Portugal y Estados Unidos renegociar¨¢n sin problemas su acuerdo econ¨®mico-militar
Estados Unidos y Portugal conf¨ªan en la r¨¢pida renegociaci¨®n de su tratado bilateral defensivo, cuya vigencia expira el pr¨®ximo 4 de febrero, mediante un acuerdo que refuerce las ayudas militar y econ¨®mica norteamericanas a cambio de poder seguir utilizando la base de Lajes, en las islas Azores, considerada como vital para el desplazamiento de la fuerza a¨¦rea estadounidense hacia Europa, Oriente Pr¨®ximo y Africa.
"Debemos ampliar y estrechar nuestra colaboraci¨®n en pro de nuestros objetivos comunes defensivos", dijo el presidente norteamericano, Ronald Reagan, al recibir en la Casa Blanca al primer ministro de Portugal, Francisco Pinto Balsemao. "Portugal es un socio seguro", respondi¨® Balsem¨¢o, "que asume sus responsabilidades en t¨¦rminos de seguridad".Washington y Lisboa han iniciado tambi¨¦n negociaciones preliminares sobre la petici¨®n del Gobierno norteamericano para que se permita a sus fuerzas armadas el uso de una base militar en el ¨¢rea peninsular portuguesa. Estas conversaciones est¨¢n completamente separadas de las de las islas Azores.
Los dos estadistas prometieron una r¨¢pida negociaci¨®n para renovar el acuerdo bilateral EE UUPortugal que, para un per¨ªodo de cinco a?os, debe permitir la continuidad de la cooperaci¨®n militar entre los dos pa¨ªses miembros de la, Organizaci¨®n del Tratado del Atl¨¢ntico Norte (OTAN). La base a¨¦rea de Lajes, en las islas Azores, sin marginar las facilidades mar¨ªtimas del puerto de Lisboa, son los dos puntos esenciales en el contexto del acuerdo bilateral.
Pero, como todo pa¨ªs en negociaciones con EE UU, Lisboa quiere obtener mayores contrapartidas a la hora de formalizar futuras bases de cooperaci¨®n. Por el momento, Washington est¨¢ dispuesto a incrementar los actuales 65 millones de d¨®lares de cr¨¦ditos para ayuda militar a noventa millones de d¨®lares. Tambi¨¦n se habla de un paquete de asistencia econ¨®mica, cifrado en otros veinte millones de d¨®lares.
Adem¨¢s de con el presidente Reagan, Pinto Balsemao convers¨® con el vicepresidente, George Bush; con el secretario de Defensa, Caspar Weinberger; con el secretario del Tesoro, Donald Regan, y con el secretario,de Estado en funciones, Kenneth Dam. El titular de este ¨²ltimo ministerio, George Shultz, se encontraba en Madrid, dentro del itinerario de su gira por varias capitales de Europa occidental.
Ni norteamericanos ni portugueses quieren vincular sus relaciones bilaterales al conjunto de los aspectos ib¨¦ricos, a pesar de las modificaciones t¨¢cticas que puede aportar a la OTAN la presencia espa?ola en el organismo atl¨¢ntico.
Por otra parte, Washington no cree sinceramente que el nuevo Gobierno socialista espa?ol ponga en duda la permanencia de las bases militares norteamericanas en Espa?a, aunque s¨ª (como lo fue el anterior) sea m¨¢s restrictivo que su vecino portugu¨¦s a la hora de facilitar la utilizaci¨®n de estas instalaciones; sobre todo, en caso de conflicto en Oriente Pr¨®ximo, regi¨®n donde los intereses estrat¨¦gicos de EE UU no deben necesariamente corresponderse con los espa?oles.
Al margen de lo militar, Pinto Balsemao aprovech¨® su estancia en la capital norteamericana para una serie de contactos con los medios econ¨®micos y financieros estadounidenses. En el curso de un almuerzo en la C¨¢mara de Comercio de Estados Unidos, el primer ministro portugu¨¦s record¨® que en su pa¨ªs "todo es libre y muy abierto, en t¨¦rminos de regulaciones y movimientos de capital". Record¨® que la Constituci¨®n portuguesa garantiza el funcionamiento de una econom¨ªa mixta, "con particular importancia del sector ptivado".
Pinto Balsemao explic¨® el proceso de negociaci¨®n de su pa¨ªs para el ingreso en la CEE, lo que, una vez conseguido, facilitar¨¢ el acceso al mercado europeo de los productos elaborados en Portugal, "porque necesitamos aportaci¨®n tecnol¨®gica e inversi¨®n que cree puestos de trabajo".
Respecto a las elecciones municipales del pasado domingo en Portugal, adversas al Gobierno, Balsemao consider¨® que no tendr¨ªan particular importancia para el futuro de la actual coalici¨®n de centro-derecha que ¨¦l preside.
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