En Italia hay m¨¢s de 10.000 casos de 'desaparecidos'
Tambi¨¦n existe en Italia el drama de los desaparecidos. No es un problema pol¨ªtico, pero no por eso deja de ser menos doloroso y alarmante. Seg¨²n datos oficiales del Ministerio del Interior, actualmente hay denunciadas 12.274 desapariciones en todo el territorio nacional. La media de estas gentes evaporadas era, hasta ahora, de unas 10.000 al a?o. S¨®lo en Mil¨¢n desaparecen sin dejar huella tres personas al d¨ªa.
Estas cifras incluyen ¨²nicamente los casos denunciados a las autoridades, porque en otros muchos las familias prefieren callarse o buscar a los desaparecidos, en vano, por su cuenta.
En N¨¢poles, por ejemplo, han empezado a aparecer en las paredes de las calles y plazas, como despu¨¦s de la guerra, carteles conmovedores como ¨¦ste: "Desaparecido desde hace catorce meses. Su nombre, Ciro Cinque. Edad, veintiocho a?os. Su mujer, su peque?a de cinco a?os quieren que vuelva su padre. Quien tenga noticias que llame a estos tel¨¦fonos... Sed humanos". Y en el centro del cartel se puede ver la foto del desaparecido.
Seg¨²n la polic¨ªa, la mayor parte de estas personas desaparecidas son j¨®venes. Las razones son muy variadas. Por lo que se refiere a las mujeres, muchas de ellas son secuestradas para venderlas despu¨¦s en Oriente Pr¨®ximo en el comercio de la prostituci¨®n. En otros casos se trata de venganzas de la Mafia, que hace desaparecer a algunas personas, como acaeci¨® con el periodista Mauro de Mauro en Palermo hace m¨¢s de diez a?os.
Desinter¨¦s culpable
En otros casos se trata, al parecer, de j¨®venes que abandonan a sus familias y se van lejos por disputas familiares. Pero el hecho de que despu¨¦s de a?os no den se?ales de vida, ni siquiera por tel¨¦fono en las festividades m¨¢s hogare?as como las navidades, es un s¨ªntoma negativo, seg¨²n los soci¨®logos que siguen este problema. En muchos casos estos j¨®venes acaban en manos de sectas religiosas, que les explotan despu¨¦s de haberles sometido a un duro lavado de cerebro.Un caso conocido es el de un joven de G¨¦nova que reapareci¨® despu¨¦s en Estados Unidos afiliado a una secta religiosa, que le reten¨ªa corno un reh¨¦n enfermo, por el cual recaudaba para curarlo cientos de millones.
Podr¨ªa tambi¨¦n tratarse, en algunos casos, de j¨®venes con molestias ps¨ªquicas, incomprendidos en las familias y que acaban buscando lejos la liberaci¨®n y que acaban siendo tragados por ese pozo fantasma que ya nunca les devuelve a la luz.
Las autoridades, como afirma el Ministerio del Interior, no pueden hacer mucho en estos casos. Se trata de investigaciones muy dif¨ªciles, en las que no siempre puede actuar la justicia porque se desconoce el verdadero origen de la desaparici¨®n.
El problema es m¨¢s bien social. Se trata de una situaci¨®n que los soci¨®logos han definido como culpable desinter¨¦s de la sociedad por estos j¨®venes, que, en muchos de los casos, no tienen la fuerza moral ni psicol¨®gica de abandonar su destierro o de liberarse del infierno en el que han ca¨ªdo por miedo a ser juzgados como delincuentes. Esto, por lo que se refiere a los que puedan estar a¨²n vivos, cuyo n¨²mero se desconoce.
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