨ªas que alimentan la dicotom¨ªa, obreros contra la empresa y viceversa".
En esta tesitura, de tregua entre la patronal y el Gobierno socialista, con sus estados generales, los jefes de empresa quieren alertar a la opini¨®n sobre la situaci¨®n peligrosa en que, a su modo de ver, se encuentra el motor real de la m¨¢quina econ¨®mica del pa¨ªs.
Reacci¨®n positiva
La patronal viene acogiendo como positivo el nuevo discurso gubernamental, "pero a¨²n hay dirigentes pol¨ªticos que desear¨ªan la prosperidad de las empresas, y al mismo tiempo, la desaparici¨®n de los empresarios", dijo ayer el presidente del CNPF, Gattaz, que a?adi¨®: "QuereMos menos Estado, menos Administraci¨®n, m¨¢s libertad", tema que a¨²n choca con las ideas profundas de los socialistas, seg¨²n las cuales, en el sector nacionalizado reposan las posibilidades de relance y de reconquista del mercado perdido en dieciocho meses de reorganizaci¨®n y de dudas.La patronal desea que, sus estados generales, no sean interpretados como un mitin pol¨ªtico monstruo contra el Gobierno, cosa dif¨ªcil en parte, si se tiene en cuenta que, dos fracciones del poder (los comunistas y una franja ultra de los socialistas) siguen manifestando su odio visceral antipatronal, de igual manera que la vieja guardia empresarial, capitaneada por el primer vicepresidente del CNPF, M. Chotard, se declara resistente "hasta el final" contra la coalici¨®n comunistas-socialistas.
Por su parte, la Bolsa de Par¨ªs recogi¨® las manifestaciones patronales con un saldo positivo, hecho al que ayud¨® el incremento de las ventas de autom¨®viles en el mercado interior, que se sum¨® a la mayor demanda de los inversores, t¨ªpica del final de a?o, con fines fiscales.
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