Desmitificaci¨®n

Juana del amor hermoso, de Manuel Mart¨ªnez Mediero.Int¨¦rpretes: Lola Herrera, Juan Jos¨¦ Otegui, Emma Penella, Arturo L¨®pez, Jes¨²s Ruyman, Vicente Parra, Carlos Kaniovsky. Escenograf¨ªa de Ram¨®n S¨¢nchez-Prat. Figurines de Ivonne Blake. Dise?o de luces de Felipe R. Gallego. Direcci¨®n: Angel Ruggiero.

Estreno: teatro Pr¨ªncipe, 14 de noviembre de 1983.

Nunca es tarde para revisar la historia, el ¨¦nfasis de ciertos mitos, de ciertas versiones. Hubo un tiempo en que los intelectua les libres comenzaron a desmitificar y a desmixtificar: el ingenioso tiempo en que Gala parec¨ªa una promesa (Anillos para una dama). De esa cepa viene esta Juana del Amor Hermoso: do?a Juana, Juana la Loca, no estar¨ªa loca y ser¨ªa v¨ªctima de una terrible conjura de su tiempo (hace a?os lo estudi¨® el psiquiatra Carlos Ortega, de Palencia, con juicios cl¨ªnicos y an¨¢lisis hist¨®rico). La obra de Mart¨ªnez Mediero (autor muy estimado; no s¨®lo por la vanguardia sino, en algunas de sus obras, por el p¨²blico) recoge el tema con tres vertientes: una, didasc¨¢lica, con la situaci¨®n de la ¨¦poca, las biograf¨ªas y los datos.La otra, ir¨®nica y parod¨ªstica, por el sistema de los chistes prof¨¦ticos o antiprof¨¦ticos, la aplicaci¨®n de lenguaje cotidiano y vulgar a personajes m¨¢gicos de la historia, el uso del anacronismo deliberado. La tercera, en fin, l¨ªrica y apasionada, sobre todo en cuanto se refiere a la desdicha de la protagonista, su amor y su prisi¨®n. El di¨¢logo es muchas veces ¨¢gil y teatral, pero la intenci¨®n de conjugar tanto elemento aumenta m¨¢s all¨¢ de lo conveniente el peso de la obra.

Angel Ruggiero ha contribuido con una direcci¨®n libre -seg¨²n el autor-, que se nota excesivamente: no consigue, sin embargo, dominar el largo pasillo en que queda convertido el escenarlo del teatro Pr¨ªncipe, en el que flotan los personajes. Hay unos figurines y una escenograf¨ªa espectaculares. Los figurines de la inglesa Ivonne Blake (oscar de Hollywood), inspirados, sin duda, en el orientalismo europeo del modern style; lo que es bello como ilustraci¨®n es dif¨ªcil como vestido, y formas y materiales dan una rigidez a los actores, los acartona y dificulta la agilidad y la flexibilidad que parece requerir la obra. La escenograf¨ªa es de Ram¨®n S¨¢nchez; hay que destacar al dise?ador de luces, Felipe R. Gallego, que convierte la pared de fondo en una ancha p¨¢gina de colores, tambi¨¦n en el mismo estilo del vestuario y de la ¨¦poca elegida.

Una buena pareja

Lola Herrera y Emma Penella forman una buena pareja. Lola Herrera tiene buenos acentos dram¨¢ticos, buenos registros emotivos; Emina Penella hace una reina Isabel frescachona y cotidiana, colocando bien las frases y los chistes. Juan Jos¨¦ Otegui triplica papel: consigue los mejores momentos con el de fray Mart¨ªn. La buena planta de Jes¨²s Ruyman le justifica como Felipe el Hermoso; el papel de cardenal Cisneros resulta demasiado dificil para Arturo L¨®pez. El papel de Vicente Parra es demasiado corto y poco asistido de texto, y Carlos Kaniowsky tiene una aparici¨®n muy breve.

El p¨²blico del estreno oficial estaba muy dispuesto a aplaudir y vitorear; lo hizo muy a gusto en la primera parte y en las escenas c¨®micas, y algo m¨¢s forzado en la segunda parte, cuando el autor deriva hacia el mensaje su texto.