Alberto Schommer expone en Estados Unidos fotograf¨ªas de diez a?os de la vida espa?ola
Alberto Schommer expone en el Visual Studies Workshop de Rochester (Nueva York, Estados Unidos) una muestra de cerca de un centenar de sus obras, que abarca desde 1972. El Visual Studies es un centro de investigaci¨®n de artes visuales. La antol¨®gica recoge 45 retratos psicol¨®gicos en blanco y negro y cincuenta obras de montajes y series como, Desmontaje del franquismo y cambio, Series, Mundo de amor y violencia y la ¨²ltima ¨¦poca con la Doble p¨¢gina que realiza en EL PAIS, todo ello acompa?ado de displays con bocetos, contactos y polaroid. El trabajo abarca diez importantes a?os de la vida espa?ola. Existe la posibilidad de que la exposici¨®n se monte tambi¨¦n en otros centros art¨ªsticos de EE UU.
En la historia de la fotograf¨ªa que m¨¢s sobresaltos ha causado desde las portadas y p¨¢ginas de las m¨¢s prestigiosas revistas y suplementos de peri¨®dicos, y desde libros consagrados a personajes que por un motivo u otro fueron noticia, hay tres claros ejemplos de lo que es un fot¨®grafo al que no podemos llamar con exactitud fotoperiodista, pues va m¨¢s all¨¢ de lo que normalmente entendemos por esa especializaci¨®n fotogr¨¢fica: Philippe Halsman, Eikoh Hosoe y Schommer son hacedores de im¨¢genes definidoras, precisas y excitantes, que siempre van m¨¢s all¨¢ del fotoperiodismo: son ensayo.Las fotograf¨ªas a las que nos referimos suelen ser retratos, en los que juegan un papel importante el decorado, vestuario, maquillaje y objetos, que nos ofrecen una visi¨®n de alguien y algo que tiene un amplio eco en la opini¨®n p¨²blica. Son fotograf¨ªas que en s¨ª mismas son un aut¨¦ntico testimonio de su tiempo, sin que, y esto es lo importante, el retratado o grupo dejen de ser ellos.
Las diferencias entre Halsman, Hosoe y Schommer son l¨®gicamente las propias de los diversos mundos de cultura y civilizaci¨®n en los que est¨¢n inmersos. Los signos y gestos de los que se sirve cada uno para expresarse son los peculiares a su entorno. Obviamente, la ventaja es la del norteamericano; Halsman es el m¨¢s comprendido, tiene una m¨¢s universal audiencia. Cuando retrata a los hermanos Eisenhower o a Woody Allen no es necesario explicar de qui¨¦n y qu¨¦ se trata, qu¨¦ son y significan esos personajes. Cuando Halsman retrata a un gordito y simp¨¢tico negro de ojos enormemente abiertos, sonriendo, y con una trompeta en las manos, casi todos sabemos qui¨¦n es Armstrong y que su nombre es Louis, qu¨¦ es el jazz, y que eso es Am¨¦rica.
En el caso de Hosoe, su visualizaci¨®n es m¨¢s compleja y herm¨¦tica. Cuando se enfrenta con la c¨¢mara a, por ejemplo, Yukio Mishima en Ordeal bi roses, e intenta desvelar el apasionado y apasionante ritual nip¨®n-renacentista italiano, que es una de las claves est¨¦ticas del escritor japon¨¦s, la comprensi¨®n de las fotograf¨ªas resultantes de tan portentoso desaf¨ªo necesitan de un c¨²mulo tal vez excesivo de datos y conocimiento, aunque por ellas mismas, como pura imagen y sin m¨¢s, resulten fascinantes.
Schommer, al retratar su tiempo, al hacer su cr¨®nica diaria, nos descubre hombres y acontecimientos de la vida espa?ola, a la vez que se retrata ¨¦l mismo; conocemos el hombre que es; su fina y arraigada sensibilidad persiguiendo l¨²cida y tenazmente algo m¨¢s que transmitimos, e in tentado hacerlo de manera f¨¢cil algo que entendemos a primer golpe de vista, sin que esto sea obst¨¢culo a que podamos ahondar en sus propuestas visuales Ahora bien, es necesario se?alar que esa felicidad -aunque s¨®lo lo sea en apariencia-, ese llegar directamente al lector, es el ¨²nico secreto de su popularidad, de su ¨¦xito.
A?os de experiencia
En cuanto a su t¨¦cnica, en ocasiones aparentemente descuidada, no es tal. Es facilidad, producto de sus a?os de experiencia como fot¨®grafo publicitario. En sus retratos, la complejidad t¨¦cnica: luz, ¨¢ngulo de visi¨®n, etc¨¦tera, son dif¨ªcilmente perceptibles, pues todo est¨¢ sometido al discurso de la imagen.Schommer trata como algo que le pertenece temas y personajes, e intenta que lo que permanezca sea lo m¨¢s posible ellos.
Ante alguno de los mejores retratos de Schommer se puede hablar de esa depuraci¨®n y aparente simplicidad t¨¦cnica al servicio del retratado que caracteriza la m¨¢s estricta tradici¨®n retratista espa?ola. En la presente muestra tenemos dos claros ejemplos en los retratos de Lichtenstein y Warhol. En los dos, los personajes emergiendo del negro. Al contemplar el de Roy Lichtenstein no podemos evitar contrastarle con la sencillez y magicismo luminoso del Retrato de P. A lonso, verdugo de Albornoz, de Francisco de Zurbar¨¢n (Berl¨ªn, Galer¨ªa de Pinturas, Museos Estatales), en ambos "el modelado mediante la iluminaci¨®n descubre la exacta plasticidad de la figura contrastada con el plano oscuro neutro", el fondo. Tanto en un caso como en otro, los retratados viven ante nosotros. Liclitenstein respira sabidur¨ªa y emoci¨®n, y en su rostro se da una exacta mezcla de espiritualidad e iron¨ªa.
Otra ¨²til y hermosa referencia que debemos rese?ar al estudiar los dos magn¨ªficos retratos antes citados es el Joven noble espa?ol, de Diego Vel¨¢zquez (Munich. Colecciones Pict¨®ricas del Estado de Baviera), que corrobora todo lo apuntado. No hay que olv?dar que Schommer dej¨® el dibujo y la pintura por la fotograf¨ªa a los veinticinco a?os, y que a partir de entonces sus preocupaciones son las de un artista enraizado en la tradici¨®n de su pueblo, la cual intenta armonizar con sus presupuestos est¨¦ticos, inmersos en una de las m¨¢s apasionantes tendencias de la cultura contempor¨¢nea de la imagen.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.