Los billares y futbolines dejan paso a la electr¨®nica

Los salones recreativos -billares, futbolines y salas de juegos electr¨®nicos y m¨¢quinas tragaperras- han alcanzado una gran proliferaci¨®n en Madrid en los ¨²ltimos tiempos. En 1975 exist¨ªan 155, y la cifra ha subido en siete a?os hasta los quinientos existentes hoy d¨ªa. Junto a los cl¨¢sicos futbolines de barriada, que a¨²n subsisten para recreo de los menores, se encuentra gran n¨²mero de salas de v¨ªdeo, juegos y m¨¢quinas de tipo b -tragaperras- y otras surgidas recientemente, a modo de peque?os casinos, en las que se explotan ¨²nicamente m¨¢quinas de esta modalidad.Un grupo de asiduos de una de las salas recreativas comenta: "De un d¨ªa para otro saldremos por diez duros diarios", principalmente para echar pierdepagas al billar, aunque pasan buena parte del tiempo sin jugar, viendo c¨®mo lo hacen otros, mientras hablan, fuman y fanfarronean. Los jefes o encargados no suelen ser ya tan hoscos como anta?o y muchos de ellos son buenos amigos de los chavales, con los que comparten conversaci¨®n y a veces juego, y a los que incluso llegan a prestar dinero en caso de apuro. "El jefe de aqu¨ª es legal y amiguete, y tiene bastante culpa de que nos pasemos todo el d¨ªa en los billares".

"Los chavales son bastante majos. Aqu¨ª ven¨ªan antes pandillas y ten¨ªamos gresca casi todos los d¨ªas. Pero ahora ha cambiado mucho la gente que se pasa por aqu¨ª. Son m¨¢s educados y apenas hay que llamarles la atenci¨®n por nada. Hace diez a?os, en cuanto te descuidabas ya hab¨ªan intentado abrirte las m¨¢quinas para ponerse partida", explica uno de los encargados del sal¨®n recreativo Los S¨®tanos, en la Gran V¨ªa. "Ahora", contin¨²a el encargado, "nuestra principal preocupaci¨®n consiste en vigilar para que no entren menores a jugar, ya que hemos instalado gran n¨²mero de tragaperras. Porque si la polic¨ªa encuentra alguno, nos cierran el sal¨®n y nos multan con tres millones de pesetas".

La introducci¨®n de las m¨¢quinas de tipo b ha propiciado la transformaci¨®n paulatina de buen n¨²mero de billares en salones recreativos en los que se alterna la explotaci¨®n de juegos electr¨®nicos de v¨ªdeo -marcianitos y similares- con la de m¨¢quinas tragaperras.

Tragaperras

La mayor¨ªa de los billares y f¨²tbolines del centro de Madrid han optado por esta modalidad, simult¨¢neamente al surgimiento de salones dedicados exclusivamente a las m¨¢quinas con premio en dinero, m¨¢ximo de quinientas pesetas As¨ª, en los Billares Victoria, de gran tradici¨®n entre los jugadores de billar, se ha aprovechado su buena localizaci¨®n en la calle del mismo nombre y se han sustituido las buenas mesas de billar con las que contaban por infinidad de tragaperras, continuamente manipuladas por la amplia clientela de la zona, en su mayor¨ªa hombres mayores y personas desocupadas que juegan o miran c¨®mo lo hacen los dem¨¢s. Los Billares de la Prensa, en la plaza del Callao, tambi¨¦n han adquirido buen n¨²mero de estas m¨¢quinas. "No hay vuelta de hoja. Tenemos que adaptarnos a los tiempos modernos. A las m¨¢quinas de pin-ball (de bolas y petacos) no juega nadie ya. M¨ªrelas ah¨ª, muertas de risa. Lo que da dinero aqu¨ª son las tragaperras", comenta el encargado, transformado ahora en simple proveedor de cambio, que poco antes aconsejaba a una mujer, de las muchas que suelen acudir a estos locales: "Ahora est¨¢n en buen momento. Aproveche". La jugadora es una se?ora mayor, pensionista, que dice haberse dejado alg¨²n d¨ªa en estas mismas m¨¢quinas hasta 13.000 pesetas: "Y unas 100.000 desde que cog¨ª el gusanillo este. Porque ¨¦ste es un vicio muy grande", asegura. "Pero como estoy sola y no tengo que mantener a nadie... Ahora, a m¨ª que no me digan", contin¨²a, "me han dicho los encargados que con las m¨¢quinas estas sacan el 100% de beneficios".Los populares billares de la calle Valverde tambi¨¦n han instalado gran n¨²mero de estas m¨¢quinas, relegando el ping-pong y los futbolines, y, justo al lado, en la plaza del Callao, Bravo's, un conocido lugar de consumo de perritos calientes hasta hace poco, se ha transformado en sal¨®n recreativo dedicado exclusivamente al juego de m¨¢quinas tragaperras, para las que han habilitado dos plantas funcionalmente decoradas, con servicio de bar incluido. El local, por la gran afluencia de gente a esta zona tan c¨¦ntrica, parece ser uno de los m¨¢s lucrativos de la capital.

"No somos mafiosos"

Un directivo de Codersa, una de las principales empresas del ramo de tragaperras explica: "Inexplicablemente, la Prensa ha puesto a la opini¨®n publica en contra de este sector, mostr¨¢ndonos a los fabricantes y comercializadores como mafiosos y gangsters. Creen que aqu¨ª pasa lo mismo que en Estados Unidos o Inglaterra, donde el juego se encuentra en manos de diez o doce explotadores.