Homenaje al fot¨®grafo Agust¨ª Centelles y exhibici¨®n de su obra sobre la II Rep¨²blica y la guerra civil
Muestra del artista catal¨¢n en un centro cultural norteamericano de Madrid
Acaba de celebrarse en Madrid un homenaje a Agust¨ª Centelles, un fot¨®grafo catal¨¢n que alcanz¨® la fama con sus retratos de la II Rep¨²blica y la guerra civil. A partir de hoy, y hasta el pr¨®ximo viernes, se podr¨¢ contemplar una muestra de su obra en el Centro de Estudios Internacionales, en la calle de Juan de Mena, 10. Aqu¨ª, Centelles habla de su formaci¨®n en el oficio y de lo que ¨¦l considera sus aportaciones revolucionarias al mismo. Del significado de las fotograf¨ªas prefiere que ¨¦stas hablen por s¨ª mismas.
Tal d¨ªa como hoy hace 45 a?os Agust¨ª Centelles fue testigo de primera fila de la sangrienta batalla de Teruel. Tiene las fotos para demostrarlo.
Tambi¨¦n estuvo Centelles con su fiel m¨¢quina Leica en los combates de Belch¨ªte y Huesca, y retratar¨ªa la vida en otros frentes: ni?os muertos tras los cruentos bombardeos nacionalistas de L¨¦rida, la llegada euf¨®rica a Espa?a de las Brigadas Internacionales y su triste salida dos a?os despu¨¦s, mujeres deshaciendo barricadas en Barcelona (una de ellas, la madre de Mercader, asesino de Trotski). Por estas im¨¢genes pasean Durruti y Companys, un serio general Goded y una sonriente y rellenita Pasionaria.
Antes, como fotogr¨¢fo de Prensa en Barcelona, Centelles hab¨ªa dejado constancia de la alegr¨ªa popular con que se recibi¨® la Segunda Rep¨²blica, de la amnist¨ªa de 1934 con ocasi¨®n de la proclamaci¨®n del Estado Catal¨¢n, de la crucial elecci¨®n de 1936 que ganar¨ªa el Frente Popular.
"Yo fu¨ª un revolucionario del reportaje gr¨¢fico en Espa?a", dice Centelles, que ahora tiene 73 a?os. "Era est¨¢tico y yo le d¨ª una viveza, una din¨¢mica".
Algunos de estos documentos -vistos hace cuatro a?os en una galer¨ªa madrile?a e incluidos en la exposici¨®n sobre la guerra en el Palacio de Cristal del Retiro- se exhibir¨¢n durante esta semana en el Centro de Estudios Internacionales, una sede universitaria norteamericana en la calle de Juan de Mena, 10.
"Obras maestras"
"Estas fotos son obras maestras", dijo el historiador irland¨¦s lan Gibson durante una comida-homenaje ofrecida al fot¨®grafo con ocasi¨®n de la inauguraci¨®n de la muestra. "Tienen una gran cohesi¨®n y humanidad, constituyen un importante documento hist¨®rico".Para otro especialista en la materia, el ejecutivo publicitario Robert Arce, la obra de Centelles "es dram¨¢tica, es un testimonio para que los espa?oles sepan a d¨®nde pueden conducir el dogmatismo y el sectarismo. Estas fotos evitan interpretaciones ego¨ªstas de la historia de Espa?a".
Efectivamente. La foto de votantes formando cola para la elecci¨®n de 1936 es un mordaz retrato de una clase que perder¨ªa esa elecci¨®n pero que ganar¨ªa la guerra. Al primer d¨ªa de aquella guerra se ven voluntarios disparando contra los sublevados: sus barricadas son caballos muertos. Tres semanas despu¨¦s, Centelles conseguir¨ªa las ¨²nicas fotos del consejo de guerra de los rebeldes generales Goded y Burriel.
En una foto especialmente contundente se ve a tres guardias de asalto acosando a un obrero durante una manifestaci¨®n callejera para festejar la victoria del Frente Popular en 1936. La perfecta composici¨®n de la foto resalta lo implacable de las fuerzas del orden, mientras en la cara del obrero -todav¨ªa congelada tras casi medio siglo- se reflejan la incertidumbre y la angustia de aquellos tiempos: ¨¦sta no es la libertad y democracia que ¨¦l hab¨ªa defendido con su voto.
"Empec¨¦ en esto a los quince a?os, pero pronto v¨ª las deficiencias en la forma de trabajar de entonces", afirma Centelles. "Los fot¨®grafos usaban m¨¢quinas grandes, se limitaban a hacer lo que se les mandaba, a ilustrar. Yo ten¨ªa otro concepto. Buscaba la noticia, la emoci¨®n". En 1934 Centelles pudo comprar su propio aparato Leica, m¨¢s ¨¢gil. "Empec¨¦ a dar fuerza a las noticias, les ganaba a todos los compa?eros, les puse en rid¨ªculo y nunca me lo perdonaron".
Cuando regres¨® clandestinamente a Espa?a, en 1944, tras estar en varios campos de concentraci¨®n en Francia, Centelles se encontr¨® con una inhabilitaci¨®n oficial; despu¨¦s tuvo que trabajar en la fotograf¨ªa industrial y publicitaria. Pero a¨²n conservaba m¨¢s de 9.000 negativos, y quiso reivindicar su nombre.
Organizadores norteamericanos
Hace unos a?os vino la consagraci¨®n: varias exposiciones y, ¨²ltimamente, la publicaci¨®n de dos libros con los historiadores Gabriel Jackson y Eduardo Pons Prades. Especialistas en la materia le compararon con los mejores fot¨®grafos extranjeros de guerra y hasta le han bautizaron El Capa catal¨¢n.Menci¨®n aparte merecen los norteamericanos organizadores de la presente muestra: Thomas Haigh, director del Centro de Estudios Internacionales; Rosalind Williams, de la galer¨ªa Redor, y Tom Entwistle, jefe de Estudios Hist¨®ricos de la Guerra Civil Espa?ola.
Esta ¨²ltima entidad ya es un importante centro de investigaci¨®n sobre la guerra, y ha organizado interesantes encuentros con el ex secretario general de la CNT Fidel Gorr¨®n, el director de cine Basilio Mart¨ªn Patino y el ganador del Premio S¨¦samo de novela Eugenio Su¨¢rez Galb¨¢n. Est¨¢ formando sus propios archivos y biblioteca, y mantiene contactos con universidades e investigadores en otros pa¨ªses. Su director, Tom Entwistle, es un caso excepcional de investigaci¨®n de la guerra civil; atra¨ªdo por "el sacrificio y la tragedia", la ha estudiado durante veinte a?os de residencia en Espa?a. Ha organizado visitas a los principales campos de batalla, y cuando los veteranos americanos de las Brigadas volvieron a Espa?a tras la muerte del General Franco, Tom fue su enlace y gu¨ªa.
Parece que todo lo relaciona con la contienda espa?ola. Cuando recientemente un periodista le pregunt¨® cuando hab¨ªa nacido, contest¨® con toda naturalidad: "Dos semanas antes de comenzar la batalla de Brunete". Luego a?adi¨® con una sonrisa: "Pero mi madre no me dej¨® ir, claro".
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