Sin acuerdo sobre el orden del d¨ªa en la negociaci¨®n entre Israel y L¨ªbano
VICTOR CYGIELMAN, "Las conversaciones est¨¢n bloqueadas, pero transcurren en un clima amistoso". Este comentario de un negociador israel¨ª pone de relieve el ambiente en el que se desarrollaron ayer las negociaciones sobre la evacuaci¨®n de L¨ªbano por Israel entre delegaciones israel¨ª y libanesa en el hotel Lebanon Beach, en la localidad de Jalde, a una decena de kil¨®metros al sur de Beirut. La tercera sesi¨®n de la negociaci¨®n finaliz¨® ayer sin que las dos delegaciones lograsen ponerse de acuerdo sobre un orden del d¨ªa. "Los negociadores volver¨¢n a reunirse el jueves por la ma?ana en Kyriat Chmona, en el norte de Israel, para continuar sus esfuerzos, tendentes a llegar a un acuerdo sobre el orden del d¨ªa", declararon sucesivamente los portavoces de las delegaciones.
Para desbloquear las conversaciones, Israel ha aceptado renunciar al t¨¦rmino de normalizaci¨®n de las relaciones entre Beirut y Tel Aviv, que asusta a los libaneses, constantemente sometidos a las presiones del mundo ¨¢rabe, empezando por la de Siria. "Lo que cuenta es el contenido y no la etiqueta pegada en el frasco", repiten los c¨ªrculos oficiales israel¨ªes, que insisten sobre la necesidad de firmar un acuerdo que defina las "nuevas relaciones bilaterales" de L¨ªbano con Israel.
Para alcanzar este objetivo, las fuerzas armadas de Israel (Tsahal) seguir¨¢n ocupando sus actuales posiciones y no se retirar¨¢n de las monta?as del Chuf a pesar de las bajas en sus filas que tiene que lamentar casi diariamente. Esto acaba de ser decidido por el Gobierno israel¨ª tras un debate pol¨¦mico. Es el primer ministro, Men¨¢jem Beguin, el que ha conseguido imponer el punto de vista del ministro de Defensa, Ariel Sharon, acusando de "impacientes y hasta de pusil¨¢nimes" a aquellos ministros que propon¨ªan una retirada parcial de las fuerzas israel¨ªes del Chuf. Sharon aprovech¨® la ocasi¨®n para responsabilizar una vez m¨¢s al Gobierno norteamericano de "endurecer el coraz¨®n" de los negociadores libaneses e impedir cualquier progreso en las negociaciones. Beguin se abstuvo de opinar sobre el tema.
Beguin tiene, sin embargo, motivos para quejarse de Estados Unidos. Primero *comparte la irritaci¨®n de su ministro de Defensa de cara a las maniobras de la diplomacia norteamericana, que muestra "demasiada comprensi¨®n" ante las dificultades y vacilaciones de la parte libanesa.
El jefe del Gobierno tambi¨¦n est¨¢ digustado por la publicidad dada en Estados Unidos al viaje del presidente israel¨ª, Itzhak Navon, que sali¨® ayer de Israel con destino a Washington, donde el presidente norteamericano, Ronald Reagan, le conceder¨¢ una larga audiencia y donde tambi¨¦n le recibir¨¢n el vicepresidente, George Bush; el secretario de Estado, George Shultz, y su predecesor en el cargo, Alexander Haig. La Prensa norteamericana no duda en afirmar que para los dirigentes de Washington Navon puede ser una alternativa del estilo paloma al halc¨®n de Beguin, y Reagan aprovechar¨¢ su visita para sondearle sobre sus intenciones pol¨ªticas cuando expire su mandato, en abril. Navon puede acaso optar por encabezar una coalici¨®n electoral que se enfrente a Beguin.
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