Nuestros idiomas
"La sociedad industrial debe defender los idiomas del Estado", ha dicho Antonio Tovar el otro d¨ªa. Nos gustar¨ªa mucho que los cl¨¢sicos vivos se metiesen siempre en el cirio con tanta marcha.Jos¨¦ F. Beaumont, de este peri¨®dico, informa de que Tovar ha advertido que los idiomas de las autonom¨ªas o nacionalidades del Estado espa?ol pueden desaparecer si no se defienden con los poderosos medios de la sociedad industrial. Lo dice un fil¨®logo elegido en humanidades. Tovar es consciente d¨¦ que hay una tensi¨®n peninsular entre los idiomas hist¨®ricos y el dominante, o sea el castellano, y nos advierte de que nobasta con la tradici¨®n oral o familiar para salvar las lenguas de fuego que lucen, apost¨®licas y laicas, sobre la cabeza de un pescador catal¨¢n, un minero vasco o un pastor gallego. La sociedad industrial tiene medios para perpetuar e incrementar o actualizar todas esas patrias l¨¦xicas que enriquecen la patria. En la Historia de la literatura espa?ola dirigida por Francisco Rico me llega el tomo del Romanticismo (donde encuentro incluso unas imprecisas precisiones m¨ªas sobre Larra), y un art¨ªculo de L¨¢zaro Carreter donde le aplica l¨²cidamente a Rosal¨ªa de Castro los an¨¢lisis (a otros efectos) de Jakobson. Uno se deslumbra y luego se consuela, dulcemente, con el multipareado de don Eugenio d'Ors: "Sobre la r¨ªa / un astro / se mor¨ªa. Rosal¨ªa / de Castro / de Murgu¨ªa". Nuestros grandes del Romanticismo son un hombre y una mujer: Larra y Rosal¨ªa. Un prosista madrile?o y una poetisa galaica.
Esos somos: dualidad, pluralidad, lo que se quiera. La unanimidad del voto ha venido a expresar la pluralidad del ser. Somos pluralmente espa?oles. Penthouse/Espa?a me pide un largo art¨ªculo sobre "cultura nacional". Son tantas. Uno lleva veintitantos a?os vendiendo castellano, trabajando el castellano, haciendo de buhonero del castellano por las Espa?as, las Am¨¦ricas y las Europas. Creo que ya lo he contado una vez: escribe el avizor Amor¨®s: "Umbral interesa sobre todo a los ling¨¹istas". Desde este castellano que es castillo de palabras por el que uno se. pasea aterido de siglos, uno, s¨ª, asiste al pentecost¨¦s democr¨¢tico de las lenguas espa?olas, viendo venir a cada perif¨¦rico (los ingenuos rejionales de Juan Ram¨®n) con su llama provenzal, celta, prerrom¨¢nica, luci¨¦ndole en alguna parte, como la sal o el oro a los ¨¢ngeles de William Blake. Y la inform¨¢tica, que no informa, que es el arte de no informar, que es todo lo contrario de la informaci¨®n, debe servir -Tovar lo ha dicho briosamente- para poner al d¨ªa y multiplicar todas las lenguas/la lengua. Recibo un recent¨ªsimo poema de Alberti donde se identifica con Anacreonte. Alberti, como de Quevedo dijera Borges, "es, antes que un hombre, una vasta y poderosa literatura". ?C¨®mo y por qu¨¦ privar a otros espa?oles -catalanes, valencianos, gallegos, vascos- de la "escultura l¨¦xica" (Peter Weiss) en que consisten? Participo en Barcelona en una mesa redonda de arquitectura, con Tusquets y Bohigas. Hablamos del libro de Tom Wolfe/Jorge Herralde sobre arquitectura y el Bauhaus. Yo he encontrado a Wolfe as¨ª como un poco chauvinista en este libro antieuropeo. La bastardilla es: "La arquitectura americana para los americanos". Una cosa como de Monroe, pero en la est¨¦tica y el urbanismo.
No debemos caer en eso ni ser imperialistas, entre otras cosas, porque ellos tienen un Imperio y nosostros no. Lindy del Corral presenta a Soledad Leonicio en su libro infantil Hab¨ªa nacido transparente. Sue?o una transparencia literaria en que los idiomas se nos trasparenten y detr¨¢s del catal¨¢n de Pl¨¢ veamos el provenzal y detr¨¢s del gallego de Cunqueiro veamos una tribu de palabras celtas. A ver si entre Tovar y la cibern¨¦tica, hombre.
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