'La colmena', de Mario Camus, gana el Oso de Oro del Festival y de Berl¨ªn compartido con la pel¨ªcula brit¨¢nica 'Belfast, 1920'

Con un catarro que le imped¨ªa leer el acta con continuidad, Jeanne Moreau anunci¨®, en presencia de todo el jurado, "que el Oso de Oro del Festival de Berl¨ªn de 1983 se compart¨ªa entre la pel¨ªcula brit¨¢nica Belfast, 1920, primera obra del realizador, de 33 a?os, Edward Bennet, y el filme espa?ol La colmena. Los aplausos de los presentes confirmaron una vez m¨¢s el ¨¦xito de la pel¨ªcula de Mario Camus, uno de los m¨¢s un¨¢nimes de los que se recuerden en este festival.

ENVIADO ESPECIALLa pel¨ªcula espa?ola La colmena recibi¨® tambi¨¦n el primer premio del Centro Internacional de las Artes, las Letras y el Cine (CIDALC), con sede en Par¨ªs, y el premio de aceptaci¨®n popular del diario Berliner Morgen Post. En la secci¨®n infantil de la Berlinale, se galardon¨® al filme El cabezota, dirigido por Francisco Lara Polop con una menci¨®n especial del Centro Internacional del Filme para la Infancia y la Juventud (CIFEJ).

A Mario Camus no le ha sorprendido demasiado el premio Oso de Oro. "Tenemos a veces muchos complejos", afirm¨® pero creo que el cine espa?ol puede hacer un excelente papel en el panorama del cine europeo. Disponemos de excelentes operadores, de t¨¦cnicos de gran profesionalidad y conocimiento. Y como en La Colmena se comprueba una vez m¨¢s, hay en Espa?a un magn¨ªfico panorama de actores. A ellos se debe el que esta pel¨ªcula conecta con todos los espectadores.

Quiz¨¢ los actores espa?oles no puedan competir en algunos terrenos pero cuando tienen entre manos la oportunidad de interpretar personajes que conocen que les importan provocan ese asombro que se ha manifestado en el festival de Berl¨ªn".

Hubo silbidos para la mayor¨ªa de los premios restantes del jurado oficial. Se abuche¨®, por ejemplo, la menci¨®n especial concedida a la pel¨ªcula danesa Qu¨¦ pa¨ªs tan encantador, de Morten Arnfred, destacada por la forma art¨ªstica de relatar temas contempor¨¢neos".

Tambi¨¦n se recibi¨® con desagrado, aunque menos virulento, la menci¨®n especial concedida a la pel¨ªcula china Los amigos extranjeros, de Xu LeI, ya que la justificaci¨®n de que "muestra con calor y humor que la rehabilitaci¨®n es posible cuando existe el amor", no hac¨ªa sino confirmar su blandura po¨¦tica, su excesiva ingenuidad.

Los osos de plata a las pel¨ªculas El tranquilo oc¨¦ano, del austriaco Xaver Schwarzerger, y Una temporada en Hakkari, del turco Erden Kiral, fueron, en cambio, aplaudidas.

El filme turco hab¨ªa destacado de entre la programaci¨®n por su sensibilidad al mostrar el duro panorama de la realidad campesina de Turqu¨ªa, a trav¨¦s de las vivencias de un maestro que, durante un curso, comparte su vida con los habitantes de un m¨ªnimo pueblecito nevado. Y la pel¨ªcula austriaca, primera obra del operador habitual de Fassbinder, a quien dedica la pel¨ªcula, interes¨® a la mayor¨ªa de los espectadores precisamente por su excelente fotograf¨ªa en blanco y negro, veh¨ªculo ideal para contar esa rara historia (por original la ha premiado el jurado) del m¨¦dico con complejo de culpa que se a¨ªsla en un villorrio donde la obsesi¨®n por una hipot¨¦tica epidemia de rabia hace matar a gran n¨²mero de animales y fomenta un esp¨ªritu colectivo de locura.

Premios a actores

Fue en los premios a los actores donde los silbidos alcanzaron mayor fuerza. Ni el actor nortearnericano Bruce Derri parec¨ªa acreedor a tal honor por su trabajo en Reuni¨®n de campeones, de Jason Miller, de inmediato estreno en Espa?a, ni, por supuesto, la actriz sovi¨¦tica Jewgenija Gluschenko llam¨® la atenci¨®n de nadie por su interpretaci¨®n en el melodrama humor¨ªstico Amor por mandato. Al menos en estos apartados se confiaba ver citada la pel¨ªcula de Alain Tarmer, En la ciudad blanca que espl¨¦ndidamente interpreta Bruno Gariz, y que constituy¨® una de las sorpresas del festival; algunos confiaban incluso en que una menci¨®n al trabajo de las actrices de Locuras de mujeres, de Margarethe von Trotta, cumplir¨ªa la misi¨®n de no olvidar una pel¨ªcula interesante, aunque muy discutida. Es as¨ª que Tanner y Von Trotta pueden considerarse los grandes perdedores de este Festival.Porque, puestos a premiar, el jurado oficial hasta ha concedido un Oso de Plata a Paulina en la playa, de Erich Rohmer, que dividi¨® la opini¨®n de los presentes, aunque todos pudieran llegar al acuerdo de que no supon¨ªa ning¨²n avance en la ya mon¨®tona visi¨®n del mundo de este director franc¨¦s. Y ha destacado, adem¨¢s, con una menci¨®n especial la disparatada pel¨ªcula del alem¨¢n Vadirri Glowna Nada m¨¢s a perder, recibida con grandes pateos, a pesar del buen trabajo de los actores, entre ellos el de Angela Molina.

