El endeudamiento de Espa?a en el euromercado: 1974-1981
Sobre tales bases se inicia un proceso de crecimiento sin precedentes en la actividad financiera internacional, caracterizado en lo fundamental por un amplio acceso a tales fuentes de financiaci¨®n en euromonedas de numerosos pa¨ªses, por el consiguiente aumento de los niveles de endeudamiento y, en definitiva, por una intensificaci¨®n del proceso de, integraci¨®n financiera internacional.De este proceso, Espa?a no s¨®lo no ha estado ausente, sino que ha sido un participante activo como prestatario del segmento a medio plazo -eurocr¨¦ditos-, encontrando en tales recursos un sustancial complemento del ahorro interno del pa¨ªs, y convirtiendo dichos pr¨¦stamos en el componente m¨¢s significativo de la financiaci¨®n exterior de nuestra econom¨ªa en los ¨²ltimos ocho a?os.
El objeto de estas notas (1) se centra en el an¨¢lisis de tal participaci¨®n, tratando de poner de manifiesto qui¨¦n se ha endeudado, en qu¨¦ condiciones y, especialmente, hasta qu¨¦ punto ha existido una pol¨ªtica definida y espec¨ªfica de la Administraci¨®n espa?ola en este ¨¢rea que haya tratado de optimizar el acceso al mercado financiero internacional y, en definitiva, la valoraci¨®n del riesgo espa?ol en tal mercado.
Lo que podr¨ªa caracterizarse como "nueva ¨¦poca" del endeudamiento externo de Espa?a se inicia en 1967. Hasta entonces, la financiaci¨®n exterior de la econom¨ªa espa?ola est¨¢ constituida esencialmente por inversiones extranjeras y los cr¨¦ditos derivados de los Acuerdos de Cooperaci¨®n Hispano-Norteamericanos. A partir de ese a?o, coincidiendo con los primeros d¨¦ficit de la balanza de pagos por cuenta corriente, se inicia el acceso a los mercados financieros internacionales. A los tradicionales y escasos pr¨¦stamos estatales sustituyen, a partir de este per¨ªodo, los concertados por prestatarios como el INI, Renfe y empresas concesionarias de autopistas, a las que el Estado concedi¨® su aval y garantiz¨® el tipo de cambio.
Este proceso de endeudamiento no situ¨®, sin embargo, el nivel de endeudamiento externo de la econom¨ªa espa?ola en cotas excesivamente altas si lo comparamos con los de otros pa¨ªses occidentales. Adicionalmente, como resultado de las pol¨ªticas restrictivas de los a?os 1968-1970, la balanza de pagos espa?ola por cuenta corriente registr¨® sucesivos super¨¢vit en los a?os siguientes -1970-1973-, con la consiguiente incidencia en el descenso de las necesidades de financiaci¨®n y, por tanto, en la actividad prestataria.
La financiaci¨®n exterior neta en este per¨ªodo es negativa hasta 1974, a?o en que, como consecuencia del impacto inicial del alza de los precios del petr¨®leo, se inaugura una nueva ¨¦poca en el endeudamiento externo que con vierte a Espa?a en uno de los grandes deudores internacionales, con tasas de crecimiento realmente espectaculares.
En un contexto de manifiesta debilidad del sector exterior, el proceso de endeudamiento externo espa?ol se constituye, a pesar de la utilizaci¨®n de una buena parte de las reservas de oro y divisas, en necesario mecanismo de compensaci¨®n de los d¨¦ficit por cuenta corriente que se sucedieron desde 1974 hasta julio de 1977. En cualquier caso, junto a la fuerte incidencia de la subida en el precio de los crudos, la pol¨ªtica econ¨®mica espa?ola no tuvo la capacidad de respuesta que se observ¨® en otros pa¨ªses, de tal forma que nuestra deuda externa se multiplic¨® en los cuatro a?os siguientes. La presencia en estos a?os de prestatarios espa?oles encontr¨® en la fase expansiva del euromercado un importante est¨ªmulo que, junto a la estrechez del mercado dom¨¦stico, determin¨® un endeudamiento cuyas caracter¨ªsticas esenciales pasamos a analizar.
Prestatarios: naturaleza y distribuci¨®n sectorial
La naturaleza de la estructura operativa del euromercado determina unas condiciones de acceso de los prestatarios, vinculadas esencialmente a la dimensi¨®n de ¨¦stos, que dif¨ªcilmente posibilitan la generalizaci¨®n de sus facilidades financieras a cualquier tipo de potenciales demandantes de recursos en eurodivisas.
Sobre esta consideraci¨®n inicial, hay que contemplar tanto la concentraci¨®n de prestatarios en el acceso a estas operaciones, como la consecuente discriminaci¨®n a favor de las grandes empresas y prestatarios p¨²blicos que el acceso a las mismas produce. Esta se ha revelado tanto m¨¢s significativa cuanto que la repetida estrechez del mercado financiero espa?ol no ha posibilitado la concertaci¨®n de operaciones en plazos similares para prestatarios de menor dimensi¨®n, peque?as y medianas empresas fundamentalmente, m¨¢s dependientes de los circuitos de financiaci¨®n bancaria a corto plazo y, por tanto, con mayores costes y menos posibilidades de sortear la crisis dominante en el per¨ªodo.
Ese proceso de concentraci¨®n queda patente analizando la participaci¨®n porcentual de los diez principales prestatarios en el per¨ªodo objeto de an¨¢lisis. A excepci¨®n de 1978, la financiaci¨®n captada por esos prestatarios ha superado el 60% del total, observ¨¢ndose un grado de concentraci¨®n todav¨ªa mayor para los cinco prestatarios m¨¢s importantes. En realidad, el 80% del endeudamiento, privado se ha concentrado en apenas medio centenar de empresas. Mayor grado de concentraci¨®n se aprecia en el sector p¨²blico, en el que m¨¢s de la mitad de su deuda actual se encuentra en una veinten¨¢ de empresas del INI.
