Falta de medios en la Armada espa?ola

"El n¨²mero de unidades en la Armada espa?ola es desesperadamente escaso", aunque en algunos buques espa?oles la tecnolog¨ªa de a bordo es equiparable a la de otras marinas de la OTAN, asegur¨® un portavoz militar autorizado.La esperanza para el futuro respecto a la guerra antisubmarina, seg¨²n un portavoz del Estado Mayor de la Armada, radica en la construcci¨®n de las fragatas FFG, "con un sistema de detecci¨®n similar al de las unidades norteamericanas del mismo tipo" y que est¨¢n equipadas con helic¨®pteros de localizaci¨®n y ataque contra los sumergibles, todas ellas dotadas con una tecnolog¨ªa adecuada a las perspectivas militares de los a?os noventa. Est¨¢ prevista la construcci¨®n de tres unidades, que podr¨ªan ampliarse a cinco y entrar¨ªan en servicio alrededor del a?o 1986.

La capacidad de lucha antisubmarina de la Armada espa?ola est¨¢ limitada, en cuanto a nav¨ªos de superficie, a diez destructores, "todos ellos muy antiguos"; cinco fragatas con la tecnolog¨ªa "apropiada para el momento actual", y seis corbetas "que tienen capacidad de actuaci¨®n junto a la costa", y, a?adi¨® el portavoz, "un cierto n¨²mero de helic¨®pteros".

Respecto a los submarinos de ataque, se poseen cuatro sumergibles del tipo Dafne y cuatro del tipo Agosta -en construcci¨®n-. Las fragatas en servicio de clase DEG van equipadas con dos tipos de torpedos-misiles antisubmarinos, am¨¦n de misiles antia¨¦reos para su defensa.

Espa?a carece de sumergibles de propulsi¨®n nuclear. Llevan todos motores Diesel con sistema de detecci¨®n y equipados con torpedos. Tales submarinos est¨¢n limitados en su cota de inmersi¨®n, pero, dado su tama?o, pueden ser utilizables en la guerra antisubmarina.

Esta precariedad en los medios de la Marina de guerra espa?ola fue mencionada por el almirante Saturnino Suanzes, jefe del Estado Mayor de la Armada, en su discurso de la Pascua Militar, el pasado 5 de enero.

En tal ocasi¨®n, el almirante espa?ol mencion¨® las cifras de que el 92% de nuestro comercio exterior se mueve por v¨ªa mar¨ªtima, y que el 50% de las unidades navales que, en caso de guerra o con car¨¢cter disuasorio, tendr¨ªan que defender ese tr¨¢fico han rebasado con creces los veinticinco a?os de vida, lo que es anormal en cualquier Armada occidental.

El aumento del poder¨ªo sovi¨¦tico en armas submarinas "ha provocado en las marinas occidentales una gran preocupaci¨®n", dijo la citada fuente militar, quien asegur¨® que la guerra antisubmarina de cara al futuro no puede hacerse unilateralmente: "Es cuesti¨®n de muchos, que tienen que intercambiar informaci¨®n moment¨¢nea".

Avances tecnol¨®gicos

Los avances tecnol¨®gicos han propiciado un cambio en -la guerra antisubmarina en base a los nuevos sistemas de detecci¨®n del eventual sumergible enemigo. La aplicaci¨®n de los ordenadores para la localizaci¨®n puede conseguir una extraordinaria precisi¨®n. Se puede detectar casi nav¨ªo por nav¨ªo seg¨²n el ruido concreto de sus propulsores. Se trata del sistema de detecci¨®n pasiva, que parece ser el que se impone en la guerra moderna.La Armada espa?ola "est¨¢ en la misma l¨ªnea de trabajo", dijo la fuente militar autorizada, "y se ha orientado en esta direcci¨®n", de forma que sus sistemas de detecc¨ª¨®n ser¨¢n compatibles con los de las Armadas occidentales. Todo ello porque "una vez elegido un sistema defensivo no es econ¨®mica ni realmente factible su cambio por otro".

El prop¨®sito de la Armada espa?ola es nacionalizar lo m¨¢s posible la producci¨®n de armas propias, pero reconociendo que es imposible la autosuficiencia. Precisamente mientras el nivel tecnol¨®gico de algunos buques de guerra hispanos est¨¢ a la altura de nav¨ªos pertenecientes a la OTAN, no ocurre as¨ª en cuanto a la producci¨®n de armas propias.

De cualquier forma, las intenciones actuales de la OTAN son el establecimiento de programas internacionales de cooperaci¨®n entre los aliados.

En cuanto a la potenciaci¨®n de los efectivos navales espa?oles, indispensable para el control efectivo de la zona del Estrecho, de indudable valor estrat¨¦gico internacional, "depende de la voluntad del Gobierno espa?ol" el otorgar los medios capaces a la Armada para desarrollar este cometido.

Acerca de la puesta a punto de las unidades navales espa?olas, "el ritmo de los ejercicios est¨¢ ligado a la crisis energ¨¦tica" y no hay perspectivas de que se aumente el n¨²mero de maniobras que implican el consumo de toneladas de petr¨®leo.