'La golfa', no apta para familias
Los problemas que tuvo Jean Renoir con su pel¨ªcula La chienne fueron compensados durante el rodaje por la emoci¨®n que sinti¨® al ver c¨®mo sus actores reproduc¨ªan en la vida privada las mismas peripecias que viv¨ªan los personajes. Michel Simon, que encarna al pintor enamorado de Lul¨², vivi¨® realmente esa pasi¨®n por la actriz Janie Marese, quien, a su vez, se enamor¨® durante el rodaje de Georges Flamant, que interpretaba al chulo despiadado receptor del dinero que el pobre pintor entregaba a la prostituta.La semejanza entre ficci¨®n y realidad tuvo incluso una tr¨¢gica prolongaci¨®n en el accidente de coche que cost¨® la vida a Janie Marese, poco despu¨¦s de haber rodado la secuencia en que es asesinada por los celos de uno de esos hombres.
La golfa se emite hoy a las 22 horas por el segundo programa
Cuando la pel¨ªcula estuvo terminada, sus productores quisieron retocarla para encontrar el tono de comedia que consideraban comercial. Tuvo que luchar Jean Renoir por mantener el punto de vista que transformaba La chienne en una pel¨ªcula melodram¨¢tica sin melodrama. "Es un cuento moral", repet¨ªa constantemente a los financieros, utilizando la misma frase con que La golfa se inicia. Pero la respuesta era implacable: "Usted hace pel¨ªculas para intelectuales y esa clientela no paga. Si queremos hacer dinero tenemos que complacer a las modistillas". Lo cuenta el propio Renoir en su autobiograf¨ªa, ri¨¦ndose elegantemente de sus productores.
Porque la batalla fue ganada por ¨¦l, y la pel¨ªcula se estren¨® en su versi¨®n ¨ªntegra, en noviembre de 1931, en la peque?a ciudad de Nanncy. Sin embargo, tuvo problemas: los fascistas entendieron que deb¨ªan atacar violentamente una pel¨ªcula como aquella. El director, a?os despu¨¦s, a¨²n se preguntaba el motivo. Lo cierto es que la proyecci¨®n fue acogida con un esc¨¢ndalo monstruo, traqueteo de banquetas y silbidos. Dec¨ªan que la pel¨ªcula atacaba las instituciones judiciales.
De ah¨ª que el astuto exhibidor de Biarritz que program¨® La golfa a continuaci¨®n hiciera un lanzamiento bastante extra?o, aconsejando a las familias que no fuesen a verla. Acert¨® de pleno: la sala se llenaba a cada sesi¨®n, y desde ese momento la pel¨ªcula de Renoir se transform¨® en un ¨¦xito. Todos los que formaban el equipo de filmaci¨®n, en el que, entre otros, figuraban los hermanos Prevert se sintieron gratificados: "El surrealismo", dice Renoir al recordar aquel rodaje, "brillaba con su joven esplendor. So?¨¢bamos con fundar una sociedad del gesto gratuito, cuyo fin ser¨ªa recompensar actos estrictamente in¨²tiles ( ... ). Ese sistema de gratificaci¨®n ocasionar¨ªa una paz universal: los cr¨ªmenes se cometen generalmente con un fin, las guerras se declaran con la esperanza de una conquista. Supriman el beneficio de estos actos y tendremos -salvo para algunos despistados- la paz en la tierra".
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