Lendl y McEnroe llegan con autoridad a las semifinales del 'Masters'
ENVIADO ESPECIAL, El checo Ivan Lendl y el norteamericano John McEnroe se convirtieron ayer en semifinalistas del Masters al derrotar con gran autoridad en dos sets al franc¨¦s Yannick Noali (6-4 y 7-5) y al argentino Jos¨¦ Luis Clerc (6-3 y 6-4), respectivamente. McEnroe se enfrentar¨¢ hoy a otro argentino, Guillermo Vilas, en la primera semifinal, mientras Lendl esparaba conocer, en la madrugada de hoy, a su rival, que saldr¨¢ del partido entre los estadounidenses Jimmy Connors y Johan Kriek. Las semifinales ser¨¢n ofrecidas hoy, fraccionadamente, por TVE.Mientras Lendl y McEnroe mostraban un juego homog¨¦neo y ambicioso, el nombre de Bjorn Borg inundaba los pasillos del Madison Square Garden. La noticia de su retirada, publicada ayer en el diario deportivo italiano Corriere dello Sport-Stadio, no pudo ser confirmada por Tom McCormack, manager del tenista sueco. Algunos observadores del Masters consideran que ¨¦sta podr¨ªa ser una t¨¢ctica de McCormack para prepararle la rentr¨¦e a su pupilo, con el fin de que dejasen de considerarlo el n¨²mero uno nada m¨¢s volver. Este peri¨®dico ha podido saber que Borg iniciar¨¢ pr¨®ximamente unas vacaciones por Tailandia y Nepal, para preparar con dureza su primer torneo de Grand Prix indoor, en Bruselas, el pr¨®ximo mes de marzo.
John McEnroe quiere ganar el Masters. En la temporada de 1982, que ahora se cierra, no ha logrado ni uno s¨®lo de los grandes torneos, y adem¨¢s ha perdido el puesto de n¨²mero uno en favor de Jimmy Connors. En su partido ante Clerc, se vio a un McEnroe con ambici¨®n. Cada pelota que fallaba, un gesto de rabia en su rostro. El Madison tuvo su mejor entrada hasta el momento porque jugaba McEnroe. El p¨²blico neoyorquino se divirti¨® castigando a Johnny al ponerse descaradamente a favor de Clerc. Fue el primer partido del Masters en el que el p¨²blico particip¨® en el partido abandonando su posici¨®n fr¨ªa y distante de las primeras jornadas.
El partido estuvo siempre en manos de McEnroe. Con su estilo f¨¢cil, pero que roza la perfecci¨®n, John llev¨® siempre la iniciativa. Clerc estuvo a un buen nivel, pero cuando McEnroe est¨¢ en forma y tiene ganas, como ahora, es el mejor jugador del inundo. Y al mejor, nadie le puede ganar.
Los mejores golpes de McEnroe fueron una vez m¨¢s sus voleas, tanto de drive como de rev¨¦s. Cuando sub¨ªa a la red, McEnroe cruzaba las bolas dej¨¢ndolas muertas. Clerc se mostraba impotente ante esos golpes. Esas bolas eran inalcanzables.
En el segundo set, el norteamericano sigui¨® jugando el mejor tenis, aunque Clerc, sabiendo que ten¨ªa el partido pr¨¢cticamente perdido, solt¨® su brazo y realiz¨® tambi¨¦n algunos puntos espectaculares. El esc¨¢ndalo, que tanto gusta al espectador neoyorquino del hot-dog y la Coca-Cola, salt¨® en el octavo juego. El juez ¨¢rbitro se equivoc¨® en una decisi¨®n. Era la excusa que se estaba esperando. El griter¨ªo, el pateo, fue general. El p¨²blico, m¨¢s que con Clerc, estaba contra John.
La misma autoridad que hab¨ªa impuesto McEnroe en el primer partido del d¨ªa la puso Lendl por la noche. El tenista checo, todo estrategia, lodo efectividad, se pas¨® el partido pensando cada golpe e, incluso, daba la sensaci¨®n de estar jugando una partida de ajedrez, al ir una o dos jugadas por delante del franc¨¦s. Fue el duelo entre dos atletas, con la diferencia de que Lendl no suele perdonar y Noah se excede en su pretensi¨®n de hacer los tantos bonitos. Yannick fall¨® pelotas incomprensibles.
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