Tumultuaria asamblea m¨¦dica en Madrid para exigir una retractaci¨®n de Ernest Lluch

El Colegio Oficial de M¨¦dicos de Madrid reclamar¨¢ del ministro de Sanidad, Ernest Lluch, la p¨²blica retractaci¨®n de sus declaraciones sobre el incumplimiento laboral de algunos facultativos, y en caso de no producirse en el plazo de un mes exigir¨¢ su dimisi¨®n, seg¨²n acord¨® ayer por aclamaci¨®n una asamblea tumultuaria de facultativos pertenecientes a la asistencia extrahospitalaria de la Seguridad Social, que abarrotaron el aula magna del colegio. Durante la reuni¨®n, que dur¨® m¨¢s de tres horas, se produjeron enfrentamientos, abucheos e insultos contra algunos asistentes y contra el ministro, que obligaron a uno de los oradores a recordar a los presentes su condici¨®n de universitarios y la existencia de elementales normas de educaci¨®n.

Aunque el orden del d¨ªa de la asamblea inclu¨ªa tres puntos, (declaraciones de la Administraci¨®n, sugerencias sobre el paro de licenciados y deontolog¨ªa profesional), practicamente la totalidad de la intervenciones sirvieron para poner de relieve el malestar de una parte de los m¨¦dicos por la reciente circular sobre cumplimiento de horarios, que consideran lesiva para su dignidad, y por la aplicaci¨®n de la ley de incompatibilidades. Uno de los colegiados asegur¨® que con estas medidas "el estamento m¨¦dico ha sido atacado despiadadamente" y calific¨® de "una nueva modalidad de impuesto revolucionario" la pol¨ªtica de incompatibilidades. La expresi¨®n de disconformidad por un asistente fue castigada con una bronca estruendosa, en la que se profirieron t¨¦rminos soeces.Pocos minutos despu¨¦s, el doctor Hern¨¢ndez Les, presidente de la Asociaci¨®n para la Defensa de la Sanidad P¨²blica, fue saludado tambi¨¦n con una bronca tumultuosa. Una parte de los presentes ped¨ªa que se le negara la palabra y se le diera de baja en el colegio. Entre otros insultos, Hern¨¢ndez Les fue calificado de dem¨®crata. Cuando pudo comenzar su parlamento, afirm¨® que la situaci¨®n sanitaria es nefasta y que la asistencia se presta de mala gana y fue interrumpido con gritos de fuera, fuera y nuevas increpaciones. Consigui¨® a?adir que resulta inexcusable una reforma de la sanidad espa?ola, por lo que los m¨¦dicos deben ofrecer una alternativa positiva de di¨¢logo y colaboraci¨®n a los poderes p¨²blicos. M¨¢s adelante, Hern¨¢ndez Les ser¨ªa acusado de denigrar a la clase m¨¦dica en una reciente intervenci¨®n durante el programa de televisi¨®n La Clave, imputaci¨®n a la que no se le permiti¨® replicar.

Los m¨¦dicos fueron tambi¨¦n advertidos por un colega, en tono apocal¨ªptico, de que las medidas del Gobierno se orientan a la creaci¨®n de un Servicio Nacional de Sanidad y que el salario de un titulado superior de la Administraci¨®n con dedicaci¨®n excluyente alcanza tan s¨®lo 130.000 pesetas mensuales.

Durante la asamblea menudearon las quejas sobre el incremento del n¨²mero de cartillas por facultativo y la falta de medios, as¨ª como la situaci¨®n de los m¨¦dicos rurales, y se hicieron referencias a la necesidad de desdoblar especialidades para mejorar la asistencia y crear nuevas plazas.

Pese a los esfuerzos de la mesa presidencial para que se refrendasen sus propuestas, menos agresivas que lo que deseaba la mayor¨ªa, -para lo que su portavoz lleg¨® emplear la f¨®rmula "parece que el acuerdo un¨¢nime, a¨²n con ciertas discrepancias, es..."- la insistencia de la mayor parte de los participantes oblig¨® a someter a la asamblea una propuesta de dimisi¨®n del ministro de Sanidad, Ernest Lluch, si no realiza una retractaci¨®n en el plazo de un mes.