Luis Michelena recibe el premio Ossia por su dedicaci¨®n a la cultura vasca
Luis Michelena recibi¨® anteayer en Vitoria el premio Ossian que concede la fundaci¨®n alemana FVS por su dedicaci¨®n al desarrollo y al estudio de la cultura vasca. El que habr¨ªa de llegar a ser m¨¢xima autoridad mundial en materia de ling¨¹¨ªstica vasca naci¨® en Renter¨ªa (Guip¨²zcoa), el 20 de agosto de 1915, hijo,de un cestero, y se recuerda a s¨ª mismo como "un adolescente extraordinariamente t¨ªmido".
Hu¨¦rfano de padre desde muy joven, hab¨ªa comenzado a ganarse la vida como contable cuando se inicia la guerra civil, en la que particip¨® como gudari, y que finalizar¨ªa para ¨¦l en agosto de 1937, cuando los restos del Ej¨¦rcito vasco son hechos prisioneros por las tropas italianas en Santo?a. Condenado a muerte por los vencedores, pasar¨¢ casi seis a?os en varias c¨¢rceles y penales, con la permanente amenaza de la ejecuci¨®n de la sentencia, antes de recobrar la libertad, en 1943. Viviendo en Madrid, ¨²nico lugar donde el ex presidiario ha encontrado trabajo -de nuevo como contable-, ser¨¢ nuevamente detenido en 1946 y conocer¨¢ las prisiones de Alcal¨¢, Ocaha, Yeser¨ªas y Talavera, de la que saldr¨ªa en junio de 1948. De vuelta al Pa¨ªs Vasco, ser¨¢ durante alg¨²n tiempo secretario particular de Juan Ajuriaguerra, principal dirigente del PNV en la clandestinidad, mientras prepara su licenciatura en Filolog¨ªa Cl¨¢sica, que obtendr¨¢ en 1951, es decir, a los 36 a?os.Durante quince a?os m¨¢s, y pese a que desde 1952 es acad¨¦mico de la lengua vasca, Michelena tendr¨¢ que ganarse la vida impartiendo clases de cualquier cosa en institutos de ense?anza media y academias. Tan s¨®lo en 1965, a sus cincuenta a?os, podr¨¢ ver, no sin sorpresa, que su nombre no ha sido excluido de la lista de aspirantes, y podr¨¢ presentarse a las oposiciones convocadas para cubrir una plaza de catedr¨¢tico de lat¨ªn en el instituto de segunda ense?anza de Torrelavega.
Dos a?os despu¨¦s, y merced a la intervenci¨®n del rector, Antonio Tovar, Michelena ser¨¢ contratado por la Universidad de Salamanca para impartir, en condici¨®n de profesor encargado, un curso de lengua y literatura vascas. Y otros diez a?os habr¨ªan de transcurrir antes de poder optar a una c¨¢tedra -la de Ling¨¹¨ªstica Indoeuropeaen dicha universidad. Desde 1978 Michelena imparte dicha materia en la facultad de Fitolog¨ªa de Vitoria.
Secretario de la Real Academia de la Lengua Vasca entre 1962 y 1965, de ¨¦l partir¨¢ el impulso decisivo hacia la unificaci¨®n de las diversas formas dialectales del vasco, que se concretar¨ªa en la propuesta que ¨¦l mismo present¨® en el congreso celebrado en ?r¨¢nzazu en 1968. Desde entonces, su nombre va unido al euskera batua (unificado) y a la renovaci¨®n ling¨¹¨ªstica y literaria iniciada en los a?os sesenta.
Desde la publicaci¨®n, en 1953, de Apellidos vascos, la bibliografia de Michelena ha ido enriqueci¨¦ndose con obras como: Fon¨¦tica hist¨®rica vasca, su tesis doctoral, que supone la entrada del estructuralismo en la ling¨¹¨ªstica vasca; Lenguas y protolenguas, publicada en Salamanca en 1963; Textos arcaicos vascos, estudio exhaustivo de las inscripciones romanas en tierra vasca con onom¨¢stica eusqu¨¦rica, y de documentos medievales con palabras en dicha lengua; su Historia de la literatura vasca, publicada en 1960, revela su dimensi¨®n de agudo cr¨ªtico, m¨¢s all¨¢ de la mera enumeraci¨®n; en fin, su Contribuci¨®n al conocimiento del dialecto roncal¨¦s, as¨ª como su magisterio en tesis como la de Karmele Rotaetxe sobre el euskera de Ond¨¢rroa, testifican que su impulso de la unificaci¨®n ling¨¹¨ªstica no es contradictorio con su inter¨¦s por el estudio (y la pervivencia) de los dialectos y hablas locales.
Pero junto a estas obras mayores, Michelena, cuyo genio pol¨¦mico le hace ser a la vez ternido y admirado por las m¨¢s diversas gentes, es autor de infinidad de art¨ªculos, pr¨®logos, contribuciones a coloquios y mesas redondas sobre los m¨¢s diversos temas, en los que su esp¨ªritu cr¨ªtico brilla habitualmente a gran altura. La heterogeneidad generacional, social e ideol¨®gica de las personas que el jueves se dieron cita en Vitoria para sumarse al homenaje testimonian de la dimensi¨®n de Michelena como intelectual, en el sentido que esta palabra tuvo en los a?os en que Zola escribi¨® su Yo acuso, a prop¨®sito del asunto Dreyfus. (0 sea: No conformarse con poseer su saber,- sino tratar de transmitirlo y de transformar con ¨¦l la sociedad). Si por algo se ha caracterizado siempre Michelena ha sido, en efecto, por su e p¨ªritu cr¨ªtico, por su rebeld¨ªa frente a los lugares comunes y por su valent¨ªa para proclamar sus ideas contra tirios y troyanos (aunque quiz¨¢ ser¨ªa m¨¢s propio decir: "Contra romanos. y cartagineses").
Y por su empe?o, al que hizo referencia Tovar en el acto de Vitoria, por influir con sus ideas y su saber en el medio en que viven. En tal sentido, y pese a las distancias ideol¨®gicas que podr¨ªan quiz¨¢ est¨¢blecerse -y que en todo caso establecen sus ep¨ªgonos respectivos-, Michelena podr¨ªa figurar en un mismo plano, y su nombre ser reivindicado a igual t¨ªtulo, que, por ejemplo, Luis Mart¨ªn Santos o Julio Caro Baroja, o, entre los de la generaci¨®n posterior, que Jos¨¦ Ram¨®n Recalde y Luciano Rinc¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.