La distribuci¨®n entre el acceso del sector p¨²blico y sector privado al mercado financiero intemacional revela una escasa participaci¨®n del primero a lo largo de toda la d¨¦cada de los setenta. La mayor importancia relativa del sector p¨²blico en el per¨ªodo inmediatamente posterior a la crisis energ¨¦tica va progresivamente atenu¨¢ndose por delegaci¨®n de ¨¦ste en determinados sectores a los que se les concede el aval p¨²blico.
Junto a la motivaci¨®n global de ca¨ªda del ahorro p¨²blico en su conjunto, el sector p¨²blico espa?ol ha aparecido en el mercado v¨ªa empresas p¨²blicas. A 31 de diciembre de 1981, la deuda externa de las empresas del INI se cifraba en m¨¢s de 5.300 millones de d¨®lares -20% del total-, con una tasa de crecimiento entre 1975 y 1981 superior a la del conjunto de la deuda externa y del propio sector privado. Igualmente destacable es el recurso de Renfe al mercado, que con sus 1.600 millones de d¨®lares de deuda al 31 de diciembre de 1981 aparece como el prestatario individual m¨¢s endeudado.
El Estado, como tal, hace su primera aparici¨®n como prestatario en el verano de 1976, con una operaci¨®n de mil millones de d¨®lares. Independientemente del grado de representatividad de esta operaci¨®n en el conjunto del riesgo espa?ol, tal como era apreciado por la comunidad bancaria internacional, constituy¨® de hecho un espaldarazo al r¨¦gimen pol¨ªtico que entonces se iniciaba en Espa?a. Todo ello, sin considerar ajenas contraprestaciones a medio plazo, tan significativas como la autorizaci¨®n del establecimiento en Espa?a de algunos de los m¨¢s importantes bancos extranjeros.
Igualmente, entre las operaciones de pr¨¦stamo destacables en 1981 hay que se?alar la segunda salida del reino de Espa?a, con quinientos millones de d¨®lares, firmados en marzo, sindicados por casi setenta bancos entre espa?oles y extranjeros. Independientemente de las ventajosas condiciones en que se concert¨®, la significaci¨®n de esta operaci¨®n. fue tambi¨¦n pol¨ªtica, dada la coincidencia del proceso final de sindicaci¨®n con la intentona golpista del 23 de febrero. Su destino fue la cobertura parcial del d¨¦ficit p¨²blico con cargo a los 70.000 millones de pesetas autorizados para este fin.
El acceso de las corporaciones locales
Sin una incidencia importante en el volumen de recursos captados, pero significativos en la capacidad de diversificaci¨®n de fuentes de financiaci¨®n" es el acceso de algunas corporaciones locales al euromercado. Los Ayuntamientos de Madrid y Barcelona concertaron en 1980 pr¨¦stamos sindicados por 180 millones de d¨®lares, extendiendo a nuestro pa¨ªs, precedentes que cuentan con cierto arraigo en otros pa¨ªses europeos.
El acceso a la financiaci¨®n exterior de los prestatarios privados est¨¢, ante todo, determinado por la ya se?alada inexistencia en el mercado financiero espa?ol de instrumentos de financiaci¨®n adecuados en vencimientos y montantes a las necesidades de las empresas, especialmente de las inmersas en sectores con fuertes inversiones de amplio per¨ªodo de recuperaci¨®n -autopistas, el¨¦ctricas, petr¨®leos, ferrocarriles, etc¨¦tera.
La importancia relativa del sector de autopistas, presente sistem¨¢ticamente en el mercado, ha sido especialmente relevante en los a?os 1974 y 1975, e incluso en los a?os inmediatamente anteriores a los recogidos en este an¨¢lisis. Sobre este tipo de empresas ha existido hasta hace poco tiempo la obligaci¨®n legal de cubrir una parte sustancial de sus necesidades de financiaci¨®n con recursos en divisas.
El Estado, por su parte, ha concedido su aval y garantizado el tipo de cambio sobre tales operaciones. Al final de 1981, la deuda externa del conjunto de estas empresas superaba los 3.500 millones de d¨®lares, de los que el 50% eran cr¨¦ditos avalados por el Estado.
Por su parte, el sector el¨¦ctrico constituye actualmente el principal grupo de deudores privados con m¨¢s de 6.200 millones de d¨®lares, un 23% del total, a final de 1981. Este importante recurso a la financiaci¨®n exterior ha venido determinado por la magnitud de los planes de inversi¨®n de las principales empresas del sector, de dif¨ªcil cobertura en el mercado dom¨¦stico.
Los mecanismos de acceso a los mercados financieros internacionales no han sido similares en ambos sectores. El recurso del sector de autopistas ha estado indudablemente m¨¢s diversificado en operaciones, mercados y monedas, y tambi¨¦n m¨¢s repartido entre las empresas del sector. En ninguno de los a?os analizados, a excepci¨®n de 1976, ninguna empresa de este sector se encuentra entre los cuatro grandes prestatarios. Por el contrario, desde 1975, siempre encontramos a algunas de las grandes empresas el¨¦ctricas en ese grupo preferente. Concentraci¨®n de prestatarios, salidas menos frecuentes y elevados montantes medios de los pr¨¦stamos, caracterizan al sector, del que FECSA es, sin duda, la empresa m¨¢s endeudada en este segmento del mercado.
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