El gran golpe
Sigue sin conocerse la identidad de los ladrones ni la cuant¨ªa del bot¨ªn
ENVIADO ESPECIALAunque viva cien a?os m¨¢s, al comisario jefe de Polic¨ªa de Marbella, Fernando Godoy, sesenta a?os cumplidos, cuyo hobby es precisamente la electr¨®nica, no se le olvidar¨¢ el d¨ªa 27 de diciembre de 1982. Era el d¨ªa en que estrenaba el cargo, porque al anterior jefe, Antonio Pascual, le hab¨ªan destinado a la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Bilbao como jefe de servicios. Aunque probadamente madrugador -era hasta entonces segundo comisario-, Godoy tuvo s¨®lo unos minutos para llegar al despacho de la primera planta, justo en el chafl¨¢n del primer pasillo, antes de que le espetasen el bombazo de una sola vez: Desvalijadas las 186 cajas de seguridad de la sucursal principal del Banco de Andaluc¨ªa en Marbella.
S¨®lo unos minutos tard¨® en presentarse en la calle de Ricardo Soriano, 32, el tramo de la traves¨ªa de la carretera de M¨¢laga a C¨¢diz donde est¨¢n agrupados la mayor¨ªa de los bancos de Marbella, y en hacerse cargo de la situaci¨®n. Los ladrones -despu¨¦s se pudo establecer, tras un estudio minucioso de todas las operaciones que llevaron a cabo durante su larga estancia en el interior del banco- hab¨ªan entrado al edificio a trav¨¦s de unas oficinas independientes del propio banco donde.est¨¢ situada la central d¨¦ proceso de datos y unas habitaciones en obras (la puerta no est¨¢ blindada, curiosamente), y tras practicar un agujero o butr¨®n se plantaron en la zona .noble de la sucursal, tambi¨¦n en el primer piso, donde se encuentra la oficina del director y la sala de juntas, entre otras instalaciones.
La propia polic¨ªa no ha podido establecer la hora de entrada de los autores del robo, pero el c¨¢lculo de las 32 horas y los restos relativamente recientes de botellas de agua y cerveza (consumieron gran cantidad, a causa del fuerte calor reinante en la peque?a antesala de la caja acorazada, que tardaro veintid¨®s horas en forzar con sopletes de ox¨ªgeno) y de comida permiten establecer que saliero entre el mediod¨ªa y la tarde del domingo, por lo que bien pudieron comenzar el trabajo en la noch del 24 al 25 de diciembre. De las declaraciones de los vecinos del inmueble (hay tambi¨¦n un estudio de arquitectura, la consulta de un dentista y un centro de acupuntura en el edificio, de siete plantas) se desprende que ninguno oy¨® el m¨¢ m¨ªnimo ruido. Que eran verdaderos profesio nales lo abona el hecho de qu desconectaron sin equivocaciones el complejo sistema de seguridad del banco: sensores de aproximaci¨®n, de percusi¨®n y t¨¦rmicos, adem¨¢s de circuitos de seguridad con cables de ruptura para hacer saltar la alarma en caso de que no se sepa c¨®mo manipularla -es una especie de clave secreta-, aunque no hab¨ªa sensor microondas destinado a detectar la existencia de objetos m¨®viles. S¨ª hab¨ªa un acumulador de energ¨ªa para el caso de un corte del suministro el¨¦ctrico. El banco cumpl¨ªa de sobra las normas de seguridad legales. Tambi¨¦n desconectaron la alarma local de la sala de cajas de seguridad (una puerta blindada. marca Fortis con un tramp¨®n de emergencia para el hipot¨¦tico caso de bloqueo, ambas de veinte cent¨ªmetros de espesor con chapas de acero y capas de hormig¨®n). Fue el trabajo m¨¢s duro. Los expertos le calculan veintid¨®s horas. Otras ocho o nueve les llev¨® desvalijar con palanquetas, picos y picoletas, con una limpieza extraordinarias una a una, las 186 cajas de seguridad. Un trabajo casi de artesanos. El otro detalle definitivo de la profesionalidad de los ladrones lo muestra el hecho de que estudiaron con calma las joyas que hIb¨ªa que desechar, as¨ª como los objetos de plata que sobrecargar¨ªan las bolsas. Tambi¨¦n la totalidad de los documentos. Un notario levantaba acta de los mismos, abandonados en el suelo, el mismo lunes.