Otros premios no oficiales han coincidido tambi¨¦n en destacar las pel¨ªculas turca y austriaca. Es el caso de los jurados de la Confederaci¨®n Internacional de Cines de Arte y Ensayo (CICAE), Organizaci¨®n Cat¨®lica Internacional del Cine (OCIC), Interfilm (jurado protestante) y Federaci¨®n Internacional de Cr¨ªticos Cinematogr¨¢ficos (Fipresci). Esta ¨²ltima, a u vez, destaca tambi¨¦n el filme de Rohmer, mientras que la excelente pel¨ªcula brasile?a Adelante, Brasil, retenida por la censura de aquel pa¨ªs durante un a?o y olvidada por el jurado oficial, s¨®lo ha sido destacada por los jurados de la CICAE y OCIC.

Ning¨²n premio m¨¢s, como se ve, para Belfast, 1920, compartidora del Oso de Oro con La Colmena, que s¨ª ha recibido, en cambio, por unanimidad, el premio del Comit¨¦ Internacional para la Difusi¨®n de las Artes y las Letras (Cidalc), "porque reconstruye el esp¨ªritu de una ¨¦poca con medios art¨ªsticos de alta calidad".

Sorpresa

El premio a Belfast, 1920 no ha molestado, pero s¨ª sorprendido. El d¨ªa de su proyecci¨®n tuvo una discreta acogida. Si bien parec¨ªa interesante que el director intentara exponer su punto de vista sobre el origen de los actuales conflictos en el Ulster y, t¨¢citamente, hacer un llamamiento a la concordia, el mecanismo dram¨¢tico que utiliz¨® para ello pareci¨® d¨¦bil.La secci¨®n parelela del Festival, F¨®rum de los J¨®venes, dedicada a destacar las novedades cinematogr¨¢ficas del a?o, ha hecho especial hincapi¨¦ en el cine tradicional, hasta el punto de que uno de los platos fuertes de su programaci¨®n era la versi¨®n completa (cuatro horas y media) de la pol¨¦mica pel¨ªcula de Michael Cimino La puerta del cielo. Y no hay que olvidar que, como atracci¨®n marginal al festival, se exhibi¨® durante cuatro d¨ªas la versi¨®n recompuesta de Napole¨®n, que Abel Gance film¨® en 1925, con acompa?amiento musical de la Orquesta Sinf¨®nica de Berl¨ªn, dirigida por el autor de la partitura, Carmie Coppola.

Pel¨ªcula ins¨®lita y, efectivamente nueva, es la del cortometrajista catal¨¢n Xavier Daniel, Silencis. que obtuvo mejor respuesta en su segunda proyecci¨®n, en una secci¨®n informativa. Se oyeron aplausos en la sala llena, y ellos han influido probablemente en que este pol¨¦mico cortometraje homosexual se haya elegido para otras muestras internacionales.

La opini¨®n de Cela

Camilo Jos¨¦ Cela, el autor de la novela La colmena en la que se basa la pel¨ªcula de Mario Camus y fugaz actor en el filme, estaba ayer en su casa de Palma de Mallorca celebrando el ¨¦xito de los responsables del rodaje. Para ¨¦l, es un triunfo del cine espa?ol, "que antes era una verg¨¹enza y que ahora est¨¢ demostrando que puede conseguir grandes ¨¦xitos aqu¨ª y en el extranjero". Cela cree que este triunfo no es una casualidad, sino "el reflejo de un trabajo bien hecho". En cuanto a la pel¨ªcula premiada, alaba su respeto por el texto original, elogia la labor de los actores y opina que si hubiera estado en el jurado "no s¨¦ si hubiera votado lo mismo que ellos, porque no he visto las otras pel¨ªculas concursantes". Con respecto a su trabajo en el filme, lo explica como "una pura broma" con la que se divirti¨® enormemente. Cela vio la pel¨ªcula en el estreno; la hab¨ªa visto antes, en proyecciones privadas, y volvi¨® a verla despu¨¦s. En la primera ocasi¨®n no encontr¨® que sintiera ninguna emoci¨®n extraordinaria "porque yo soy poco emocionable". Finalmente, Cela cree que las im¨¢genes que la pel¨ªcula da de los innumerables personajes que ¨¦l cre¨® en La colmena no van a cambiar sus propias fijaciones de las criaturas de la ficci¨®n literaria. "Yo me los imaginaba de una forma y eso no me lo quita nadie ya".