La confusi¨®n en el tema del aborto
Como no creo que esta modesta aportaci¨®n al tema exija la ambiciosa extensi¨®n de un art¨ªculo, me acojo a esta asamblearia y libertaria f¨®rmula de la carta al director para, mojando en la pol¨¦mica sobre el aborto, intentar evitar que se confundan las cosas:
1. Si en alguna ocasi¨®n se ha de llegar a abortar, porque la salud de la madre corre riesgo grave, ello no es un supuesto de aborto propiamente dicho, sino la exigida consecuencia del cumplimiento de la obligaci¨®n del cuidado de la vida de una persona, que, incluso, de no atenderse, podr¨ªa llevar a la exigencia de responsabilidad por un posible delito de lesiones u homicidio por imprudencia.
2. Si se ha de llegar a abortar porque se ha quedado embarazada como resultado de una violaci¨®n, eso tampoco es propiamente un aborto, sino la obligada reparaci¨®n, de una parte, y la evitaci¨®n, de otra, de un da?o grave que se a?adir¨ªa, adem¨¢s, a la agresi¨®n inicialmente sufrida.
3. Si se ha de llegar a abortar por la manifiesta y comprobada anormalidad del feto, eso tampoco puede ser considerado como un aborto, al tratarse de la necesaria extirpaci¨®n en un cuerpo humano de una de sus posibles anomal¨ªas y peligros, y ni siquiera se puede considerar como un comportamiento eugen¨¦sico, sino como una actitud profil¨¢ctica, cosa bien distinta.
Despenalizar el aborto no es corregir la penalizaci¨®n en cuanto a la equivocada consideraci¨®n que se ha dado a supuestos impropiamente estimados como tales. Despenalizar el aborto significa la desaparici¨®n de una figura delictiva, para que de ahora en adelante la madre, libremente, con arreglo a su conciencia, en ciertas condiciones y con toda clase de garant¨ªas t¨¦cnicas, pueda dar a luz o no, en el ejercicio de su libertad, siendo el bien protegible, la real voluntad de quien quiera, responsablemente, tener hijos o no tenerlos.
Aborto es la interrupci¨®n libre y voluntaria del embarazo.
Las interrupciones obligadas por la salud de la madre por anomal¨ªas del feto, por involuntariedad en la concepci¨®n, nacida de violencia, enga?o u otro fraude, son supuestos m¨¦dico-quir¨²rgicos ineludibles.
Creo, aun m¨¢s, que para la valoraci¨®n de estas modificaciones o correcciones, con el juego de las actuales eximentes de leg¨ªtima defensa, estado de necesidad y la correspondiente al impedimento de un mal mayor, bastaba y sobraba, a fin de que dichas situaciones fueran objeto no s¨®lo de comprensi¨®n social, sino de absoluci¨®n legal.
Que los hip¨®critas no se rasguen las vestiduras pues no se despenaliza el aborto, se pone orden y se corrige una interpretaci¨®n deformada que de ciertos supuestos se estaba realizando, so pretexto del tab¨² del aborto, para evitar injusticias y mayores males, lo cual es un evidente y razonable cambio, pero en el tema del aborto no es "el cambio". /
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