El debate del aborto
El 26 de diciembre de 1982, y a ra¨ªz de las recientes sentencias de la Audiencia de Bilbao, abre EL PAIS un debate sobre el aborto, con la participaci¨®n de un catedr¨¢tico de Derecho Pena?, dos agregados en una c¨¢tedra de Medicina y un te¨®logo. El art¨ªculo del te¨®logo se titula Una pol¨ªtica discriminatoria e hip¨®crita, y desarrolla efectivamente aspectos sociales y pol¨ªticos del aborto, profundizando poco, si algo, en los teol¨®gicos. De hecho, consiste en una defensa a ultranza del derecho libre al aborto, basada principalmente en tres argumentos: en el mundo la mayor¨ªa apoya, supuestamente, esta posici¨®n; el aborto ayuda a controlar la superpoblaci¨®n, y la situaci¨®n actual discrimina a los pobres. Adem¨¢s de lo discutible de las dos primeras, llama la atenci¨®n que el art¨ªculo no aporta informaci¨®n sobre la vertiente teol¨®gica y filos¨®fica del problema de fondo: ?en qu¨¦ medida un embri¨®n, un feto informe o un reci¨¦n nacido son formas de vida humana? Pero lo mas preocupante es que pretende hacer incompatible la repulsa del aborto con la inteligencia, olvida la de los lectores al hacer burla de la inconsecuencia de la Iglesia por "no prescribir duchas vaginales bautismales despu¨¦s de cada coito" (uno de los pocos puntos teol¨®gicos tratados), demuestra en unos renglones que el cristianismo es una contracultura e intenta clasificar a las personas que creen que el aborto es un hecho moralmente grave como reaccionarias e irracionales, para acabar propugnando "el deber del aborto". Hay mucha gente con ideolog¨ªa pol¨ªtica y actitud de izquierda, conciencia del problema que la superpoblaci¨®n supone, e incluso a veces alguna formaci¨®n cient¨ªfica, que no "se opone al uso de anticonceptivos eficaces", que comprende y aprueba las sentencias de Bilbao y que cree que en el feto informe s¨ª hay una forma de vida humana y el aborto es un mal grave. La simplificaci¨®n, superficialidad y vehemencia de art¨ªculos como ¨¦ste no s¨®lo no contribuyen a que los espa?oles encontremos una soluci¨®n justa a la triste realidad del aborto en nuestro pa¨ªs, sino que estimulan la radicalizaci¨®n de actitudes y opiniones y la confusi¨®n./
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