Quini renunci¨® ayer a la indemnizaci¨®n que le deb¨ªan abonar sus secuestradores
El futbolista del FC Barcelona Enrique Castro, Quini, renunci¨® ayer oficialmente a los cinco millones de pesetas de indemnizaci¨®n que le deb¨ªan abonar sus secuestradores. El escrito de renuncia fue redactado y firmado en la secretar¨ªa de la Secci¨®n Primera de lo Penal de la Audiencla Provincial de Barcelona, y en presencia del magistrado juez Adolfo Fern¨¢ndez Oubi?a. Quini se neg¨® a comentar su decisi¨®n y lac¨®nicamente- asegur¨® que lo ¨²nico que hab¨ªa hecho era firmar. "Firmar y nada m¨¢s. As¨ª de f¨¢cil".
Hacia la una del mediod¨ªa de ayer Quini pas¨® como una exhalaci¨®n por las dependencias judiciales, acompa?ado por dos empleados del club blaugrana. Entr¨® en la secretar¨ªa de la secci¨®n primera de lo penal y se dirigi¨® hacia uno de los funcionarios, con el que hab¨ªa mantenido previamente una conversaci¨®n.Por un momento, el funcionario dud¨® ante la m¨¢quina de escribir, detuvo el dedo en el espacio y, dirigi¨¦ndose hacia el futbolista, le pregunt¨® con uria mueca: "?C¨®mo se llama de verdad?". Sigui¨® el funcionario con el dedo meci¨¦ndose en el espacio, inquiriendo al futbolista y aclar¨¢ndose a s¨ª mismo: "Es que nunca me acuerdo". Uno de los acompa?antes de Quini respondi¨®.
Las siete l¨ªneas del escrito de renuncia fueron firmadas por Enrique Castro Gonz¨¢lez, en presencia del magistrado juez Adolfo Fern¨¢ndez Oubi?a, quien casualmente se encontraba en las dependencias. Hubo tambi¨¦n una corta conversaci¨®n entre el juez y el jugador. El magistrado le reclam¨®, medio en serio, medio en broma, un bal¨®n firmado por los jugadores del Barcelona.
Quini abandon¨® la secretar¨ªa, cruz¨® los pasillos solitarios, se detuvo por un instante ante una de las vidrieras y se neg¨® a hacer comentarios sobre su decisi¨®n. "Lo ¨²nico que he hecho ha sido firmar. Firmar y nada m¨¢s. As¨ª de f¨¢cil". El delantero centro reemprendi¨® la carrera, pasillo adelante, mientras comentaba a voz en grito: "Tres balones, tres balones".
"A m¨ª que me paguen las horas extras hechas durante el juicio de su secueltro. Con esto tengo bastante", coment¨® un ujier.
El paso de ayer de Quini por las dependencias judiciales tiene tambi¨¦n otra lectura. Para ello hay que retroceder al 25 de marzo de 1981, cuando el futbolista lleg¨® a la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Barcelona y p¨²blicamente perdon¨® a sus secuestradores. Reiteradamente, Quini volvi¨® a perdonar a quienes durante cerca de un mes le retuvieron en un s¨®tano de Zaragoza.
El d¨ªa del juicio oral Enrique Castro volvi¨® a se?alar ante los magistrados que perdonaba a sus secuestradores y que no reclamaba ninguna indemnizaci¨®n. Sin embargo, a pesar de todas estas declaraciones y manifestaciones, los magistrados aseguraron en la sentencia, que "no existe constancia en la causa de la renuncia" del futbolista a las indemnizaciones a que tiene derecho.
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