Primeros pasos del Gobierno para controlar el sector el¨¦ctrico
El refuerzo de la delegaci¨®n del Gobierno en la explotaci¨®n del sistema el¨¦ctrico, medida aprobada por decreto del pasado Consejo de Ministros, ha sido valorado como el principal paso del Gobierno socialista para controlar el sector el¨¦ctrico, aunque no tendr¨¢ gran repercusi¨®n hasta 1985, para cuando fuentes del sector esperan duras batallas empresariales por utilizar una u otra fuente en la generaci¨®n de electricidad. Diversos expertos consideran que puede ser m¨¢s importante que la anunciada nacionalizaci¨®n de la red de alta tensi¨®n.
Medios privados que esperaban esta disposici¨®n la han acogido con reserva y desagrado, mientras en c¨ªrculos de las empresas p¨²blicas se considera que permitir¨¢ anteponer los intereses nacionales a los privados."Controlando la Asociaci¨®n de Empresas para la Explotaci¨®n del Sistema El¨¦ctrico (Asel¨¦ctrica)", ha declarado un directivo de la empresa p¨²blica, "es hasta innecesario controlar la red de transporte. Porque mediante ese control se puede verter al sistema la energ¨ªa producida tal y como se quiera".
Adem¨¢s de elevar el rango del delegado del Gobierno desde subdirector general a director general, el decreto potencia la delegaci¨®n en dos aspectos. Por una parte, junto a la posibilidad de vetar los acuerdos de Asel¨¦ctrica, tendr¨¢ la de inspeccionar las l¨ªneas y los gastos relacionados con la producci¨®n y transporte de electricidad. Por otra, impartir¨¢ a los ¨®rganos de la asociaci¨®n las directrices sobre la explotaci¨®n del sistema el¨¦ctrico que reciba del Ministerio de Industria, a trav¨¦s de la Secretar¨ªa General de Energ¨ªa y Recursos Minerales.
Es opini¨®n compartida por fuentes del sector p¨²blico y del sector privado que en los tres a?os que lleva en marcha Asel¨¦ctrica, decidiendo las centrales el¨¦ctricas que deben funcionar o parar en cada momento, no se han registrado apenas debates de inter¨¦s. Aunque el delegado del Gobierno ten¨ªa facultades de veto, no se recuerda que las haya utilizado en ninguna ocasi¨®n.
Seg¨²n medios privados, ha ocurrido as¨ª porque Asel¨¦ctrica, fundada por las propias empresas del sector para sustituir al antiguo repartidor central de cargas (RECA), ha seguido en todo momento las directrices emanadas de la Comisar¨ªa de la Energ¨ªa, a la que pasa diariamente un escrito llamado relatorio sobre la energ¨ªa producida y las fuentes utilizadas. Pero tras estas afirmaciones aparece la preocupaci¨®n, no ocultada en comentarios privados, por la toma de decisiones que puedan afectar a determinadas empresas.
Para medios p¨²blicos, por el contrario, la explicaci¨®n de la carencia de debates radica fundamentalmente en que durante los cinco ¨²ltimos a?os las centrales el¨¦ctricas han utilizado toda su capacidad, hasta el punto de haber estado pr¨®xima en reiterados momentos la amenaza de restricciones.
Esta prioridad respecto a la cantidad que se puede producir si las lluvias no son pronto intensas les parece seguro que continuar¨¢ durante todo 1983 y 1984. Sin embargo, a partir de 1985 se prev¨¦ un exceso de capacidad, que puede situarse en el 20% o 25%, en funci¨®n de la hidraulicidad que se registre.
Batallas previsibles
"Ahora", agregaron las mismas fuentes, "es cuando se notar¨¢ claramente que las prioridades de UNESA (patronal del sector el¨¦ctrico) y del Gobierno son distintas". "Desde ahora, aunque no haya problemas de capacidad, el sistema puede funcionar con prioridades nacionales. Hasta ahora Asel¨¦ctrica estaba subordinada a UNESA".Las batallas previsibles para el momento en que sobre algo de capacidad ser¨¢n continuaci¨®n de las detectadas con motivo de la elaboraci¨®n del Plan Energ¨¦tico Nacional, as¨ª como durante el tiempo que lleva en preparaci¨®n su revisi¨®n. Se centran, l¨®gicamente, en cu¨¢l debe ser la estructura de producci¨®n.
Los petroleros y las refiner¨ªas, incluidos los armadores de buques y otros sectores que trabajan para ellos, querr¨¢n que las centrales el¨¦ctricas quemen m¨¢s fuel para consumir todo lo que determina la producci¨®n de gasolinas, y se apoyar¨¢n en que con la nueva situaci¨®n resulta algo m¨¢s barato. Los hidroel¨¦ctricos dir¨¢n que su energ¨ªa es la menos gravosa para las reservas de divisas espa?olas. Los nucleares, por su parte, argumentar¨¢n que deben amortizar cuanto antes sus inversiones.
Igualmente, las empresas que tienen contratos de gas con Argelia o Libia propugnar¨¢n la mayor actividad de las centrales que funcionan con gas. Por su parte, los importadores de carb¨®n defender¨¢n que esta fuente es tambi¨¦n barata, siendo apoyados, asimismo, por quienes se benefician de su actividad. Frente a ellas, los productores de carbones nacionales, que facturan casi dos billones de pesetas al a?o, har¨¢n valer que no ven c¨®mo desprenderse de los excedentes de plantilla y que su sector es uno de los m¨¢s intensivos en mano de obra.
En 1981 los combustibles consumidos en centrales reguladas por Asel¨¦ctrica fueron 30,8 millones de toneladas de carb¨®n, 7,6 de fuel, 0,8 de gas natural y 1,8 de gas sider¨²rgico.
Asel¨¦ctrica fue constituida por las catorce mayores empresas del sector, incluidas las p¨²blicas, el 26 de noviembre de 1979, para coordinar la explotaci¨®n del sistema el¨¦ctrico y cumplir, en este sentido, una recomendaci¨®n hecha por el Congreso de los Diputados al aprobar el Plan Energ¨¦tico Nacional.
En abril de 1980 fue constituida la delegaci¨®n del Gobierno y se indic¨® que el comisario de la energ¨ªa nombrar¨ªa delegado. Pero en octubre de ese mismo a?o el cargo pas¨® a ser desempe?ado por el subdirector general de energ¨ªa el¨¦ctrica.
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