Luis Galve y su creaci¨®n del concierto de Villa-Lobos

El director israelita de origen rumano Sergiu Comissiona volvi¨® a dirigir la Orquesta Nacional de Espa?a (ONE) para ofrecernos, en uni¨®n de Luis Galve, un programa muy atractivo al que nuestro gran pianista aragon¨¦s aportaba el hermoso y dif¨ªcil primer concierto de Villa-Lobos. Vaya por delante la informaci¨®n del gran ¨¦xito para el director, el solista y los profesores de la ONE.Ya hace a?os que Luis Galve lleva en su repertorio la obra de Villa-Lobos, muy especialmente este primer concierto escrito para Ellen Ballon, que lo estren¨® en 1946. Era Villa-Lobos un compositor renuente a cualquier sistema y su invenci¨®n musical se derramaba incontenible sobre el pentagrama como una fuerza amaz¨®nica, casi tanta como el calor expansivo de su ancha humanidad. Gustaba del verbo filorromanticista, en el piano como en la orquesta, y en la mayor¨ªa de los casos su m¨²sica, en principio objetiva, responde a un hondo sentimiento de brasilidad jam¨¢s disimulado ni desnaturalizado.

Virtuosismo pian¨ªstico

Como escribe Alejo Carpentier, "por una vez, es palmera que piensa como palmera sin so?ar con pinos n¨®rdicos". Lo que no excluye un acusado regusto de Villa-Lobos por los injertos: con el barroco en las Bajianas Brasileiras; con el popularismo ciudadano de la avenida de R¨ªo Grande en las Serestas; con el lirismo a la Rasmaninoff, en el segundo tema -rom¨¢ntico y brasileiro- del concierto, verdadero injerto del abeto en la palmera real.

El primer concierto, de amplio esquema, densa escritura, alt¨ªsimo virtuosismo pian¨ªstico que, acaso, culmina en la formidable cadencia y en la riqu¨ªsica toccata final, exige grandes medios del int¨¦rprete. Como Luis Galve los posee, junto a una madurez de pensamiento y una imaginaci¨®n en la que fantas¨ªa y rigor se dan la mano, escuchamos una versi¨®n excelente por su parte, y no tanto por parte de la orquesta, de esta impetuosa creaci¨®n de Villa-Lobos.

En tanto no se resuelva el problema de los ensayos, nuestras orquestas andar¨¢n muchas veces "a la pata coja", por m¨¢s entusiasmo de componentes y directores.

Sergiu Comissiona es un magn¨ªfico maestro y un m¨²sico de calidades refinadas al que escuchamos una bell¨ªsima traducci¨®n de la Rapsodia Espa?ola de Ravel, un poco excesivamente l¨¢nguida, vista las cosas desde Espa?a, y una formidable versi¨®n de la sinfon¨ªa de C¨¦sar Franck, en las que nos revel¨® todo el wagnerismo que en ella subyace, antes de acudir al t¨®pico habitual de la escritura y el pensamiento organ¨ªsticos de Franck.