Un ¨¦xito de Carlos Saura
Aunque Saura era ya considerado en el extranjero como uno de los autores de mayor importancia del cine europeo, no hab¨ªa logrado a¨²n conectar con un p¨²blico masivo. Su prestigio se concretaba en c¨ªrculos cr¨ªticos, sin repercusi¨®n popular.Fue Cr¨ªa cuervos, rodada en 1975, la pel¨ªcula que le facilit¨® ese ¨¦xito. En Espa?a ha sido, sin duda, su pel¨ªcula m¨¢s comercial, hasta, al menos, Deprisa, deprisa, y en el extranjero, donde a¨²n no se conoc¨ªa El esp¨ªritu de la colmena, entusiasm¨® Cr¨ªa cuervos, entre otras causas, por la imagen ins¨®lita de la ni?a Ana Torrent, cuyos ojos se expresaban con una fuerza sugestiva e inquietante. La canci¨®n de Jeanette Por qu¨¦ te vas, que se oye repetidas veces durante la pel¨ªcula, constituy¨® tambi¨¦n un ¨¦xito. Era frecuente o¨ªrla en bares y emisoras de radio de numerosos pa¨ªses europeos; incluso en Estados Unidos, donde, bajo el t¨ªtulo de Cr¨ªa, se hab¨ªa estrenado la pel¨ªcula con id¨¦ntico clamor.
Curiosamente, algunos de los cr¨ªticos espa?oles que hab¨ªan celebrado la trayectoria de Carlos Saura desde que rodara Los golfos en 1960, no valoraron Cr¨ªa cuervos con id¨¦ntico entusiasmo. A su juicio, Saura hab¨ªa prescindido en esta pel¨ªcula de sus hab¨ªtuales intenciones pol¨ªticas, justamente en unos momentos de la vida espa?ola en que esas inquietudes fueron protagonistas. Jos¨¦ Luis Blanco Vega dec¨ªa en Rese?a, por ejemplo, que "sacar como conclusi¨®n que estamos ante una pel¨ªcula donde se desmitifica la infancia como t¨®pica edad feliz no es llegar, me parece, a casi nada".
Sin embargo, los espectadores no se hab¨ªan equivocado tanto como parecia a estos cr¨ªticos. Cr¨ªa cuervos presentaba, efectivamente, un retrato de la infancia que se alejaba del t¨®pico, ofreciendo im¨¢genes de su soledad, de su desvalimiento e, incluso, de su crueldad, y para ello, Saura hab¨ªa insistido en sus tradicionales planteamientos dram¨¢ticos en los que la realidad se define m¨¢s all¨¢ de la apariencia. El pasado y el futuro, el sue?o y la memoria, lo cotidiano y lo m¨¢foco se entremezclan sin pausas, confeccionando el panorama que, contempla, con talante cr¨ªtico esa ni?a protagonista. Pero ello, en un lenguaje menos cr¨ªptico del que la censura exig¨ªa en aquellos a?os, con una capacidad de comunicaci¨®n al que fueron sensibles los espectadores menos iniciados en la est¨¦tica del autor.
No significaba esto retroceso alguno en su cinematograf¨ªa; en todo caso la b¨²squeda de una nueva posibilidad expresiva, una m¨¢s de las que Saura ha ensayado en su carrera, menos mon¨®tona de lo que precipitadamente creen algunos. Para Cr¨ªa cuervos, por ejemplo, prescindi¨® de Rafael Azcona, su guionista h¨¢bitual desde El jard¨ªn de las delicias. Desde entonces, salvo para ?ntonieta, Saura ha escrito ya en solitario sus propios guiones.
Al cabo de los a?os, y sin que pesen ya sobre los cr¨ªticos espa?oles las circunstancias pol¨ªticas de 1975, Cr¨ªa cuervos logra expresarse en todas sus pretensiones. El dram¨¢tico juego con la muerte que establece la ni?a de ojos penetrantes es, desde luego, una forma de acercamiento a la infancia que no tiene precedentes en el cine.
La larga agon¨ªa de los padres, y su af¨¢n por asesinar a la t¨ªa, son s¨®lo variantes de un mundo opresivo en el que no cabe mas que la huida: con volar sue?a Ana en su soledad, con liberarse de cuantos le rodean, con elegir los afectos y las sumisiones. Con amargura recuerda, sin embargo, en su edad adulta, que aquellos a?os infantiles no fueron mas que el principio de un fracaso ininterrumpido, id¨¦ntico al que vivi¨® su madre, mujer exquisita que, como ella, no pudo independizarse, quedando siempre camuflada en el anonimato de haber sido una mujer m¨¢s, una ni?a que, como explican las ¨²ltimas im¨¢genes de Cr¨ªa cuervos, se pierde en una multitud de semejantes asesinas frustradas.
Cr¨ªa cuervos se emite hoy, a las 23.00, por la primera cadena.
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