El artista valenciano Joan Cardells gana el Premio C¨¢ceres de Escultura

El Premio C¨¢ceres de Escultura, en su edici¨®n de 1982, ha sido obtenido por el artista valenciano Joan Cardells. Este premio, dotado con 1.500.000 pesetas, es convocado anualmente por la instituci¨®n El Brocense, de la Diputaci¨®n de C¨¢ceres. El nombre de Cardells se suma a la prestigiosa relaci¨®n de anteriores ganadores, entre los que se cuentan Xavier Valls (pintura, 1979), Julio L¨®pez Hern¨¢ndez (escultura, 1980) y A. R¨¤fols Casamada (pintura, 1981).

Este a?o el jurado del premio estuvo compuesto por artistas de la talla de Pablo Palazuelo y Eduardo Chillida, cr¨ªticos como A. Cirici Pellicer y Juli¨¢n G¨¢llego, y catedr¨¢ticos como S. Andr¨¦s Ordax y J. M. Azc¨¢rate. Como es ya habitual en este premio, con la proclamaci¨®n del ganador se inaugur¨® una muestra de escultura en el las salas de exposiciones del complejo cultural de San Francisco.Lo m¨¢s notable en el concurso es c¨®mo ha dado pie al montaje de una de las mejores muestras de escultura espa?ola contempor¨¢nea, que estar¨¢ abierta hasta el pr¨®ximo 19 de enero. Para hacerse una idea de la calidad de la exposici¨®n es preciso hacer un r¨¢pido recuento de algunos de sus protagonistas principales, tanto si han participado como si no en el concurso. As¨ª, entre los que estaban fuera de ¨¦l merecen recordarse, como ejemplo, A. Alfaro, Eduardo Arroyo, Chirino, A. Duarte, Frechilla, Feliciano, Berrocal, Chillida, V. Larrea, B. Lobo, J. L¨®pez Hern¨¢ndez, C. Mallo, Joan Mir¨®, A. Nagel, P. Palazuelo, E. Sempere, Pablo Serrano, S. Soria, J. M. Subirachs y G. Torner, y, entre los concursantes, a J. Abad, S. Aguilar, N. Basterrechea, I. Casanovas, A. Gabino, T. Gallardo, P. Hoffman, Marcel Mart¨ª, R. Mendiburu, M. Navarro, J. Plensa, M. Raba, E. Salamanca, J. L. S¨¢nchez, A. Santonja, A. SchIosser, B. Serrano, M. Vald¨¦s, Villelia, Yturralde, etc¨¦tera.

Destacar¨¦, en primer t¨¦rmino, la soberbia escultura Venticuatro tubos de aluminio, de Andreu Alfaro, que ocupaba el centro de uno de los claustros.

En realidad, era una pieza que estaba a la altura del renombre del autor, justo lo que tambi¨¦n ocurr¨ªa en los casos de los otros m¨¢s famosos: Mir¨®, Chillida, Palazuelo, Arroyo, Chirino, Sempere. La titulada Albula III, de P. Palazuelo, en acero cort¨¦n, tiene la misteriosa fuerza y belleza que caracteriza a todas sus ¨²ltimas esculturas, con sus despliegues solemnes de planos, n¨ªtidos cortes y prodigioso equilibrio entre la rotundidad de asentamiento y ligereza aerodin¨¢mica. Chillida, por su parte, ha presentado el Proyecto para un monumento a la tolerancia, ese mismo que le fue encargado no hace mucho para Sevilla y que, a juzgar por lo ahora visto, puede convertirse en uno de los monumentos m¨¢s impresionantes de nuestro pa¨ªs. Por ¨²ltimo, ?c¨®mo olvidar esa columna reverberante, hecha con varillas de acero cromado, de Sempere, que formaba una cascada de fluidos lum¨ªnicos enroscados en uno de los ejes del claustro principal?

El jurado tuvo que enfrentarse a una situaci¨®n dram¨¢tica para decidirse. En esta ocasi¨®n, no porque en la decisi¨®n no hubiera casi unanimidad entre los miembros del jurado, sino porque, junto a la ganadora, hubo otras finalistas de aut¨¦ntica envergadura. Estaban, por ejemplo, la de Sergi Aguilar -Reciente n? 4-, hierro cort¨¦n, que denota la segunda plenitud, propia de quien quiz¨¢ sea nuestro mejor escultor joven; Miquel Navarro -Puentes-, hierro, lat¨®n y aluminio, dotada de agudo ingenio, encanto, invenci¨®n e iron¨ªa; Yturralde -Estructura volante-, madera, naiIon y papel Jap¨®n-, etc¨¦tera.