Consecuencias para la RAI de la ruptura del monopolio

"Nosotros sostenemos que la RAI mantiene el 72% de la audiencia de televisi¨®n, es decir, alrededor de tres cuartas partes de los espectadores que por t¨¦rmino medio ven la televisi¨®n", afirma Antonio Cascino, adjunto, al vic¨¦director general de la RAI para la Coordinaci¨®n de Divisiones y anteriormente director del Gabinete de Investigaci¨®n de Audiencia. "Las empresas que realizan encuest¨¢s de audiencia para las televisiones privadas afirman, por el contrario, que la RAI cuenta con el 59% de los espectadores del pa¨ªs, que tiene una poblaci¨®n de 57 millones de personas, y de las que el 96% ve la televisi¨®n a diario. En cualquier caso, despu¨¦s de seis a?os de competitividad con las televisiones privadas, ¨¦stas no pueden decir, ni siquiera con sus propias encuestas, que tienen la mayor¨ªa de la audiencia".Cascino recuerda que algunas emisoras privadas aseguraban hace a?os que en 1979 tendr¨ªan ya la mayor¨ªa de audiencia. La final de la Copa del Mundo de f¨²tbol entre Italia y Argentina, transmitida desde Madrid, bati¨® todos los r¨¦cords de audienci a en este pa¨ªs. El partido fue visto por 36 millones de espectadores, el 80% de la poblaci¨®n.

"Cuando en 1976 se liberaliz¨® la radio ocurri¨® que a los dos a?os la RAI perdi¨® la mitad de su p¨²blico. Pero, curiosamente, la audiencia de radio no se increment¨® en cifras de oyentes, a pesar de la oferta de aproximadamente 5.000 emisoras privadas. La audiencia de televisi¨®n, por el contrario, se increment¨® en cifras globales con la apertura de emisoras privadas. Hay que tener en cuenta que algunas de las treinta emisoras privadas de televisi¨®n que hay en Roma transmiten durante toda la noche. Hemos ido observando c¨®mo, poco a poco, la RAI televisi¨®n perd¨ªa audiencia al principio de la noche. Estas p¨¦rdidas aumentaron a partir de 1981, cuando comienzan a emitir las primeras cadenas de emisoras privadas".

Dos tercios de la programaci¨®n de las televisiones privadas se dedican, seg¨²n Cascino, a filmes, telefilmes americanos y dibujos animados, de origen japon¨¦s en su mayor¨ªa. "Estos esquemas de emisi¨®n" explica el directivo de la RAI, "fuerzan a los propietarios de las cadenas privadas a importar programas, porque es mucho m¨¢s barato que producirlos. Esquemas de programaci¨®n que tambi¨¦n han tenido consecuencias sobre la RAI. La televisi¨®n estatal se ha visto obligada -algo parecido le sucedi¨® a la BBC- a incrementar el n¨²mero de filmes, telefilmes y dibujos animados para competir con las privadas en su propio terreno. Hace a?os, despu¨¦s del principal telediario, en las horas punta de audiencia, la RAI emit¨ªa un programa de espect¨¢culo por la primera cadena y un espacio cultural por la segunda. Los programas culturales y los informativos especiales, como reportajes, informes, etc¨¦tera, han quedado relegados ahora a un horario tard¨ªo. Hemos llegado a una situaci¨®n en la que durante cinco d¨ªas a la semana se emiten espect¨¢culos por las dos cadenas inmediatamente despu¨¦s de las 20.30 horas".

El telediario de la RAI es una cita obligada para los telespectadores italianos, sobre todo porque las televisiones privadas no est¨¢n autorizadas a emitir informativos simult¨¢neamente en cadena. Ns¨ª, la RAI tiene asegurada la gran. mayor¨ªa de la audiencia de Italia todos los d¨ªas entre las 19.45 y las 20.30 horas. Cuando la primera cadena termina el telediario a las ocho de la tarde, inmediatamente despu¨¦s la segunda cadena de la RAI comienza a emitir el suyo. La RAI tiene en esas horas, seg¨²n los datos facilitados por Cascino, una audiencia media de 22-23 millones de telespectadores, frente a los dos millones de espectadores de las televisiones privadas, sumadas todas ellas a la misma hora.

La competencia de las privadas ha tenido tambi¨¦n repercusiones sobre la audiencia infantil. "La RAI se ha esforzado", comenta Cascino, "por mantener los programas infantiles, pero hemos tenido que sacrificar las transmisiones educativas, los documentales y concursos pedag¨®gicos en beneficio de los telefilmes y dibujos animados para ni?os. Esta franja de entretenimiento infantil, que ha supuesto un serio sacrificio para la televisi¨®n p¨²blica, tiene su mayor peso a partir de las 18.15 horas".

"Hay tambi¨¦n un tercer cambio en la programaci¨®n de la RAI. respecto a la etapa del monopolio. Nosotros ten¨ªamos un acuerdo con las asociaciones de productores y de distribuidoras de cine italiano por el que, para no perjudicar a esta industria nacional, emit¨ªamos s¨®lo dos pel¨ªculas a la semana. Somos culpables hoy de emitir seis filmes".

El directivo de la RAI asegura que, en el futuro, ganar¨¢ la batalla de la televisi¨®n el que m¨¢s produzca, no el que m¨¢s programas distribuya, porque la multiplicaci¨®n de canales en Europa, sat¨¦lites y cable incluidos, fomentar¨¢ una gran demanda de programas por parte de las emisoras. Italia, comenta, parece destinada a convertirse en un pa¨ªs distribuidor de programas.