Emilio Bot¨ªn: "La fuerte expansi¨®n en Am¨¦rica Latina no ha reducido nuestra presencia en Espa?a"

Pregunta. ?Por qu¨¦ se ha extendido el Banco de Santander por Am¨¦rica?Respuesta. Siempre me interes¨® mucho el continente americano, y de modo especial Hispanoam¨¦rica, y ello no solamente por sus posibilidades en el terreno mercantil. Creo que mi afici¨®n a la historia de Espa?a ha tenido influencia en la predilecci¨®n que siento por esa parte del mundo.

Tenga usted tambi¨¦n en cuenta la especial relaci¨®n que tuvo Santar.der con d¨ªversos pa¨ªses latinoamericanos, como Puerto Rico y Cuba, a trav¨¦s de su puerto. Nuestros emigrantes, los indianos, hicieron fortuna en Am¨¦rica y llegaron a ocupar posiciones preeminentes en aquellos pa¨ªses. Hoy existen en muchos de ellos grandes colectividades de espa?oles cuya presencia justificar¨ªa por s¨ª sola que hayamos querido estar presentes con nuestro banco cerca de ellas.

P. ?C¨®mo y en qu¨¦ etapas se realiz¨® esta expansi¨®n exterior?

R. Los hombres de mi generaci¨®n tuvimos un per¨ªodo de quince a?os dificiles que abarcan desde la Rep¨²blica de 1931 hasta el final de la segunda guerra mundial. Lo m¨¢s a que se pod¨ªa aspirar en aquellos a?os era a sobrevivir.

A partir de 1946, quienes trabajamos en el Banco de Santander decidimos ir a Am¨¦rica y comenzamos nuestra penetraci¨®n en aquel continente abriendo oficinas de representaci¨®n.

Despu¨¦s, la creaci¨®n del Mercado Com¨²n y las m¨²ltiples dificultades que ha encontrado y sigue encontrando Espa?a para participar en ¨¦l no ha hecho otra cosa que reforzar mi idea de que -sin dejar de ser europeos- Espa?a tiene una posici¨®n privilegiada para fortalecer sus relaciones pol¨ªticas y comerciales con los pa¨ªses latinoamericanos que no debe desaprovechar.

Veo con satisfacci¨®n que nuestro Gobierno participa de estas mismas preocupaciones y ello hace que me sienta optimista en cuanto a lo que nuestra organizaci¨®n pueda hacer, en este orden de cosas.

P. ?Qu¨¦ posici¨®n ocupa el Banco de Santander, con relaci¨®n al resto de la banca espa?ola, en Am¨¦rica Latina, en lo que se refiere a sucursales, oficinas de representaci¨®n y n¨²mero de empleados?

R. Nuestra organizaci¨®n en el exterior es importante. Refiri¨¦ndonos a Am¨¦rica, nuestro grupo ocupa una posici¨®n muy destacada, contando con 11 bancos y 170 oficinas en que trabajan 3.700 empleados.

P. ?Estos bancos son ciento por ciento del Banco de Santander o bancos participados por otros accionistas?

R. Existen los dos casos. Dos de los m¨¢s grandes, el Banco Espa?ol-Chile y el Banco de Santander-Puerto Rico, son ciento poor ciento propiedad del Banco de Santander, el primero, y en el segundo poseemos tambi¨¦n la casi totalidad del capital. Sin embargo, en otros bancos y debido a limitaciones legales de los pa¨ªses, nuestras participaciones son menores. En todos los bancos de nuestro grupo, cualquiera que sea la participaci¨®n, la direcci¨®n de los mismos est¨¢ confiada al Banco de Santander Espa?a.

P. ?Ha realizado el Banco de Santander su expansi¨®n bancaria exterior a costa de reducir su presencia en Espa?a?

R. No. Han sido dos expansiones independientes y la realizada en el exterior no ha frenado en absoluto la que hemos llevado a cabo en Espa?a. Creo que m¨¢s bien ha sido lo contrario. Basta examinar las estad¨ªsticas para comprobar que la expansi¨®n del Banco de Santander en Espa?a, en estos ¨²ltimos a?os, ha sido una de las mayores realizadas por la banca espa?ola.

