'Cumbre' en Praga
HACE YA muchos a?os que las reuniones m¨¢ximas de los pa¨ªses del Pacto de Varsovia han dejado de ser una triunfal¨ªsta y sonriente rutina en la que se repet¨ªan los grandes temas de su objetivo: la defensa frente a la agresividad imperialista, que fue la raz¨®n aducida para su creaci¨®n -el Tratado de Asistencia Mutua de Europa del Este se firm¨® en una conferencia convocada cinco d¨ªas despu¨¦s de la creaci¨®n de la Uni¨®n Europa Occidental, que incluy¨® ya a una Alemania Occidental con soberan¨ªa plena, en mayo de 1955-; la exaltaci¨®n de un bloque s¨®lido y de una pol¨ªtica un¨¢nime, la solidaridad con los pueblos revolucionarios u oprimidos de todo el mundo... El pacto se ha ido desgastando al mismo tiempo que las esperanzas que pudieran suscitar los reg¨ªmenes comunistas incluidos y ha sufrido, sobre todo, por su conversi¨®n en instrumento de dominio de la URSS sobre los dem¨¢s; la invasi¨®n de Praga se hizo en nombre el Pacto de Varsovia. En Praga, precisamente, se celebra ahora esta conferencia en la cumbre de los siete pa¨ªses del tratado -Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, Bulgaria, Checoslovaquia, Hungr¨ªa, Polonia, Ruman¨ªa y Uni¨®n Sovi¨¦tica- y tiene caracter¨ªsticas muy peculiares. La URSS, ahora con Andropov, intentar¨¢ resumir y conjuntar la solidaridad de sus aliados m¨¢s o menos forzosos frente a la elevaci¨®n de lo que considera amen a exterior creciente. M¨¢s o menos es lo que pretende Reagan con sus aliados europeos, aunque, naturalmente, sobre bases muy distintas: la URSS presiona, sobre todo, con una fuerza armada y una capacidad de represi¨®n que no tienen l¨ªmites. En este caso, la conferencia no se distingue de las anteriores en el sentido de que la URSS entiende mantener una hegemon¨ªa absoluta y ser, por tanto, la cabeza no s¨®lo del ej¨¦rcito que se re¨²ne bajo el tratado, sino tambi¨¦n del conjunto de pol¨ªtica exterior e interior de todos los pa¨ªses integrantes.El enunciado de la pol¨ªtica sovi¨¦tica, seguramente expuesto ya en la reuni¨®n preparatoria de los ministros de Asuntos Exteriores, y lo que el comunicado conjunto que se espera para ¨²ltima hora del mi¨¦rcoles o primera del jueves -si no cuesta un trabajo especial redactarlo, habida cuenta de la resistencia permanente de alg¨²n pa¨ªs como Ruman¨ªa- habr¨¢ de tender a un dibujo de la situaci¨®n internacional, y muy especialmente la europea, expuesto en blanco y negro; o una negociaci¨®n veloz y efectiva acerca del desarme, exigiendo la retirada del proyecto de los misites de la OTAN; o un cierre mayor de sus propias fronteras. Es casi constante en los ¨²ltimos a?os la propuesta concreta de sistemas de pacificaci¨®n, alguno tan importante en principio como lo que luego fue la Conferencia de Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (Conferencia de Helsinki) y otro que nunca alcanza ni siquiera los primeros estadios de conversaci¨®n, como la intenci¨®n de la firma de un tratado entre la OTAN y el Pacto de Varsovia que pudiera desarrollarse hasta conseguir la disoluci¨®n de los dos grandes organismos militares adversos. Todas estas propuestas se secundan y a veces se adelantan por parte de las potencias menores (como fue el caso de Ruman¨ªa con respecto a la Conferencia de Heisinki) con la esperanza de ver reducida de esta forma su dependencia de la URSS.
Puede esperarse que Andropov haga en esta reuni¨®n una propuesta tambi¨¦n de gran envergadura acerca del desarme y de las posibilidades de reanudar la coexistencia. Puede esperarse tambi¨¦n que sus supuestos no sean considerados por Estados Unidos m¨¢s que como una maniobra de propaganda para dividir Occidente -aumentar las reticencias europeas con respecto a Estados Unidos-, recuperar su iniciativa con respecto al pacifismo mundial y dejar una vez m¨¢s constancia de que crece el peligro de guerra y que la culpa es de Estados Unidos. Es decir, no puede esperarse nada en el terreno de la pr¨¢ctica.
El inter¨¦s mayor estar¨¢ en el tono de las intervenciones de cada pa¨ªs, en las conversaciones bilaterales o m¨²ltiples que Andropov celebre por primera vez con los se cretarios de los partidos comunistas de los pa¨ªses del bloque. No ser¨¢ f¨¢cil que traspasen el tel¨®n de secreto que se impuso ya en las reuniones del comit¨¦ preparato rio y que contin¨²an en la cumbre.
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