Vender burbujas, un negocio en alza

Casi cuarenta millones de botellas de champa?a se consumen en nuestro pa¨ªs durante las fiestas navide?as -lo que equivale a una botella por habitante-, y proceden en su mayor¨ªa de tierras catalanas. Es en la comarca del Pened¨¦s, Sant Sadurn¨ª y alrededores, donde se concentra el 90% de las cavas en las que se elabora este famoso vino espumoso -que no puede llamarse oficialmente champa?a por existir un acuerdo con Francia, ratificado bilateralmente en 1975- y que, al fin, todo el mundo ha aceptado llamarle cava, porque "cualquier vino que tenga una categor¨ªa y quiera un reconocimiento internacional ha de tener y defender su propio territorio y su propio nombre", afirma, rotundo, Agust¨ª Torell¨®, el presidente de la Cofrad¨ªa dels Vins Espumosos, de Sant Sadurn¨ª.Esta vocaci¨®n internacional del cava tiene su base en el aumento vertiginoso de las exportaciones desde los a?os sesenta hasta ahora, que es veinte veces superior a lo que era entonces, aunque s¨®lo representa el 13% del total producido, que asciende anualmente a 86 millones de botellas.

Hoy, la elaboraci¨®n del cava es una de las pocas actividades econ¨®micas en que firmas procedentes de Catalu?a est¨¢n situadas entre las veinte mayores empresas del sector bebidas. Seg¨²n el ranking de 1981 publicado por el Fomento de la Producci¨®n, Codorniu est¨¢ en el puesto diez -347 millones de beneficios netos-, y Freixenet en el veinte. Ambas empresas est¨¢n entre las cuatro mayores exportadoras de? mundo, habiendo conseguido Freixenet, hace muy poco, sobrepasar a la famosa Asti Espumanti italiana y colocarse en el primer puesto, por encima tambi¨¦n de la prestigiosa firma francesa Mo?t et Chandon.

La producci¨®n de vinos espumosos est¨¢ concentrada en unas pocas manos. El 80% de la producci¨®n procede de los dos grupos antes mencionados; un 10%, al grupo Rumasa, y el 10% restante se reparte entre casi setenta marcas, entre las que se encuentran desde cavas medianas a muy peque?as (todo esto por lo que se refiere a Catalu?a, ya que la producci¨®n de la Rioja no supera el 5% del total). Esta situaci¨®n, al contrario de lo que se podr¨ªa pensar, no parece desagradar en el sector, y se puede considerar representativa del mismo la opini¨®n de? hijo del due?o de Recaredo (una peque?a cava que elabora unas 40.000 botellas al a?o, lo que supone el 0,05% del total): "Nosotros estamos muy contentos de que haya marcas muy conocidas; esto nos favorece, ya que nos conformamos con lo que vendemos actualmente. Nuestra mejor propaganda sigue siendo la elaboraci¨®n artesanal y nuestra reducida pero cuidada producci¨®n".

Este sector, para muchos no s¨®lo es un modelo de rentabilidad, sino tambi¨¦n de total adaptaci¨®n a los tiempos actuales. La mecanizaci¨®n adoptada incluso por las cavas m¨¢s artesanales ha servido para multiplicar la productividad, sin que ello lleve parejo un aumento de la mano de obra, que se mantiene estable descle hace muchos a?os. Las grandes empresas del cava dan empleo a, unos mil trabajadores, otros quinientos trabajan en cavas medianas o peque?as, siendo normal en estas ¨²ltimas una media de seis trabajadores -adem¨¢s de la total dedicaci¨®n de toda la familia propietaria de la cava-, con un pciqueno aumento de la poblaci¨®n laboral en las ¨¦pocas de vendimia. Otros mil trabajadores trabajan en industrias anexas a esta producci¨®n (imprentas, industrias de maquinaria, cart¨®n, etc¨¦tera), sector comercial, transporte y construcci¨®n -casi exclusivamente dedicada a la restauraci¨®n de mas¨ªas o ampliaci¨®n de bodegas y cavas-Las modestas di mensiones de esta poblaci¨®n laboral se evidencian si se comparan con los 4.000 trabajadores de una sola empresa,, El Aguila, que est¨¢ situada en el primer lugar en el sector de las cervezas.

