Una bomba destruy¨® la entrada de una sucursal bancaria en el barrio de Salamanca, de Madrid

Un artefacto explosivo de gran potencia destruy¨® en la madrugada de ayer la entrada de la sucursal que el Banco de Vizcaya posee en el n¨²mero 62 de la calle Conde de Pe?alver, esquina a Padilla, en el madrile?o barrio de Salamanca. La explosi¨®n, que no provoc¨® da?os personales, podr¨ªa estar relacionada con la campa?a de hostigamiento de ETA contra algunos de los grandes bancos, a los que pretende cobrar el llamado impuesto revolucionario, aunque a ¨²ltima hora de la tarde d ayer ninguna organizaci¨®n hab¨ªa reivindicado la autor¨ªa del atentado terrorista.

El estallido del artefacto se produjo, seg¨²n testimonios de los vecinos, en torno a las 3.30 horas y provoc¨® conmoci¨®n en las viviendas de la finca donde se encuentra la oficina de cr¨¦dito. Algunos de los ocupantes de los pisos se apresuraron a descender a la calle, para comprobar si se trataba de alg¨²n accidente relacionado con el gas, y pudieron observar la puerta de la sucursal bancaria derribada y un boquete de unos cincuenta cent¨ªmetros de di¨¢metro en el suelo, en el lugar preciso donde se supone que los terroristas colocaron la bomba.El artefacto estaba compuesto por dos o tres kilogramos de sustancia explosiva, de gran capacidad detonante, seg¨²n fuentes de la polic¨ªa, y posiblemente fue activado mediante alg¨²n mecanismo de alimentaci¨®n el¨¦ctrica.

La explosi¨®n destruy¨® la fachada de la oficina bancaria y caus¨® destrozos de consideraci¨®n en el interior de las dependencias. Los da?os han sido cifrados por los peritos del Banco de Vizcaya, seg¨²n una primera evaluaci¨®n, en 1.300.000 pesetas. El estallido de la bomba afect¨® tambi¨¦n dieciseis autom¨®viles aparcados en la calle Padilla, rompi¨® cristales en varias viviendas y en el colegio Calasanz, situado en la acera opuesta de la calle Conde de Pe?alver, y destroz¨® las lunas de los escaparates de varios establecimientos comerciales en un ¨¢rea de veinte metros, entre ellos el bar Sada, una tienda de frutas y verduras y otra de calzados. La cafeter¨ªa Pauli 64, justo enfrente de la oficina del banco, sufri¨® los da?os mayores. Varias placas de m¨¢rmol de la fachada fueron arrancadas de cuajo por la onda expansiva y se despeg¨® de la pared un chafl¨¢n met¨¢lico situado sobre la entrada.

Al lugar de los hechos acudieron r¨¢pidamente tres veh¨ªculos de bomberos para comenzar las tareas de desescombro y varias dotaciones policiales, que montaron guardia durante todo el d¨ªa. El alcalde de Madrid, Enrique Tierno, se person¨® nada m¨¢s tener conocimiento del atentado, a primera hora de la ma?ana, para interesarse por lo sucedido.