La inocentada al abonado n¨²mero 134
A Antonio Garc¨ªa, propietario de la caja de seguridad n¨²mero 134, jubilado de casi setenta a?os residente en Marbella, le dieron el martes 28 de diciembre la inocentada de su vida. Por la ma?ana hab¨ªa conectado Radio Nacional, el programa De costa a costa, y se enter¨® del robo del Banco de Andaluc¨ªa en Marbella. No le dio excesiva importancia porque casi al mismo tiempo hab¨ªa o¨ªdo c¨®mo un supuesto profesor franc¨¦s (en realidad era el humorista Forges) dialogaba con el director del programa, Luis del Olmo, sobre cuestiones tales como que Crist¨®bal Col¨®n era en realidad franc¨¦s y cosas semejantes.
"Me pareci¨® un programa un tanto idiota en el que le preguntaban a un franc¨¦s una serie de cosas que comentaba en plan humor¨ªstico, e incluso le pidieron su opini¨®n sobre la mafia que hab¨ªa asaltado el banco. Se lo dije a mi mujer, que tiene guardadas aqu¨ª las joyas, y me dijo 'acu¨¦rdate que hoy es el d¨ªa de los Inocentes, el 28'. Luego, cuando me enter¨¦ de la realidad, me vine aqu¨ª, al banco, a ver si hab¨ªa habido suerte y mi caja hab¨ªa quedado sin desvalijar. Pero me enter¨¦ de que no, en absoluto", comentaba desolado el mismo martes a este enviado especial en el vest¨ªbulo del banco. "El valor de lo m¨ªo lo calculo entre medio mill¨®n y 750.000 pesetas. Casi todo eran joyas que le he ido regalando con gran esfuerzo a lo largo de todos estos a?os y alguna que ella ya ten¨ªa".
Antonio Garc¨ªa es una de las excepciones por cuanto no responde al propotipo de propietario de las 186 cajas de alquiler desvalijadas. Sin embargo, su aspecto provocaba una infinita conmiseraci¨®n. Ten¨ªa todo el aire de un hombre derrotado, aunque en realidad saldr¨¢ casi a la par porque el seguro del banco cubre con 500.000 pesetas a cada uno de los propietarios robados. "Pero a m¨ª ese dinero no me hace nada, porque me han robado la ilusi¨®n de muchos a?os", dec¨ªa.
Era, por ejemplo, la ant¨ªtesis de Felicci Cultrera, otro de los damnificados, italiano, viva imagen de triunfador en la vida a sus cuarenta a?os, elegante, aspecto atl¨¦tico, color tostado. Seg¨²n confes¨® hab¨ªa sido perjudicado en treinta millones de pesetas. No debi¨® de afectarle mucho econ¨®micamente, porque el mismo mi¨¦rcoles tom¨® el avi¨®n a Madrid, pernoct¨® en el hotel Barajas, junto al aeropuerto, y el jueves 30 sali¨® en avi¨®n hacia un pa¨ªs centroafricano para pasar la Nochevieja y el principio de a?o. El d¨ªa 5 regresar¨¢ a Marbella.
Cultrera, un apellido bastante com¨²n en la isla de Sicilia, donde las familias mafiosas tienen su principal caldo de cultivo, no se lo pens¨® dos veces al reunir a los periodistas en la misma puerta del banco y comunicarles que ofrec¨ªa 100.000 d¨®lares (doce millones largos de pesetas) a quien diese a la polic¨ªa pistas suficientes para recuperar el patrimonio que ten¨ªa guardado en la ca a de alquiler del banco y que ¨¦l valor¨® en 250.000 d¨®lares (m¨¢s de treinta millones de pesetas). A pesar de tener su residencia oficial en Marbella desde hace tiempo, Cultrera, que vive en una bonita residencia a las afueras de Marbella, mantiene la costumbre de manejar las cifras de dinero en d¨®lares. "Es cierto que ofrezco una recompensa alta, pero las joyas, esmeraldas y relojes eran recuerdos de familia, de mi madre en su mayor¨ªa, y tienen un valor sentimental por encima del valor econ¨®mico", dice.
