Bandr¨¦s har¨¢ de actor en un filme de De la Iglesia
'El pico' trata sobre la droga en el Pa¨ªs Vasco
El director de cine Eloy de la Iglesia (El diputado, Miedo a salir de noche, Navajeros, Colegas ... ) ha iniciado en Bilbao el rodaje de una nueva pel¨ªcula, cuyos escenarios se rodar¨¢n tambi¨¦n en Barcelona. Es una historia que transcurre en el Pa¨ªs Vasco y que tiene como protagonistas a dos drogadictos, uno hijo de un pol¨ªtico y otro de un guardia civil. El papel de pol¨ªtico ha sido ofrecido a Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s.
Para dar verosimilitud a la historia, Eloy de la Iglesia ha ofrecido el papel del pol¨ªtico al diputado de Euskadiko Ezkerra, Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s, y el pol¨ªtico guipuzcoano ha aceptado el reto. Los otros protagonistas de El pico -que tal ser¨¢ el nombre de la pel¨ªcula- son Luis Iriondo, Jos¨¦ Manuel Cervino, Marta Molins, Jos¨¦ Luis Manzano y un Ovidi Montllor que se encarga de interpretar a un camello que es, al mismo tiempo, confidente de la Guardia Civil."La historia de El pico es la de dos muchachos de quince y dieciocho a?os, atrapados por la droga. Uno es hijo de un diputado abertzale, de la izquierda radical; el otro, de un comandante de la Guardia Civil". De esta descripci¨®n que facilit¨® el director en una conferencia de Prensa en Barcelona, el lunes por la noche, se deduce que le interesan tanto los problemas de los hijos como los de los padres. "Lo que pretendo demostrar es que hay un punto de coincidencia entre dos personas de ideolog¨ªas opuestas: la moral, encarnada en la defensa de la instituci¨®n familiar".
"Mi padre, que ha sido destinado al Pa¨ªs Vasco, quiere que ingrese en la academia militar, aunque yo me resisto. Estudio BUP, pero los compa?eros de clase, por ser hijo de guardia civil, no me aceptan, salvo Urko, mi ¨²nico amigo. Los dos nos liamos con el primer porro, la primera raya de coca y de hero¨ªna, hasta que nos coge el caballo". Jos¨¦ Luis Manzano, un madrile?o de Vallecas de veinte a?os, habla de su personaje. Para este actor, la problem¨¢tica de fondo de su nuevo filme no le es ajena. "Yo conozco algo del trapicheo de la droga, los efectos y de c¨®mo se pasa, porque basta ir a un bar de Vallecas para ver una jeringuilla, como dice la canci¨®n de Antonio", afirma.
Javier Garc¨ªa, un barcelon¨¦s de quince a?os, que estudia primero de BUP en el instituto de San Andr¨¦s, es el Urko de la historia. Asegura que lo de pincharse y consumir droga dura ¨²nicamente lo conoce de referencia, "de la clase, de lo que cuentan los compa?eros o nos explican en los cursos de ¨¦tica".
Eloy de la Iglesia, nacido en Zarauz, de donde sali¨® a los diecisiete a?os, asegura que esta nueva pel¨ªcula, por el hecho de que va a ser rodada en el Pa¨ªs Vasco, "es algo que llevaba persiguiendo hace a?os, pero que por diversos problemas no lo he podido llevar a cabo hasta ahora". "Desde el momento en que la figura del pol¨ªtico de la izquierda vasca apareci¨® en la historia, pens¨¦ en Bandr¨¦s", asegura el director. "Es evidente que en el personaje hay una visi¨®n apolog¨¦tica y un tanto entra?able, que, por mi parte, reivindico". La falta de experiencia del presidente de Euskadiko Ezkerra como actor piensa De la Iglesia que "ser¨¢ compensada en la pantalla por el enorme carisma que tiene este hombre, y que espero se traduzca en una buena interpretaci¨®n y en la credibilidad del personaje". Bandr¨¦s, el diputado de carne y hueso no oculta, por su parte, lo atractivo que puede resultar "pasarse al otro lado del espejo para un hombre como yo, que tiene todav¨ªa un mont¨®n de curiosidades en la vida".
Localizaciones al margen, la ficci¨®n transcurre toda ella en el Pa¨ªs Vasco, una zona en la que el consumo de drogas parece ser m¨¢s alto que en el resto de Espa?a. "Tambi¨¦n all¨ª los enfrentamientos pol¨ªticos son m¨¢s violentos. Es el ¨²nico lugar de la Pen¨ªnsula en el que tiene fuerza la izquierda radical", ha asegurado De la Iglesia a Octavi Mart¨ª en Barcelona.
El gui¨®n le ha convencido a Bandr¨¦s y opina que el personaje que se le reserva, "fuera de cualquier histrionismo, no es tampoco el de un Hamlet". "Se trata", dice, "de una historia pat¨¦tica, candente y cercana". De todos modos, afirma el pol¨ªtico vasco que "el problema no ha entrado en mi casa, aunque m¨¢s vale que toque madera, porque tengo una hija de dieciocho a?os y un hijo de catorce". Y como se confiesa partidario de "hacer todas aquellas cosas que, sin perder la dignidad, contribuyan a mantener la salsa de la vida", Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s estudia en este momento la manera de hacer compatible el plat¨® cinematogr¨¢fico y los escenarios reales de la pol¨ªtica y la abogac¨ªa.
Babelia
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