Le dir¨¦ adem¨¢s otra cosa que no s¨¦ si es suficientemente apreciada. El efecto impulsor sobre el negocio bancario que desarrolla en Espa?a el Banco de Santander, como consecuencia de su red de bancos exteriores, es inmenso. Por consiguiente, la atenci¨®n a la expansi¨®n externa no s¨®lo no va en detrimento, sino que sirve para impulsar tambi¨¦n el desarrollo interno.

Piense usted tambi¨¦n que tradicionalmente la banca de los pa¨ªses m¨¢s avanzados ha seguido a su clientela cuando ¨¦sta ha salido al exterior. Al fin y al cabo los bancos son prestadores de servicios y deben estar all¨ª donde sus servicios se requieren. Yo creo que los pa¨ªses hispanoamericanos en concreto son terreno f¨¦rtil para el establecimiento de empresas espa?olas y que con nuestra presencia podemos facilitar ese establecimiento.

P. ?C¨®mo afecta la crisis financiera latinoamericana a su organizaci¨®n?

R. La cifra de inversi¨®n crediticia en un pa¨ªs est¨¢ compuesta de cr¨¦ditos de muy distinta naturaleza. Puede haber financiaci¨®n a la exportaci¨®n espa?ola cubierta con seguros de cr¨¦dito a la exportaci¨®n; existen financiaciones al sector p¨²blico de dicho pa¨ªs y, dentro del sector p¨²blico, hay compa?¨ªas bien administradas y otras que presentan un d¨¦ficit de explotaci¨®n. Se conceden cr¨¦ditos a las empresas privadas nacionales y a las empresas multinacionales establecidas en dichos pa¨ªses, es decir, existe una muy variada diversificaci¨®n del cr¨¦dito y de? riesgo y ¨¦ste depende de c¨®mo cada banquero internacional haya administrado su cartera de inversiones crediticias en un determinado pa¨ªs.

Nosotros hemos llevado siempre un control estricto de los riesgos de cada pa¨ªs y, en el momento actual, a pesar de las dificultades que est¨¢n pasando algunas de estas naciones, las cifras que nos adeudan pueden ser perfectamente soportadas por nosotros, aun en el caso de producirse impagos o moratorias. Es evidente, sin embargo, que, como cualquier instituci¨®n que opere a escala intemacional, nuestro banco tiene que constituir y constituye reservas importantes para hacer frente a este tipo de contingencias. Este caso no es sino uno m¨¢s entre los que existen que ilustra la necesidad de que las regulaciones en materia bancaria permitan destinar a provisiones para riesgos en curso cifras adecuadas, como lo permiten las de los pa¨ªses cuyos bancos son m¨¢s s¨®lidos y prestigiosos.

Volviendo a nuestra actividad concreta en Hispanoam¨¦rica, nosotros, sin dejar de atender otros sectores, hemos dedicado en todas estas naciones el mayor esfuerzo a la financiaci¨®n del negocio internacional con especial ¨¦nfasis en las importaciones y exportaciones, y dentro de esta actividad hemos puesto un especial inter¨¦s en fomentar el comercio con Espa?a. Puedo asegurarle que estamos muy satisfechos de los resultados obtenidos.

P. ?Cu¨¢ndo conoci¨® o sufri¨® y cu¨¢les fueron los primeros s¨ªntomas o efectos de la crisis financiera latinoamericana?

R. La crisis financiera latinoamericana, en gran medida, es un reflejo de la crisis financiera internacional y de toda la recesi¨®n mundial, y afecta de muy distinta manera a unos u otros pa¨ªses y a unas u otras entidades bancarias.

La gravedad de la crisis mundial obliga a pensar que no se saldr¨¢ de ella ni f¨¢cilmente ni en plazo breve. Es preciso prepararse, en todos los pa¨ªses, para enfrentarse con las dificultades que ello conlleva.