El diario italiano Il Messagero publicaba el jueves pasado una informaci¨®n de unas seiscientas palabras desu corresponsal en Madrid, en la cual se planteaban numerosas dudas sobre el gesto de Cultrera, entre ellas la de si el italiano residente en Marbella no se
El gran golpe
habr¨ªa arrepentido de haber manifestado esto a la Prensa, ya que ahora podr¨ªa ser perseguido por el fisco italiano, con su ministro de Hacienda, Francesco Forte, a la cabeza.El caso del americano y la francesa
V¨ªctor O Tapiero, un constructor americano casado con una francesa, lamentaba su mala suerte. Hac¨ªa s¨®lo unos d¨ªas que su mujer hab¨ªa heredado dos millones de francos (cuarenta millones de pesetas) en joyas y otros valores. Los hab¨ªa ingresado en su caja fuerte y all¨ª estaban. El mi¨¦rcoles 29, junto a bastantes damnificados m¨¢s, hac¨ªa cola en la peque?a comisar¨ªa de Marbella para denunciar el caso junto a marbell¨ªes y otros espa?oles residentes en la zona. El constructor O Tapiero y su esposa fueron los ¨²nicos que sufrieron dos veces el impacto del robo. Acudieron el martes por la ma?ana al banco y se les inform¨® del hecho. Seg¨²n sus declaraciones se pasaron todo el d¨ªa acomod¨¢ndose a su nueva situaci¨®n de arruinados hasta que al ver el telediario de las nueve de la noche tuvieron un nuevo sobresalto: la televisi¨®n mostraba c¨®mo la caja 107, de la que son propietarios, estaba aparentemente cerrada. Era la ¨²nica. Pasaron la noche en vilo y fueron los primeros en entrar en la sucursal el mi¨¦rcoles. Todo en vano. Hab¨ªa sido forzada como las dem¨¢s. A la se?ora O Tapiero se le saltaron las l¨¢grimas. Su tren de vida depende de la investigaci¨®n policial, en la que manifest¨® tener una gran fe.
Jaime de Mora y Arag¨®n, un personaje t¨ªpico de la costa del Sol, hermano de la reina Fabiola de B¨¦lgica, demostr¨® una flema t¨ªpicamente brit¨¢nica. Fue de los primeros en acudir al banco tras el robo. Perfectamente trajeado, con bast¨®n y clavel rojo en la solapa, lo primero que hizo fue felicitar las fiestas al periodista cuando ¨¦ste inici¨® el di¨¢logo. Se hab¨ªa dicho en diversos mentideros bancarios que ten¨ªa depositadas joyas y valores por valor de unos ochenta millones de pesetas, adem¨¢s de una peque?a colecci¨®n de aguafuertes de Goya.
El conocido residente en Marbella ni confirm¨® ni desminti¨® la noticia, y se limit¨® a decir que "estos ladrones me han hecho mucha pupa, demasiada". Jaime de Mora, uno de los decanos de las cajas de alquiler, cliente del Banco de Andaluc¨ªa desde su implantaci¨®n en Marbella hace ahora unos quince a?os, no dud¨® en decirle al director provincial del banco, su amigo personal Francisco Merch¨¢n, anterior director de esta sucursal: "Paco, quiero que me destines la primera de las cajas que se pongan en funcionamiento".
Este buen perder no era compartido, antes al contrario, por otros clientes del servicio, como Soisic Viriot, que alterna su residencia en Marbella con frecuentes estancias en Madrid, donde posee un chal¨¦ que tambi¨¦n ha sido robado hace poco tiempo. Joyas principalmente era lo que guardaba en su caja de alquiler. "Los socialistas y Felipe Gonz¨¢lez pueden estar muy satisfechos del grado de delincuencia al que hemos llegado", fue su ¨²nico comentario.
Tampoco estaba contento Francesco de Perlac, conde de Perlac, director del hotel Meli¨¢ Don Pepe, otro de los personajes m¨¢s conocidos de esta zona de la costa del Sol. Declar¨® a una emisora de radio que no le parec¨ªan suficientes las medidas de seguridad del Banco de Andaluc¨ªa en Marbella. Documentos importantes -se especul¨® que entre ellos estaba su t¨ªtulo de conde-, joyas de su esposa y una cubeirter¨ªa fueron algunas de las cosas que declar¨® tener en su caja de seguridad, alquilada desde hace a?os.
El actor Gerard Barr¨¦, protagonista de DArilagnan; Carlos Alvarez, un conocido agente inmobiliario; el propio abogado de la sucursal bancaria; la s¨²bdita francesa A. N., que tambi¨¦n fue visitada por los ladrones en su mansi¨®n de Marbella; un conocido joyero y un m¨¦dico con muchos a?os de residencia en la costa son algunas de las personas cuya identidad ha podido vencer al secreto bancario que aplicaron con todo rigor los directivos del banco, uno de los cuales, el subdirector general, Marcelino Mart¨ªnez, opin¨® abiertamente que "hubi¨¦ramos preferido con toda sinceridad que hubieran robado en la caja fuerte del banco". Los ladrones debieron suponer que la cifra era muy baja, como en realidad se supo despu¨¦s: menos de veinte millones de pesetas.
