El Gobierno abrir¨¢ en fecha pr¨®xima negociaciones con Argelia para concertar un acuerdo de cooperacion pol¨ªtica y econ¨®mica

El Gobierno tiene la intenci¨®n de elevar al rango de negociaciones pol¨ªticas, globaliz¨¢ndolas dentro de las relaciones pol¨ªticas y econ¨®micas con Argelia, las conversaciones que la Empresa Nacional del Gas, SA (Enagas), estaba manteniendo con la empresa argelina Sonatrach sobre el suministro de gas natural a Espa?a. Fuentes solventes han adelantado que el nuevo Gabinete abrir¨¢ en fecha pr¨®xima una v¨ªa de negociaci¨®n con Argel, en la que se incluir¨¢, dentro de un probable acuerdo de cooperaci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica, la revisi¨®n del contrato que, firmado en agosto de 1975 y revisado con car¨¢cter provisional en julio de 1979, regula las relaciones entre las dos empresas estatales del gas.

Argelia se ha convertido, durante los ¨²ltimos diez a?os, en el pa¨ªs con el que Espa?a ha acumulado el mayor riesgo financiero dentro de su estrategia de apertura de nuevos mercados. Fuentes solventes calculan este riesgo en m¨¢s de mil millones de d¨®lares (unos 125.000 millones de pesetas), cantidad que equivale al 25% del riesgo comercial que el Banco Exterior de Espa?a, por ejemplo, tiene en el extranjero. La necesidad de abrir unas negociaciones globales con Argelia se derivan no s¨®lo de la incertidumbre existente en torno al contrato de suministro de gas natural sino de los mayores requirimientos de financiaci¨®n que se realizan por parte argelina. S¨®lo hace dos meses, el Gobierno argelino solicit¨® la ampliaci¨®n en 20.000 millones de pesetas de unas l¨ªneas de cr¨¦dito espa?olas para la financiaci¨®n de un proyecto en el que ya hay cr¨¦ditos de entidades hispanas por importe de 60.000 millones de pesetas.La apertura de las negociaciones est¨¢ pendiente, seg¨²n fuentes solventes, de una concertaci¨®n entre los ministerios de Industria, Econom¨ªa y Exteriores, al respecto y, en cierto sentido, de la conclusi¨®n de parecidas negociaciones, que, paralelemante, est¨¢ manteniendo el Gobierno argelino con el italiano y algunas empresas norteamericanas, concretamente sobre los precios de suministro de gas natural. No obstante, es previsible que los primeros contactos a este fin puedan comenzar antes de un plazo m¨¢ximo de tres meses.

Pese a los inconvenientes que plantea el eventual incremento del riesgo espa?ol en Argelia, la idea del nuevo Gabinete en relaci¨®n con el llamado problema argelino es seguir el modelo que en su d¨ªa estableci¨® el Gobierno del presidente Mitterrand, que apenas unos meses despu¨¦s de su victoria electoral en Francia firm¨® con Argel un amplio acuerdo de cooperaci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica, que inclu¨ªa, como centro del mismo, la venta de gas natural de producci¨®n argelina. En el citado acuerdo, Francia acept¨® la tesis argelina de establecer un precio pol¨ªtico por el gas argelino, pero a cambio de unas compensaciones muy concretas en el terreno comercial y econ¨®mico. La misma l¨ªnea hab¨ªa sido previamente seguida por B¨¦lgica, y posteriormente, por Italia.

Puntos en litigio

En estos momentos, las negociaciones entre Enagas y la compa?¨ªa argelina Sonatrach se encuentran interrumpidas en espera de que ambos Gobiernos globalicen las relaciones bilaterales. La ¨²ltima sesi¨®n negociadora entre las dos compa?¨ªas, encaminada a llegar a un acuerdo estable que sustituya al acordado provisionalmente en julio de 1979, se celebr¨® el pasado mes de noviembre y apenas se consigui¨® fijar las posiciones respectivas en los dos puntos en litigio: las cantidades de gas adquiridas por Espa?a y el precio.

La compa?¨ªa argelina pretende elevar el precio concertado por el gas que suministra a Enagas y exige, adem¨¢s, que la empresa espa?ola cumpla el contrato que regula sus relaciones en lo que respecta a las compras de las cantidades concertadas. Seg¨²n este acuerdo, Enagas debe adquirir al a?o 45.000 millones de metros c¨²bicos (4,5 millones de toneladas equivalentes de petr¨®leo) de gas natural y, bajo la cl¨¢usula de take o pay incluida en el contrato, pagar la totalidad de la cantidad concertada, independientemente de que se retire la misma. Esta cl¨¢usula es dolosa para los intereses de Enagas, ya que, debido a la baja de los consumos de este hidrocarburo en este pa¨ªs, las cantidades adquiridas de gas natural en Argelia apenas sobrepasaron los 15.000 millones de metros c¨²bicos el pasado a?o.

Aparte de la disputa sobre cantidades, el principal escollo de las negociaciones es el precio del gas natural, que Argelia exige que se eleve considerablemente los cuatro d¨®lares por mill¨®n de BTU (British Termical Unit) esque Enagas est¨¢ pagando en origen, por t¨¦rmino medio, por sus compras de gas. La idea argelina es que se alcance el precio que franceses, italianos y belgas han aceptado pagar por sus compras de gas natural, dentro de los contratos pol¨ªticos que han firmado con las autoridades argelinas. Argelia pretende que esta f¨®rmula sea aceptada por todos sus clientes de gas dentro de su estrategia de ir equiparando paulatinamente los precios del hidrocarburo a los del crudo.

Pero la baja experimentada en los precios del petr¨®leo en el mercado internacional, junto a la resistencia de los consumidores a aceptar gas a unos precios poco competitivos, ha echado por tierra parte de esta estrategia argelina, que tropieza ahora con la fuerte resistencia de los pa¨ªses compradores a aceptar sus precios. Tal es el caso de B¨¦lgica, primer pa¨ªs que acept¨®, en abril de 1981, un elevado precio del gas natural (4,80 d¨®lares por mill¨®n de BTU), a cambio de promesas de unas relaciones favorables en el terreno comercial. El Gobierno belga ha exigido ahora una revisi¨®n de ciertos aspectos del citado acuerdo.

El ejemplo m¨¢s dram¨¢tico, sin embargo, es el de Italia, que a nivel de Estado ha firmado un acuerdo pol¨ªtico con Argelia que, curiosamente, ha sido rechazado, en lo que respecta al precio del gas concertado, por la compa?¨ªa estatal del gas, SNAM. Como consecuencia de esta disputa sobre el precio, 4,41 d¨®lares por mill¨®n de BTU en origen (medio d¨®lar inferior al concertado por Francia), el reci¨¦n terminado gasoducto que une Sicilia con Argelia est¨¢ a¨²n sin utilizar, con la consecuente p¨¦rdida de rentabilidad del mismo.

Fuentes espa?olas solventes indican que la intenci¨®n gubernamental es llegar a alg¨²n tipo de acuerdo de cooperaci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica con Argel, que, sin caer en los errores cometidos por Italia y B¨¦lgica, permita alcanzar un compromiso en el problema del gas natural, basado fundamentalmente en el mantenimiento de un precio competitivo y en la fijaci¨®n de unas cantidades realistas para la compra de gas natural. Este acuerdo permitir¨ªa extender el entendimiento hispano-argelino a otras ¨¢reas, como son las inversiones y exportaciones espa?olas al pa¨ªs norteafricano, cuyo comercio con Espa?a es el m¨¢s importante en volumen y valor del ¨¢rea.