Ultimamente se han producido tres hechos alentadores: La importante baja de los intereses que alivia enormemente a los pa¨ªses deudores; las importantes ayudas que el Fondo Monetario Internacional est¨¢ prestando a los paises necesitdos y la manera en que est¨¢n aceptando estas naciones las disciplinas que exige el Fondo.

P. ?Cuando un pa¨ªs presenta problemas con su balanza de pagos, supone o no, necesariamente, que la inversi¨®n crediticia est¨¦ comprometida?

R. Un problema de balanza de pagos no es bueno para un pa¨ªs y debe tratar de corregirle. Puede suponer un plazo que se conceda a sus deudores, pero, como usted indica, no necesariamente un deterioro o temor en la recuperaci¨®n de la inversi¨®n porque, en definitiva, lo esencial siempre es la calidad del deudor y la capacidad de restablecimiento de su econom¨ªa. Los pa¨ªses, como las empresas o las personas, pueden atravesar situaciones temporales de falta de medios de pago, consecuencia de mala administraci¨®n o pol¨ªticas equivocadas. Lo importante es que se reconozca el problema y se pongan los medios para resolverlo. Como demuestra la historia, la capacidad de resistencia de los pa¨ªses es enorme.

P. ?Pero 1982 ha sido el peor a?o para la econom¨ªa latinoamericana? ?Ha sido mejor o peor que 1981 para la banca internacional?

R. A mi juicio, 1982 ha sido, en efecto, el peor a?o hasta ahora para la econom¨ªa latinoamericana y, por consiguiente, tambi¨¦n, en general, para los bancos que operan en aquella zona ha sido peor que 1981.

P. ?C¨®mo valora usted el riesgo de inestabilidad pol¨ªtica en los pa¨ªses donde opera?

R. A lo largo de estos a?os hemos contemplado toda clase de cambios en pa¨ªses en donde nos hab¨ªamos establecido. Recuerdo pa¨ªses concretos donde estamos presentes desde hace m¨¢s de veinte a?os que han atravesado distintas situaciones pol¨ªticas, as¨ª conio momentos de prosperidad y otros de dificultades y, por supuesto, hay que graduar la intensidad de nuestras relaciones de acuerdo con las circunstancias de cada rnomento. Nosotros tenemos presentes siempre dos normas: primero, que como anteriormente he diclio las cifras que por todos los conceptos est¨¢n invertidos en un pa¨ªs sean siempre f¨¢cilmente absorbbles en el peor de los casos, por las provisiones establecidas con cargo a una utilidad operativa de nuestro banco, y segundo, dedic:amos un especial cuidado a nuestra liquidez internacional. Pero, cuando llegamos a un pa¨ªs es para quedarnos para siempre, compartiendo los buenos y los malos tiempos.

P. Ya que nos habla de liquidez internacional, ?puede decirnos de qu¨¦ fuentes se sirve el Banco de Santander para obtenerla? Recientemente se ha sugerido que el obtener recursos en el mercado del eurod¨®lar a corto plazo para financiar con ellos pr¨¦stamos a pa¨ªses que se hayan visto obligados a refinanciar a largo plazo puede ocasionar serios problemas.

R. Nuestro grupo recoge fondos de una gran variedad de fuentes. El Banco de Santander tiene dep¨®sitos importantes en divisas que proceden de muchos clientes y pa¨ªses. En Am¨¦rica tenemos bancos en naciones en que existe total libertad de cambios y algunos que est¨¢n establecidos en aut¨¦nticos centros financieros internacionales. Tambi¨¦n tenemos sucursa'les en las grandes plazas financiei,as europeas y norteamericanas.

Como consecuencia de todo ello disponemos de recursos muy importantes y de una gran liquidez.

Nosotros no tomamos dinero en el mercado interbancario para financiar nuestras inversiones en el extranjero, sencillamente porque no lo necesitamos. Por tanto, no tenemos el posible problema de liquidez que puede presentarse en un momento determinado y a que usted alude.

P. En cuanto a provisiones a realizar por la banca respecto a riesgos internacionales, el Banco de Espa?a ha anunciado una pr¨®xima circular. ?En qu¨¦ sentido cree que ir¨¢ y opinan los otros bancos importantes como usted en este punto?

