El Atl¨¦tico perdi¨® la oportunidad de ganar en Valencia
ENVIADO ESPECIAL Nunca lo tuvo el Atl¨¦tico tan f¨¢cil. El Valencia tuvo la osad¨ªa de jugar bajo la ley del m¨ªnimo esfuerzo y el equipo madrile?o le perdon¨® el descenso. Ambos conjuntos protagonizaron un encuentro burlesco. El Valencia, porque sus jugadores acusaron una escandalosa falta de forma f¨ªsica, y el Atl¨¦tico, porque no tiene ni patr¨®n ni marineros. Durante la primera parte, el Atl¨¦tico se cans¨® de llegar a puerta. Tantas facilidades concedi¨® el Valencia por la falta de condici¨®n risica de sus jugadores, que los rivales pudieron elegir en jugar al pie o al hueco, por los extremos o por el centro. Tan f¨¢cil lo vieron que lo quisieron hacer bonito. La l¨ªnea recta fue siempre quebrada para buscar el apoyo, la jugada de lujo o el gol de fantas¨ªa.
El Valencia hab¨ªa desplegado una estrategia ofensiva con Carrete como extremo retrasado por la banda izquierda y Castellanos como claro pe¨®n atacante. Kempes trataba de compensar el sistema retras¨¢ndose hasta la media punta. La misi¨®n era atacar, pero a la hora de volver hacia atr¨¢s, pesaban los minutos de juego. El marcaje era por zonas y cuando el Atl¨¦tico recog¨ªa la pelota en sus dominios, ten¨ªa el horizonte despejado. Ning¨²n valencianista tapaba las parcelas del campo por donde los rojiblancos, inevitablemente, ten¨ªan que pasar.
Miljanic orden¨® a sus jugadores ser m¨¢s conservadores en la segunda parte, ante la falta de iniciatiba de ellos, que no parecieron darse cuenta antes de que eran unos mu?ecos para el Atl¨¦tico jugando tan adelantados. La falta de facultades fue disimulada con el apelotonamiento de hombres atr¨¢s.
Kempes volvi¨® a ser el hombre compensador del sistema, al situarse m¨¢s en punta para asustar a Juanjo -que sustituy¨® a Balbino, al que Kempes le abri¨® el p¨®mulo de un codazo- y a Arteche, y bien que lo consigui¨®, porque el c¨²mulo de errores de ambos jugadpores fue de tal envergadura que Kernpes disfrut¨® de repetidas ocasiones para ampliar la ventaja de su equipo.
El Atl¨¦tico no supo jugar ya ante un equipo cerrado atr¨¢s, con Carrete y Castellanos en la defensa. Su juego fue a menos, porque no tuvo patr¨®n que dirigiera la nave, ni marineros que supieran remar por las bandas. Todas las acciones se llevaron por el el centro, donde Rubio, para mayor apelotonamiento, buscaba el que le dieran juego. Bast¨® que el Valencia corrigiera los defectos de la primera parte para que el Atl¨¦tico se mostrara como otro serio candidato al descenso. Decenso que parece no preocupar a los jugadores del Valencia, que ayer, por el m¨ªnimo esfuerzo realizado, parecieron reservarse para el partido del mi¨¦rcoles, como si ya su permannecido en Primera Divisi¨®n fuera un hecho. Lo contrario -que no tiene fuerza para aguantar el ritmo de un encuentro- ser¨ªa a¨²n peor, pues si fuera as¨ª, el Valencia ya ha agotado toda su capacidad fisica para las ocho oportunidades que le restan de intentar eludir el descenso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.