Joseph A. Schumpeter, 'in memoriam'
El martes, ocho de febrero, se cumpli¨® el primer centenario del nacimiento de uno de los grandes economistas del Siglo XX: Joseph Alois Schumpeter. Nacido en Moravia en los atardeceres del Imperio Austro-H¨²ngaro, estudi¨® Derecho y Ciencias Sociales en la Universidad de Viena, siendo disc¨ªpulo predilecto de Eugen von B?hk-Bawerk. Despu¨¦s de un per¨ªodo breve en el que ejerci¨® de ahogado gestor de intereses en El Cairo, se incorpor¨® a la vida acad¨¦mica en la remota Universidad de Cernowitz. Ya desde los comienzos, de su actividad acad¨¦mica, sorprendi¨® a los especialistas, de su tiempo al publicar diversos ensayos de gran profundidad en los campos de la Teor¨ªa Econ¨®mica, la Historia del Pensamiento Econ¨®mico y la Sociolog¨ªa. Como ejemplo de lo afirmado anteriormente cabe citar su sugestiva. S¨ªntesis de la Ciencia con¨®mica y sus m¨¦todos, y tambi¨¦n la serie de ensayos biogr¨¢ficos que se edit¨® mucho m¨¢s tarde bajo el t¨ªtulo Diez grandes economistas desde Marx hasta Keynes y todo ello confluir¨ªa en su monumental Historia del An¨¢lisis Econ¨®mico que dej¨® incompleta al fallecer el 8 de enero de 1950 en Taconic, Massachusets (Estados Unidos), siendo precisa la intervenci¨®n del Premio Nobel de Econom¨ªa y profesor de la Universida,d de Harvard, Wassily W., Leontief para ofrecer al p¨²blico especializado un texto que sigue siendo insuperable y que lo ser¨¢ durante mucho tiempo.En otra l¨ªnea de investigaci¨®n, debe resaltarse la contribuci¨®n de Schumpeter a la creaci¨®n de la Sociedad de Econometr¨ªa, que aspiraba a reunir trabajos y t¨¦cnicas que reunieran el an¨¢lisis econ¨®mico, las t¨¦cnicas matem¨¢ticas y la estad¨ªstica; recu¨¦rdese, al respecto, su prodigioso ensayo The Common Sense of Econometrics publica do en el primer n¨²mero de la revista Econmetrics. El mismo Schumpeter, gracias a la versatilidad de su ingenio abri¨® nuevos caminos centrando su, atenci¨®n en la evoluci¨®n y din¨¢mica de los sistemas econ¨®micos; en su caso, y ello constituye una indudable rareza, supo combinar los aspectos esenciales de la obra de Karl Marx con los de Leon Walras y su teor¨ªa del equilibrio general. Ya en 1912, Joseph A. Schumpeter publicada su Teor¨ªa del desarrollo econ¨®mico acu?ando incluso el t¨¦rmino que unas d¨¦cadas despu¨¦s ser¨ªa de uso com¨²n en la c¨¢tedra y en la calle.
Su concepci¨®n de la evoluci¨®n din¨¢mica del capitalismo -resultante de las actividades de los empresarios "innovadores"- le llevar¨ªa, en 1939, a publicar su tambi¨¦n monumental obra Business Cycles, la ¨²nica de sus obras capitales que no ha sido vertida al castellano. En. esta. ocasi¨®n, al igual que en la relativa a la fecha de publicaci¨®n de la Teor¨ªa del desarrollo econ¨®mico, la inminencia de las dos grandes guerras mundiales desplaz¨® la atenci¨®n del p¨²blico y de los especialistas hacia otros menesteres.
Con todo, ha de recordarse en esta evocaci¨®n la obra que le di¨® mayor popularidad, Capitalismo Socialismo y Democracia (1942) vertida entre nosotros, al castellano y al catal¨¢n.
La decadencia del capitalismo .
Capitalismo, Socialismo y Democracia comprende cinco ensayos que hincan las fuerzas de un talento privilegiado en la pol¨¦mica entorno al futuro del capitalismo y que concluyen predicando su inevitable decadencia en favor del sistema socialista -aun cuando el mismo Schumpeter- reconocer¨ªa en el pr¨®logo a la tercera edici¨®n de la obra (1950) que pod¨ªa existir una pluralidad de econom¨ªas socialistas y que tambi¨¦n el grado de "resistencia" de las distintas econom¨ªas capitalistas har¨ªa m¨¢s r¨¢pido o m¨¢s lento el proceso de la transici¨®n y transformaci¨®n. La novedad de su enfoque reside, en que J. A. Schumpeter -encuentra la justificaci¨®n de las predicciones de Marx en Das Kapital en causas radicalmente opuestas: es el ¨¦xito del capitalismo y no su fracaso lo que motivaron los grandes cambios sociales.
Schumpeter que tuvo experiencias muy adversas en el mundo de la pol¨ªtica (fue ministro de Hacienda en la Austria de la primera posguerra) y de los negocios (presidi¨® un banco -el Biedermann Bank-, que quebr¨® dejando en la pobreza a Schumpeter, quien, excesivamente dado a teorizar, hab¨ªa depositado sus ahorros en su propio banco), lo cual fue beneficioso para la Ciencia Econ¨®mica ya que le llev¨® a una actividad febril tanto en la Universidad de Bonn como en la de Harvard, donde dej¨® una estela de disc¨ªpulos de la talla de Samuelson y Sweey, sin ir m¨¢s lejos. Ha de se?alarse, y de ello da fe la influencia creciente de las obras de Schumpeter en Espa?a, singularmente a partir de 1950 y en la Facultad de Ciencias Econ¨®micas de la Universidad de Barcelona.
Ha sido una influencia positiva y de signo creciente, lo cual ha beneficiado a promociones de estudiantes y de estudiosos que as¨ª han podido liberarse de la influencia acr¨ªtica de la obra de J. M. Keynes. Como he se?alado en otro lugar (El profesor Schumpeter y el porvenir del capitalismo) la lectura y el estudio de la opera omnia schumpeteriana inducen al enfoque y a la actitud esc¨¦ptica y cr¨ªtica.
He dicho, con raz¨®n, que Schumpeter se consagr¨® al dif¨ªcil y lujoso deporte de ¨¦pater les ¨¦pateurs des bourgeois, y en un pa¨ªs como el nuestro, tan dado al dogma y al potro de tortura, un aire de sano esp¨ªritu aut¨¦nticamente liberal, puede elevar el nivel de la civilizaci¨®n y de la cultura en esta vieja piel de toro.
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