R. Creo que, en cuestiones de. principio como ¨¦sta, la opini¨®n de los banqueros espa?oles no debiera ser muy distinta, aunque nunca se sabe.

Por mi parte, siempre he cre¨ªdo, y lo he dicho p¨²blicamente en repetidas ocasiones, antes y despu¨¦s de haber recibido las "pastorales" del Banco de Espa?a, que es preciso en banca hacer importantes provisiones para los riesgos en curso. El riesgo de un banco es, en definitiva, su inversi¨®n crediticia y s¨®lo despu¨¦s de efectuadas estas provisiones, con la amplitud debida y de modo especial en las circunstancias actuales de crisis, se puede hablar de beneficios.

Naturalmente, este criterio es aplicable por igual a los riesgos internos que a los internacionales.

En definitiva, creo que el Banco de Espa?a debe reglamentar estas provisiones para los riesgos internacionales y las autoridades fiscales facilitarlas.

P. ?Cu¨¢les son los resultados consolidados de la expansi¨®n del Banco de Santander en Am¨¦rica a trav¨¦s de tantos pa¨ªses e iniciada hace cerca de treinta a?os?

R. Altamente satisfactorios. Hemos obtenido beneficios importantes en el conjunto de nuestra organizaci¨®n durante todos esos a?os. Hemos repatriado dividendos. En 1982 hemos ganado dinero en todos los pa¨ªses donde estamos establecidos, excepto en los dos ¨²ltimos -Chile y Uruguay- en los que acabamos de adquirir dos organizaciones bancarias importantes, las cuales confiamos que pronto entren en rentabilidad.

En el caso de Argentina, donde en 1981, en un a?o que ya fue dif¨ªcil en el terreno econ¨®mico, obtuvimos un resultado brillante, tendremos tambi¨¦n beneficios en 1982, a pesar de los grandes problemas que en todos los ¨®rdenes han afectado a aquel pa¨ªs este a?o, despu¨¦s de hacer todas las provisiones necesarias.

P. ?Proyectan ustedes, por consiguiente, repatriar dividendos en el a?o pr¨®ximo, con cargo a los resultados del ejercicio 1982 de los bancos americanos?

R. Efectivamente, varios bancos del grupo reembolsar¨¢n dividendos durante el primer trimestre de 1983 y uno de ellos transferir¨¢ por este concepto una suma importante.

P. Y puesto que hablamos de dividendos, aunque no est¨¦ relacionado directamente con Am¨¦rica, perm¨ªtame que le pregunte -porque en estos d¨ªas se habla mucho al respecto-, ?qu¨¦ criterio seguir¨¢ el Banco de Santander en Espa?a respecto al pr¨®ximo reparto de dividendos y qu¨¦ comentario puede hacer sobre lo que se ha dicho en, alg¨²n medio de comunicaci¨®n de que los resultados de 1983 pueden obligar a la banca a reducir sus dividendos?

R. El ministro de Econom¨ªa y Hacienda ha ratificado la libertad que asist¨ªa a los bancos en la pol¨ªtica de reparto de dividendos. Lo mismo que hasta ahora las propuestas de los consejos de administraci¨®n deber¨¢n ser sometidas al Banco de Espa?a. Este ¨²ltimo debe comprobar, antes de dar su dos y que las amortizaciones efectuadas para atender a los cr¨¦ditos fallidos o dudosos han sido suficientes.

El Banco de Santander, a la vista de sus resultados en este ejercicio, se propone que el dividendo total que perciban sus accionistas por el a?o 1982 sea igual que el de 1981, es decir, el 8% de su capital y reservas.

En cuanto a su pregunta de cu¨¢les ser¨¢n los dividendos de la banca en 1983 y los comentarios de alg¨²n medio de comunicaci¨®n que sugiere la posibilidad de que los resultados que se obtengan obliguen a reducirlos, debo contestar que, en efecto, las perspectivas para 1983 no son precisamente halag¨¹e?as.

La econom¨ªa atraviesa un momento delicado y el negocio bancario refleja esta situaci¨®n. Por otra parte, lo sorprendente ser¨ªa lo contrario.

