Malos modos
El f¨²tbol espa?ol, adem¨¢s de burdo en muchas de sus concepciones t¨¦cnicas, es excesivamente violento. Y a la violencia en las acciones hay que a?adir la de los gestos y las palabras. Los malos modos de muchos futbolistas quedan en absoluta evidencia en las confrontaciones internacionales. Algunos jugadores suelen confundir el llamado juego viril con la patada extempor¨¢nea.En estos momentos, los ¨¢rbitros espa?oles han usado quinientas tarjetas amarillas y 48 rojas en lo que va de campeonato. Las veintiuna jornadas ligueras han tenido una media de algo m¨¢s de veintiseis tarjetas o, lo que es lo mismo, casi tres por partido. Y una media de m¨¢s de dos jugadores por jornada han sido expulsados. Las Palmas, el equipo m¨¢s sancionado, sale a 2,09 tarjetas por partido, el Sevilla a 2,04 y el Valladolid a dos justas.
El f¨²tbol espa?ol es constantemente sancionado por la UEFA, y hay que comenzar a creer que no siempre es v¨ªctima de la injusticia. El jugador hispano no va a la carga legal, sino al empuj¨®n. Suele anunciar las tarascadas de tal modo que el ¨¢rbitro no tiene m¨¢s remedio que verlas. En Europa, cuando se pega, no se dan tres cuartos al pregonero. Y lo peor del caso es que hay jugadores especialistas en embestir cuando se dignan usar de la cabeza.
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