Argel, dispuesto a restablecer relaciones con Rabat
"S¨ª a un restablecimiento de relaciones diplom¨¢ticas con Marruecos, no a presiones pol¨ªticas o de otro tipo sobre la Rep¨²blica Arabe Saharaui Democr¨¢tica (RASD)". As¨ª puede sintetizarse la posici¨®n de los medios autorizados argelinos ante el anuncio recogido por la Prensa saud¨ª en el sentido de una normalizaci¨®n argelino-marroqu¨ª auspiciada por el rey Fahd Ibn Abdelaziz.Para Argel, los c¨ªrculos marroqu¨ªes opuestos a una negociaci¨®n con el Polisario han vuelto a desempolvar el proyecto de entrevista secreta Chadli-Hassan II, tal y como hicieron poco antes de la cumbre africana de Monrovia en 1979.
El desagrado con que los argelinos han acogido los rumores de entrevista entre los dos dirigentes magreb¨ªes en la capital espa?ola s¨®lo puede compararse a los peores momentos de crisis entre Argel y Rabat.
Si bien es cierto que el conflicto del Sahara parece haber entrado de nuevo en una fase de intensa acci¨®n diplom¨¢tica, lo que ya ocurri¨® anteriormente, no es menos verdad que todas las mediaciones ofrecidas por el presidente tunecino, Habid Burguiba; el l¨ªder palestino, Yasir Arafat, y el rey Fahd se han saldado invariablemente con un rechazo de los dirigentes argelinos a discutir directamente con Marruecos una soluci¨®n negociada de la crisis de la ex colonia espa?ola.
A fin de calmar los ¨¢nimos excitados de la Prensa saud¨ª, ayer los medios informativos argelinos destacaron de una manera espectacular la entrevista sostenida entre el presidente Chadli y el presidente de la RASD, Mohamed Abdelaziz.
El cansancio de una Argelia fatigada de sostener al Polisario tiene pocas posibilidades de materializarse en la medida en que no se ve por ning¨²n lado qu¨¦ tipos de compensaciones podr¨ªa ofrecer Arabia Saud¨ª o Marruecos, susceptibles de neutralizar el descalabro diplom¨¢tico que representar¨ªa para Argel aparecer como el sacerdote oficiante del sacrificio de la Rep¨²blica Arabe Saharaui Democr¨¢tica, a lo que hay que a?adir un evidente af¨¢n por parte de Libia de incrementar su protagonismo en el Sahara occidental, tras el fracaso de la cumbre de Tr¨ªpoli.
Seg¨²n testimonios concordantes recogidos por EL PAIS, la normalizaci¨®n de relaciones argelino-marroqu¨ªes no est¨¢ descartada por Argel, sino todo lo contrario. La posici¨®n oficial argelina es la de reiterar que no habiendo sido este pa¨ªs el que rompiera las relaciones con Rabat y estimando que el conflicto del Sahara no forma parte del contencioso bilateral con Marruecos, el restablecimiento de relaciones beneficiar¨ªa por igual a los dos pa¨ªses magreb¨ªes.
Si Marruecos condiciona ese restablecimiento a un cambio de postura de Argelia en el conflicto del Sahara, como habr¨ªa sostenido el rey Fahd en Argel, los argelinos exigir¨ªan que el reino alauita modificara radicalmente su postura en torno a la marroquinidad de la antigua colonia espa?ola.
?Una victoria de Fahd?
En la medida en que Argelia lo rechaza categ¨®ricamente, el t¨¦rmino de mediaci¨®n saud¨ª en la crisis del Sahara es prematuro, en tanto que el restablecimiento de relaciones argelino-marroqu¨ªes sigue siendo plausible. Argelia, con toda probabilidad, no se opondr¨ªa a que los saud¨ªes presentaran esa normalizaci¨®n como una victoria personal del rey Fahd. Un primer paso hacia la soluci¨®n del problema del Sahara podr¨ªa haberse dado entonces sin que tuviera que ser interpretado necesariamente como un cambio de la posici¨®n argelina o un ¨¦xito diplom¨¢tico de Rabat. La pr¨®xima visita a Argel del ministro espa?ol de Asuntos Exteriores Fernando Mor¨¢n, y la posible llegada posterior del vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, suscitan aqu¨ª mayor inter¨¦s que las especulaciones a prop¨®sito de la entrevista Chadli-Hassan II.
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