La caba?a de Donamar¨ªa podr¨ªa haber sido utilizada en anteriores secuestros

Los dos detenidos por el secuestro de Saturnino Orbegozo fueron autorizados a recibir la visita de sus familiares en la Nochevieja, y a festejar con ellos el fin de a?o. Por otra parte, tras las primeras investigaciones se supone que el mismo refugio de pastores de Donamar¨ªa de donde fue rescatado el pasado jueves el industrial guipuzcoano podr¨ªa haber sido utilizado por ETApm en anteriores secuestros, entre ellos el del c¨®nsul honorario de Uruguay en Pamplona, Gabriel Birrun, ocurrido en 1981. La peque?a localidad Navarra recibe estos d¨ªas numerosas visitas de curiosos.La relaci¨®n entre anteriores secuestros de ETApm y los movimientos en el refugio de personas extra?as al pueblo fue puesta ayer de manifiesto tras nuevos informes de vecinos de Donamar¨ªa, quienes tambi¨¦n coincidieron en afirmar que durante las ¨²ltimas semanas varios j¨®venes acudieron a los bares de Santesteban, a comprar un elevado n¨²mero de bocadillos. La observaci¨®n en los ¨²ltimos d¨ªas de la presencia de personas extra?as en el pueblo y en la choza y, especialmente, la presencia de una joven rubia, que cada dos d¨ªas y al volante de coches diferentes, un Renault 5 amarillo y un Seat 127 de color rojo, ambos con matr¨ªcula de San Sebasti¨¢n, fue lo que motiv¨® que un vecino de Donamar¨ªa comunicase al cuartel de la Guardia Civil de Santesteban que en la mencionada caba?a hab¨ªa personas desconocidas.

Ante esta comunicaci¨®n, el sargento comandante del puesto y seis guardias civiles acudieron inmediatamente al lugar rese?ado, pese a que todos ellos hab¨ªan estado toda la noche, hasta las 6.30 horas de ese d¨ªa, rastreando otras zonas pr¨®ximas. Al llegar a la caba?a, denominada Otabro, los guardias civiles intentaron entrar, pero al ver que la puerta estaba cerrada optaron por ir a pedir las llaves al caser¨ªo de los due?os de la caba?a.

Comida en el interior

"Por una ventana", seg¨²n declar¨® ayer el coronel jefe de la Guardia Civil de la Comandancia de Pamplona, Francisco Aguado S¨¢nchez, "los guardias civiles atisbaron el interior y vieron que hab¨ªa restos de comida encima de la mesa y consideraron que estos d¨ªas navide?os no eran los m¨¢s indicados para que nadie comiera en el campo. Cuando decidi¨® que no era prudente esperar m¨¢s tiempo hasta que trajesen las llaves, el sargento hizo un agujero en el tejado y, se introdujo dentro de la edificaci¨®n junto con otro guardia; all¨ª se encontraron con Saturnino Orbegozo y los dos j¨®venes que le custodiaban".Aunque un peri¨®dico indicaba en su edici¨®n de ayer que no est¨¢ claro que los dos j¨®venes detenidos, Ignacio Odriozola y Gregorio Manso, tuviesen algo que ver con el secuestro, y que se encontraban en este lugar por 'casualidad' o bien a t¨ªtulo de favor, e incluso pone en duda que sean poli-milis, EL PAIS pudo saber de fuentes solventes que ambos j¨®venes han realizado numerosos viajes a Francia y, al menos uno de ellos, permaneci¨® custodiando a Orbegozo durante todo el tiempo que dur¨® el secuestro. Seg¨²n estas fuentes, incluso uno de los dos detenidos ha llegado a reconocer que particip¨® activamente en el secuestro material del industrial guipuzcoano en Zum¨¢rraga el 14 de noviembre.

Ignacio Odriozola y Gregorio Manso, estudiante y administrativo de Elg¨®ibar y Tolosa, respectivamente, tomaron las doce uvas de la Nochevieja en las dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil de Pamplona, junto a sus padres, que obtuvieron permiso gubernativo para ello. "Sus padres estuvieron aqu¨ª", explica el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Pamplona, Francisco Aguado, "desde las 23.00 horas hasta las 0.45 minutos aproximadamente del siguiente d¨ªa. Se les autoriz¨® a ello, comieron turr¨®n y, por supuesto, bebieron algo con sus hijos. Nosotros somos humanitarios y complacientes; por eso, en tan se?aladas fechas se les dej¨® estar aqu¨ª con sus hijos". La cena de Nochevieja de los dos j¨®venes detenidos, fue id¨¦ntica a la de los guardias civiles solteros de la comandancia de Pamplona, que ese d¨ªa gozaron de un men¨² extraordinario.

La caba?a en la que estuvo secuestrado Saturnino Orbegozo se ha convertido, en los ¨²ltimos d¨ªas, en centro de atenci¨®n, y son muchas las personas que diariamente suben por el empinado camino forestal para llegar hasta ella. Entrar es imposible, porque se encuentra cerrada con llave. La llave est¨¢ depositada en el cuartelillo de la Guardia Civil desde que hiciera entrega de ella su propietario, Gregorio Sagaseta.

El agujero practicado en el tejado por el sargento ha sido ampliado considerablemente (se supone que para deslizarse en su interior los visitantes) y se han retirado numerosas tejas. La mayor parte de los enseres que ten¨ªan en su poder los secuestradores han sido tambi¨¦n retirados estos d¨ªas por la Guardia Civil; quedan tan s¨®lo algunos objetos de madera, mesas y el habit¨¢culo en el cual permaneci¨® retenido el industrial guipuzcoano.

Saturnino Orbegozo permaneci¨® del 14 al 21 de noviembre encerrado en un zulo (agujero) que sus secuestradores ten¨ªan abierto dentro de la caba?a y que era tapado con baldosas de terrazo. Tiene un metro aproximadamente de profundidad y en su interior el secuestrado s¨®lo pod¨ªa estar encorvado o tendido y apenas pod¨ªa respirar.

Por su delicado estado de salud y tambi¨¦n porque a causa de las ¨²ltimas nieves ca¨ªdas se hab¨ªa filtrado agua, que en el momento del rescate cubr¨ªa el suelo hasta la altura de diez cent¨ªmetros, Saturnino Orbegozo fue sacado del zulo y permaneci¨® ya todo el tiempo en la estancia de donde fue rescatado.