ETApm VIII, principal sospechosa del secuestro, a pesar de su nuevo ment¨ªs

La liberaci¨®n de Miguel Ignacio Echeverr¨ªa y las declaraciones de sus familiares a los medios de comunicaci¨®n no permiten establecer la identidad de sus secuestradores, que a buen seguro han cobrado ya los 161 millones que exigieron como rescate. Las dos hip¨®tesis que barajan los informadores y las que anticipa tambi¨¦n buena parte de la opini¨®n p¨²blica vasca apuntan a ETA Pol¨ªtico-militar VIII Asamblea, en primer t¨¦rmino, y a un grupo de delincuentes comunes, despu¨¦s, como responsables de esta acci¨®n.

En cualquiera de los casos, parece claro que quienes han planificado esta acci¨®n han salido beneficiados de un clima de opini¨®n que anunciaba un giro radical en la conducta de ETApm VIII Asamblea, desde el fracaso que supuso para esta organizaci¨®n la puesta en libertad del empresario Saturnino Orbegozo. La organizaci¨®n terrorista ha vuelto a negar toda participaci¨®n en el secuestro.La radicalizaci¨®n de los octavos se vio reflejada ya durante el secuestro del empresario de Zum¨¢rraga, en el momento en que esa organizaci¨®n armada adopl¨® la decisi¨®n, posteriormente asumida por ella misma, de acabar con la vida del secuestrado, tras haber mantenido una larga negociaci¨®n con sus familiares por espacio de un mes.

La ca¨ªda del comando que reten¨ªa al industrial habr¨ªa crispado todav¨ªa m¨¢s a los componentes de este grupo, acuciado en la actualidad por la falta de recursos econ¨®micos, y es en este contexto en el que se ha producido el secuestro de Miguel Ignacio Echeverr¨ªa.

Sus familiares comprendieron desde el primer d¨ªa que la vida del joven estaba realmente amenazada. Reunieron el dinero, anunciaron p¨²blicamente su disposici¨®n de hacer todo lo posible para recuperar al secuestrado y se guardaron mucho de trasmitir a la Prensa o la polic¨ªa aquellas informaciones que consideraban eventualmente perjudiciales para la resoluci¨®n del caso.

La poblaci¨®n vasca y los partidos pol¨ªticos raccionaron tambi¨¦n dando credibilidad a la amenaza, y en el breve espacio de una semana se sucedieron las manifestaciones, los encierros y las acciones de protesta por este secuestro, que ha conseguido movilizar por vez primera a un sector de la juventud.

Las condiciones impuestas por los secuestradores, que no han admitido intermediarios, negociaciones o rebajas en el rescate, adem¨¢s de dramatizar a¨²n m¨¢s el caso, podr¨ªa significar la respuesta de ETApm VIII Asamblea -en el supuesto de que se confirmara la responsabilidad de esta organizaci¨®n-, a las medidas anunciadas recientemente por el Ministerio del Interior, dirigidas a evitar el pago de dinero a organizaciones terroristas.

T¨¢ctica de dureza

Al anuncio de tales medidas, que incluye la persecuci¨®n de los intermediarios y la sanci¨®n de los pagos, los octavos habr¨ªan respondido eliminando toda negociaci¨®n, simplificando al m¨¢ximo los contactos con la familia y haciendo valer una amenaza de muerte que probablemente estar¨ªan dispuestos a cumplir, aunque s¨®lo fuera como referencia para los familiares de posibles nuevos secuestrados.

Algunas fuentes aseguran que tanto el secuestro de Orbegozo como el del joven Echeverr¨ªa fueron programados hace ya meses y que ETApm VIII continuar¨¢ desarrollando su campa?a de recaudaci¨®n de fondos por esta v¨ªa en las pr¨®ximas semanas.

Si, como algunos medios han afirmado, Miguel Echeverr¨ªa ha sido secuestrado por delincuentes comunes, est¨¢ claro que ¨¦stos poseen experiencia y un nivel considerable de sofisticaci¨®n t¨¦cnica en este tipo de acciones. Parece confirmado ahora que quienes trasmitieron algunas de las pistas falsas que llev¨® a la confusi¨®n y al desconcierto a la familia Echeverr¨ªa fueron precisamente los verdaderos secuestradores. Este supuesto grupo de delincuentes comunes estar¨ªa en todo caso dotado de cierta infraestructura en el Pa¨ªs Vasco y dispuesto a desafiar a los numerosos efectivos con que cuentan las Fuerzas de Seguridad del Estado en Euskadi.

Desmentido de los 'octavos'

La hip¨®tesis que atribuy¨® el secuestro a delincuentes comunes fue planteada por ETApm VIII Asamblea, a trav¨¦s de un comunicado y lleg¨® a ser asumida por los responsables de la Consejer¨ªa de Interior, del Gobierno vasco, Luis Mar¨ªa Retolaza y Eli Gald¨®s, a trav¨¦s de unas declaraciones en las que pr¨¢cticamente descartaban a cualquiera de las ramas de ETA. Tales declaraciones fueron efectuadas durante los d¨ªas en que la familia Echeverr¨ªa segu¨ªa la pista de los delincuentes comunes que intentaron apoderarse del rescate en Zaragoza y matizadas posteriormente por medio de una nota a la consejer¨ªa en la que se afirmaba que tambi¨¦n ETA podr¨ªa ser la autora de este secuestro. Ayer, portavoces de los socialistas vascos, UCD, PSOE y PNV coincidieron en atribuir el secuestro a los octavos. en vista de la infraestructura que demuestra entre otros hechos que se tuviera al joven en dos lugares diferentes.

ETA Pol¨ªtico Militar volvi¨® a desmentir ayer, por segunda vez, su presunta vinculaci¨®n con el secuestro perpetrado contra Migel Echeverr¨ªa, informa Tonia Etxarri. En un comunicado fechado un d¨ªa antes de la liberaci¨®n del joven, los polimilis aseguran que su organizaci¨®n "nada tiene que ver con esta acci¨®n", a la vez que especifican que "el ¨²nico contacto mantenido con el intermediario de esta familia dio como resultado su puesta en conocimiento de que ninguna rama de ETA estaba implicada en ¨¦l".

La organizaci¨®n terrorista, de la que, hasta la fecha, se sospecha, desde medios gubernamentales, que est¨¢ implicada en el secuestro, criticaba ayer, en t¨¦rminos acusadamente duros, al Gobierno central, al ministro de Interior y a partidos vascos como Euskadiko Ezkerra, acus¨¢ndoles de ser los principales responsables de la existencia de rumores que, en los ¨²ltimos d¨ªas, han circulado en torno a la posible participaci¨®n definitiva de los polimilis en el ¨²ltimo secuestro.

Insisten, as¨ª mismo, en centrar sus cr¨ªticas a los ex militantes de ETApm, que abandonaron definitivamente la lucha armada, para decir de ellos que se encuentran "en una actitud de convivencia con las fuerzas represivas y antivascas".