En el Banco de Santander esta mos decididos a trabajar con entu siasmo para obtener los mejores resultados posibles y repartiremos el m¨¢ximo dividendo que ellos permitan. Este es nuestro deber con nuestros accionistas, con nuestros empleados y con el pa¨ªs.

P. Volviendo de nuevo a Iberoam¨¦rica, ?ha frenado, acaso, su pol¨ªtica de expansi¨®n en Am¨¦rica a ra¨ªz de la crisis? ?Ha dado marcha atr¨¢s?

R. De ning¨²n modo. Pero sucede que en algunos pa¨ªses donde to dav¨ªa no disponemos de organizaci¨®n bancaria propia, no es posible establecerse debido a ciertas limitaciones legales o a convenios regionales como el llamado Pacto Andino. Sin embargo, en alguno de los pa¨ªses a que me refiero se est¨¢ estudiando el suavizar estas restricciones.

Entretanto, nuestros bancos actuales siguen abriendo sucurasles cuando est¨¢ claramente justificada la expansi¨®n y as¨ª hemos inaugurado recientemente una sucursal en Quito (Ecuador), otra en la importante ciudad de Mendoza y, por ¨²ltimo, en estos d¨ªas, en Sao Paulo.

P. ?Puede extenderse el reciente ejemplo mexicano de la banca privada a otros pa¨ªses donde est¨¢ preente su banco?

R. Por el bien de esos otros pa¨ªses a que se refiere, les deseo que no sigan en este punto el ejemplo mexicano o el franc¨¦s.

A M¨¦xico, la nacionalizaci¨®n de la banca le ha perjudicado gravemente, sin reportarle ninguna ventaja. Del error cometido es prueba el que ya, pocas semanas despu¨¦s de tomarse aquella decisi¨®n, nos llega informaci¨®n de que la nueva Administraci¨®n est¨¢ considerando el devolver, al sector privado, al menos una parte de la actividad bancaria.

Por lo que respecta a Francia, los resultados de esa y de otras medidas a la vista est¨¢n: P¨¦rdida de una gran parte de sus reservas de divisas; enorme d¨¦ficit en su presupuesto; falta de competitividad de sus productos en los mercados internacionales, con el consiguiente e impresionante desnivel en su balanza de pagos, y, como consecuencia de todo ello, un aumento muy fuerte en el costo de vida que tienen que soportar todos los franceses.

P. ?Pueden los accionistas del Banco de Santander sentir mermado o en alg¨²n peligro su patrimonio invertido en la entidad, como consecuencia de las inversiones en Latianoam¨¦rica?

R. En absoluto. En Am¨¦rica hemos seguido la misma pol¨ªtica de prudencia que tradicionalmente observamos en Espa?a. Lo mismo, la inversi¨®n propia que la crediticia en cada pa¨ªs es siempre moderada y perfectamente absorbible por nuestra normal utilidad o por las provisiones que tenemos.

P. ?Mantiene el Banco de Santander en el exterior la misma pol¨ªtica aplicada en Espa?a de no adquirir participaciones industriales o que representen inmovilizaciones a largo plazo?

R. En ning¨²n pa¨ªs extranjero tenemos participaciones industriales a trav¨¦s de los bancos de nuestro grupo, que son siempre entidades netamente comerciales, destinadas especialmente a fomentar el comercio exterior de Espa?a con los pa¨ªses donde estamos establecidos y a contribuir tambi¨¦n al funcionamiento exterior de los pa¨ªses donde operamos. Adem¨¢s, en muchos de ellos, la legislaci¨®n bancaria prohibe que los bancos realicen estas inversiones.

P. ?Cu¨¢l ha sido su mejor idea y su peor negocio en Latinoam¨¦rica?

R. Yo creo que la mejor idea fue el decidir establecernos en Am¨¦rica. En cuanto al peor negocio, es claro que en el negocio bancario se enfrenta uno con un riesgo perma nente y naturalmente hemos tenido los normales y rutinarios i?cidentes. No tengo recuerdo de, ning¨²n negocio que nos haya afectado seriamente, lo cual quiere decir que no ha existido.