Los cartujos y la pr¨¢ctica del deporte
En su art¨ªculo "Los talantes del hombre", publicado el lunes 24 de enero, Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza afirma que existe una notoria contraposici¨®n o incompatibilidad entre el talante deportivo y el talante intelectual. Para sustentar tal teor¨ªa argumenta que "si los cartujos y las monjas de vida contemplativa hicieran dos horas de jogging al d¨ªa estoy convencido de que se ver¨ªa alterada su disposici¨®n a la meditaci¨®n y el examen espiritual profundo".Desconozco la experiencia que pueda tener Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza tanto de la vida m¨ªstica como de la pr¨¢ctica de la carrera a pie, pero incluso si fuera cierta la incompatibilidad de los mencionados talantes, lo que me permito dudar, creo que el ejemplo estar¨ªa mal escogido.
En primer lugar porque la condici¨®n de cartujo o de monja contemplativa no constituye necesariamente un modelo de talante intelectual.
En segundo lugar porque, si bien no tengo experiencia ninguna en vida cartujana, s¨ª que tengo alguna en lo de correr y puedo asegurar que, al menos para los "animales urbanos", trotar al aire libre es una oportunidad ¨²nica de conocernos mejor a nosotros mismos (a nuestro cuerpo, pero tambi¨¦n a nuestra mente), de concentrarnos en problemas que nos rodean, alej¨¢ndonos al tiempo de ellos y pudiendo as¨ª observarlos con el sosiego del distanciamiento, y de percibir el aliento de la naturaleza y reconocer en ella que somos m¨¢s parte suya que del absurdo y tir¨¢nico sistema de convenciones en que hemos convertido a la gran ciudad; y todo ello independientemente del fundamento saludable, l¨²dico, competitivo, etc¨¦tera, que pueda tener, adem¨¢s, el motivo que nos haya llevado a correr a los que corremos.
Cuesta creer que tales propiedades sean capaces de alejar a nadie del cultivo del esp¨ªritu.
Por lo dem¨¢s, me parece aventurado establecer leyes de incompatibilidades en materia de talantes. Su implantaci¨®n social puede llegar a convertirse en una inmejorable f¨¢brica de prejuicios. /
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