El juguete roto

Cinco D¨ªasEl modelo de crecimiento econ¨®mico, tradicional en las econom¨ªas occidentales hasta la primera crisis del petr¨®leo, superv¨ªve desde hace m¨¢s de nueve a?os, sin que se hayan producido las rotundas transformaciones que se pronosticaban. Se han roto muchos mitos de la sociedad occidental desarrollada, y entre ellos quiz¨¢ destaque especialmente el del desarrollo ilimitado, basado en una continuidad del crecimiento que no admit¨ªa retrocesos, ajustando as¨ª con sus aumentos los nuevos contingentes de fuerza laborales al sistema y facilitando un pleno empleo basado en el desarrollo continuo.Este esquema, puesto en tela de juicio a principios de los setenta por algunos observadores -sobre todo por los te¨®ricos adscritos al Club de Roma-, ha venido a derrurribarse estrepitosamente. Con este juguete roto, la sociedad del ocio, que parec¨ªa estar al alcance de la, mano, es ahora una sociedad que conv¨ªve con el paro. ( ... )

Hay toda una serie de riesgos inherentes a la extensi¨®n del tiempo libre no retribuido o mal retribuido a capas sociales que no preve¨ªan este ocio forzoso en sus horizontes vitales ni lo hab¨ªan cubierto adecuadamente. El tard¨ªo acceso Al mercado de trilbajo, las jubilaciones anticipadas, el reciclaje laboral con regulaciones de empleo que producen largos par¨¦ntesis de desempleo en los trabajadores, etc¨¦tera, son situaciones irregulares que est¨¢n preocupando seriamente a gobernantes de todo el conjunto de pa¨ªses desarrollados por sus secuelas incontrolables.

Para la mayor¨ªa de los observadores, sin embargo, todav¨ªa no se han planteado en profundidad el drama de los aspectos econ¨®micos y las implicaciories sociopol¨ªticas que el progresivo incremento del tiempo libre en una sociedad en crisis puede acarrear en los pr¨®ximos a?os para las naciones del orbe occidental, que apenas si hab¨ªan empezado a descubrir lo que el ocio como concepto significa. La gran conquista de la civilizaci¨®n industrial puede ser la gran miseria de la civilizaci¨®n posindustrial si no se encuentra a tiempo una soluci¨®n contra el ocio no deseado de los j¨®venes, los parados y los jubilados anticipadamente.

, 19 de febrero