El banco no indemniza
EL PAIS no ha podido confirmar si efectivamente la caja n¨²mero 12 estaba alquilada por el juzgado de Marbella y en ella estaban depositadas joyas procedentes de requisas.
Los directivos del banco se acogieron al secreto bancario para eludir las identidades de los expoliados. En cambio facilitaron un dato que cort¨® de cuajo todas las especulaciones que surgieron de inmediato al conocerse la noticia del robo relativas a la posibilidad de que el capital ¨¢rabe -jeques incluidos- que est¨¢ sosteniendo en cierto modo la crisis tur¨ªstica que se detecta en la zona desde hace alg¨²n tiempo pudiera haberse visto afectado. El dato es que pr¨¢cticamente todas las cajas est¨¢n alquiladas desde hace diez a?os, ¨¦poca en la que los petrod¨®lares no hab¨ªan asomado a¨²n por Marbella, junto con el retrato robot del damnificado: extranjero en un 70% -preferentemente ingl¨¦s, belga y franc¨¦s-, no famoso a nivel de revista de coraz¨®n, rico aunque sin exageraci¨®n y residente antiguo en la zona. El resto, una buena parte de espa?oles de otras zonas y un peque?o porcentaje de personajes de la vida local marbell¨ª.
Francisco Merch¨¢n, director provincial del Banco de Andaluc¨ªa, presume de que conoce personalmente a los 186 clientes y asegura que pas¨® la peor noche de su vida la v¨ªspera de tener que enfrentarse a los clientes para contarles la verdad del robo. "No pod¨ªa dormirme y me pas¨¦ toda la noche viendo partidas de golf en el v¨ªdeo antes de echarme al bolsillo de la chaqueta un ejemplar exactamente igual al que firmaron los 186 clientes de las cajas de seguridad en el momento de alquilarla.s", dijo.
Sin reclamaciones
Este enviado especial vio uno de los contratos, en el que en su cl¨¢usula s¨¦ptima (tiene nueve) dice textualmente: "El banco quedar¨¢ exonerado de toda responsabilidad ante cualquier tipo de da?o con relaci¨®n al contenido de la caja derivada de toda clase de siniestro: incendio, inundaci¨®n, etc¨¦tera, as¨ª como robo".
Esta cl¨¢usula invalida cualquier tipo de reclamaci¨®n judicial, en opini¨®n de Francisco Merch¨¢n., "y la prueba de ello es que hasta ahora no se ha presentado ninguna". Se sabe que tanto el director de la sucursal, Francisco Y¨¦lamo, como el subdirector, Juan Solano, el propio Merch¨¢n y el subdirector general del Banco de Andaluc¨ªa, Marcelino Mart¨ªnez, atendieron amablemente a todos los clierites que acudieron al banco, pero lo primero que hicieron fue ensefiarles los contratos que hab¨ªan firmado y que estaban en posesi¨®n del banco. En los mismos se establecen las normas de funcionamiento de las cajas (entre ellas la apertura de las mismas bien por muerte del titular, por inspecci¨®n peri¨®d:ica, etc¨¦tera), se estipula tambi¨¦n una ¨²nica indemnizaci¨®n en los casos como el ocurrido por la cantidad de 500.000 pesetas, fruto de un concierto entre el banco y una compa?¨ªa aseguradora. Unicamente los que hubieran suscrito un seguro especial por su cuenta tendr¨¢n derecho a la indemnizaci¨®n, siempre que demuestren la posesi¨®n de lo declarado. "Creo", dice Francisco Y¨¦lamo, "que son muy pocos, por no decir ninguno, los que suscribieron este seguro". En cualquier caso, siempre media la dificultad de demostrar las pertenencias justo en el momento en que se produjo el siniestro, porque las entradas y salidas a la caja son libres, y ¨²nicamente est¨¢ presente un empleado del banco.
El paisaje humano del barrio alto, donde est¨¢ la peque?a comisar¨ªa de Marbella, a pesar de sus casi 100.000 habitantes de hecho (sin contar los turistas de estaci¨®n), se llen¨® estos d¨ªas, entre otras gentes distintas.
Hab¨ªa que verlos, generalmente el titular de la caja y su pareja, mayores en su mayor parte, con el toque de distinci¨®n y la superioridad que da el dinero, entrar por la puerta de la dependencia policial y preguntar d¨®nde se denunciaba el robo del banco, patin¨¢ndoles a algunos las erres, mal defendi¨¦ndose otros con el spanglish, y la mayor¨ªa con la sorpresa de pasar por la situaci¨®n de denunciar su propio estado de ruina en un ambiente verdaderamente extra?o para su mundo de ex ricos en muchos de los casos.
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