Historia del cava

Abundan documentos escritos -algunos los conservan los propios cavistas- qtie confirman la existencia de vinos de efervescencia en la zona del Pened¨¦s. Francesc Eiximenis (1340) los llamaba formigalejans (hormigueantes). La tradici¨®n viticultura de la zona continu¨® hasta que en 1850 comenzaron las primeras pruebas de champa?izaci¨®n, imitando lo que dos siglos antes hab¨ªa conseguido el monje franc¨¦s Dom Perignom. En 1872, Josep Ravent¨®s (descendiente de la familia viticultora Codorniu-Ravent¨®s) consigui¨® la primera botella de champa?a elaborado en las bodegas de la casa. Este champa?a comenzar¨ªa a comercializarse en 1879, y fue por estas fechas cuando se extendi¨® la fiebre champa?era por la zona. Muchos viticultores siguieron el ejemplo de este pionero.

Hasta ahora el objetivo ha sido parecerse lo m¨¢ximo al champa?a, al genuino champagne franc¨¦s, e in tentar desbancar la fama de ¨¦ste a nivel internacional. Lo segundo casi se ha conseguido; lo primero ya no se intenta -salvo alguna excepci¨®n-, pues cada uno puede ser excelente en su clase. Para los m¨¢s radicales, lo ¨²nico que diferencia al champa?a franc¨¦s del cava catal¨¢n es su precio (aqu¨ª, el de mayor calidad se puede conseguir por unas 1.200 pesetas, mientras que no conseguir¨ªamos ning¨²n champai¨ªa franc¨¦s por menos de 2.000 pesetas). Lo cierto es que, aunque ambos se elaboran al m¨¦todo champa?¨¦s, el resultado es muy diferente, ya que ni la materia prima -la uva Chaudonay francesa-, ni el clima, ni las condiciones ambientales, entre otras cosas, son las mismas.

El reglamento del Consejo Regulador de los Vinos Espumosos, dictado en 1972, se cumple hasta cierto punto. Hace poco salieron a la luz p¨²blica algunas multas a ciertas empresas del sector y a pequei¨ªas cavas por sacar al mercado botellas sin los nueve meses reglamentarios, por tratar de pasar granvas por cava o por intentar, en algunos casos, vender algunos vinos gasificados. Seg¨²n fuentes del Incavi (Instituto Oficial de la Vi?a y el Vino de la Generalitat), estos fraudes est¨¢n totalmente coritrolados, y la situaci¨®n del sector est¨¢ completamente saneada; de otra forma, no se explicar¨ªa el aumento espectacular de la exportaci¨®n con controles tan rigurosos, pero tambi¨¦n hay que tener en cuenta que s¨®lo un 13% de la producci¨®n total sale fuera de Espa?a. Otra cosa dif'icil de controlar son los cultivos: "Cada vez somos m¨¢s los que cultivamos o pensamos cultivar cepas procedentes de Am¨¦rica, por razones de rentabilidad de la producci¨®n y porque se adaptan muy bien a la tierra y son de una calidad similar a la propia y con ellas se corre menos riesgos de una mala cosecha", comenta un industrial mediano.

La explotaci¨®n familiar

Aunque en el pa¨ªs del cava la gran mayor¨ªa del capital contin¨²a estando en manos de las propias familias catalanas dependientes de los pioneros, tambi¨¦n han entrado en alguna medida capitales del resto de Espa?a y del extranjero. El ejemplo m¨¢s claro es el grupo Rumasa, que controla Castellblanch (la tercera en producci¨®n anual), Segura Viudas, Conde de Caralt y Ren¨¦ Barbier. Tambi¨¦n la empresa Savin, la mayor productora de vino de la Rioja, participa en algunas empresas, concretamente, en la mayor elaboradora de granvas, L'Aixertell, haci¨¦ndose cargo de las acciones que al principio fueron propiedad de la multinacional alemana Heinkel Troken; el otro 50% de esta empresa pertenece a Freixenet. La firma italiana Martini es propietaria de las cavas Marqu¨¦s de Monistrol, pero no de los vif¨ªedos (los de mayor extensi¨®n de la zona), que contin¨²an en manos de los descendientes de la familia del marqu¨¦s. Las dos firmas m¨¢s fuertes se han adaptado perfectamente a los nuevos tiempos, y aunque la propiedad figura a nombre de la familia Ravent¨®s (l¨ªnea del heredero), en la sociedad an¨®nima actual figuran todos los dem¨¢s miembros de la familia actual y algunos no relacionados directamente con ella. Es por esto que algunos cargos directivos actuales no est¨¢n controlados por los Ravent¨®s. Jordi Ravent¨®s explica as¨ª la ¨²ltima gran revoluci¨®n familiar que ocurri¨® hace algunos meses: "El anterior gerente era mi primo, uno de los hijos del heredero de la familia; pero las relaciones no claras de ¨¦ste con empresas que no ten¨ªan que ver con la casa y el esc¨¢ndalo que produjo hicieron aconsejable que pasara yo a hacerme cargo de la direcci¨®n, y esto no era habitual en absoluto, ya que soy hijo de uno de los hermanos peque?os del heredero". Antes ya se hab¨ªan encomendado algunas responsabilidades a las personas consideradas m¨¢s capacitadas, al igual que ha ocurrido en la otra grande, Freixenet.

El patriarcado en la direcci¨®n y organizaci¨®n de estas empresas es una de las caracter¨ªsticas genuinas de esta comarca. Es el hereu (heredero) el que tiene la responsabilidad de la continuidad en el negocio familiar y la mayor parte de la propiedad. As¨ª funcionan el 90% de las cavas y casi todas las peque?as. Algunas pueden mostrar su genealog¨ªa desde hace diez siglos.

Impuestos y publicidad

Aunque en Espa?a los impuestos de lujo son inferiores a otros pa¨ªses, siguen siendo uno de los factores que m¨¢s gravan el coste de producci¨®n de la botella; si ¨¦sta sale de la cava con un precio -sin haber sido comercializada- de doscientas pesetas (por ejemplo), se puede desglosar as¨ª: 50 pesetas, la uva; 80 pesetas, producci¨®n; 5 pesetas, envasado; 35 pesetas, impuestos; 30 pesetas, publicidad.

Este coste aproximativo tiene que ver con las grandes cavas; las peque?as tienen reducido al m¨ªnimo el coste de publicidad (nulo en algunos casos) y aumentado ligeramente el de producci¨®n.

El coste de publicidad declarado por grandes empresas es, como se puede imaginar, uno de los factores m¨¢s importantes del encarecimiento del producto. Codorniu ha gastado este a?o en publicidad unos 760 millones de pesetas, repartidos entre sus tres marcas: Codorniu, Delapierre y Rondel, de las cuales el 80% se lo ha llevado Televisi¨®n Espa?ola, seg¨²n datos de la propia empresa. Otro grupo con fuertes costes de publicidad ha sido Freixenet, con 340 millones de pesetas gastados en la campa?a publicitaria por televisi¨®n, cincuenta en otros medios y veintinueve millones en contrataci¨®n de artistas y producci¨®n de spots. Como contrapartida, esta firma ha sido la ¨²nica que este a?o se ha anunciado por la televisi¨®n de EE UU y ha conseguido pasar a ser la primera marca exportadora de champa?a a este pa¨ªs.